La luz luna llena bañaba la espalda morena del viejo centauro.
El inicio del invierno se hacía sentir provocando que el aire se condensara al abrir mi boca.
-Observen con atención las estrellas...- Dijo con una voz profunda y calma- Tiempos terribles se acercan, pero nosotros no podemos involucrarnos con el mal del mundo. - Sus ojos completamente blancos se fijaron en mí sin verme- Su labor es con la tierra y con todo lo que brota, vive y convive en ella, su deber es mantener el ciclo del equilibrio.- Azotó con sus fuertes cascos el suelo- Todos nosotros vivimos de estas tierras y nos debemos a ella. Los humanos son bestias terribles que arrasan con todo lo bueno... - continuó como si algún viejo recuerdo llegara a su mente- Son seres egoístas y hedonistas...
¡SIIII! - saltó alguien entro los arbustos - ¡También escuché que sus ojos siniestros pueden hipnotizaaaarte! ¡Y de sus manos pueden salir unas garras que cortan a un árbol por la mitad!- Sus delgadas patas de cervatillo revoloteaban al son de sus largas orejas, mientras la expresión de su rostro podría sólo traducirse como que había comido hongos azules de nuevo.
-Felt... - dijo el anciano tapando su rostro como si pudiera verlo claramente.
- ¡ Y no sólo eso! - continuó Felt dando vueltas alrededor del anciano- ¡ Si un humano te toca, te contaminará!- se inclinó hacia nosotros levantando la cola frente a la cara del anciano- Por que pueden pegarte la maldaaaaad... - dijo sacando al lengua.
-¡¡¡FELSABAT!!!
-¿Siiii…? Kronx… - le dijo el cervatillo abrazándolo de la cintura a la que con las justas llegaba.
-¡Deja de hacer que las sabias palabras de nuestros ancestros suenen como los aullidos de un zorro en una trampa!
Felt deslizó un dedo desde el labio hasta el ombligo del anciano y le dijo…- en verdad sueno como una zorr-
antes de que pudiera terminar su frase el anciano lo alzó con sus astas y lo puso sobre su lomo. Poco a poco desaparecieron entre los arbustos.
-Felt está loco…
- Pero el anciano lo ama tanto como a los robles….
-¡Lo ama como un roble! - reían los otros centauros que habían visto y escuchado todo.
- ¿Cómo saben reconocer ese tipo de cosas?
-Pues sencillo… lo cuidas tanto como debes cuidar de tu guía espiritual…
- Pero sólo porque quieres, no por que debes- recalcó otro centauro…
-Ahh… entiendo… - dije sin entender nada…- como a mi guía espiritual…. ¡MI GUÍA ESPIRITUAL! ¡Oh! ¡No…
Salí corriendo…. mientras escuchaba a lo lejos las risas de mis amigos,
-¡¿Trix, en serio?!
- Esos conejos no sobrevivirán el invierno…
- Que mala suerte tuvieron los conejos…
-No olvides las ardillas
-Sí, y las….
¡¡¡Ahhhh!!!!
SI, ya sé.. mi responsabilidad en este bosque son los roedores… los pequeños y hermosos roedores, bolitas de pelo super suaves y esponjosos… pero son muchos… MUCHOS… Y hacen madrigueras por todas partes, en lugares donde incluso no deberían estar… ahhh…
Cuando llegué a la madriguera cerca del arroyo, debajo de un tronco podrido a punto de colapsar y saqué a los conejos y los reubiqué cavando yo mismo otra madriguera… mi trabajo estaba listo… no era algo complicado.. pero es agotador…
Ahhh.. suspiré… ya era de noche , muy tarde y sin embargo aún no había podido dormir…
Pero algo me despertó por completo… algo había caído en mi espalda…
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