La noche que tracé la primer página del capítulo ocurrió algo verdaderamente malo en mi vida; baste decir que me cambiaron las reglas del juego demasiado pronto, demasiado sin aviso y demasiado injustamente... Entre el trazo de la página y su entintado pasaron casi 15 días y entre ello y las siguientes, casi dos meses. Tiempo que tardé en reconstruir mis cotidianidades con las nuevas circunstancias y responsabilidades... Cosa que, por cierto, años después sigo intentado.
Apreciarán que a partir de la segunda página los fondos pasan a ser un poco más bien nulos y pido perdón por ello; me impuse terminar este capítulo como una forma de terapia y de recuperarme a mi mismo... hacia las últimas páginas del mismo, notarán que el trazo recupera su flujo y los fondos regresan... Lo que, en perspectiva, supongo que fue una buena señal...
En fin, explicación no solicitada, pero necesaria.
Un nuevo capítulo cada semana, hasta agotar el stock acumulado...
Calabozos y Dragones (conocida en España como "Dragones y Mazmorras"), una serie ochentera, basada en el juego de rol del mismo nombre, que presentaba las peripecias de un grupo de adolescentes que, sin deberla ni temerla, se veían transportados a un mundo semimedieval, dominado por fuerzas mágicas, obligados a ser protagonistas de una lucha entre el bien y el mal en la que, de principio, no tenían nada que ver.
Este es el génesis de la idea...
Después; los Niños del Calabozo regresaron al mundo normal... Hubo fiesta y regocijo, pero ¿cómo te enfrentas a un mundo sin magia después de haber sido protagonista de una historia de Calabozos y Dragones?
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