—Debe de ser una puta broma —era lo que seguía diciéndose una y otra vez en su cabeza el beta. Podía sentir el peso de la mirada azabache sobre él. —¿es que no tiene otro lado a donde debe de voltear? ¡Por dios es una puta junta de negocios! ¿No se supone que debe de estar pendiente de lo que sus trabajadores le están mostrando? ¿Por qué demonios no deja de verme? —la mente de Ian estaba inundada con preguntas, le era imposible sentirse tranquilo. Intentaba no cruzar miradas con Víctor, pero sería algo imposible una vez que le tocara hablar.
—Joven Vaughan... ¿Joven Vaughan?
—Perdón, me distraje por un segundo.
—Es una junta de negocios, le aconsejaría que pusiera completa atención —declaraba el alfa con una sonrisa burlona. —¿Me estas jodiendo? ¿Cómo se supone que pueda concentrarme si no dejas de desvestirme con la mirada? —Hubiera querido preguntarle exactamente eso tras ver como este sonreía de esa manera.
—Tiene toda la razón, me disculpo nuevamente. —declaraba tragándose las palabras que realmente deseaba decir. —Me gustaría empezar mostrándoles, las estadísticas de ventas que se han registrado en los últimos meses.
Ver ese lado de Ian hacía que la intriga que le hacía sentir el beta creciera. Como lograba plantarse de manera tan elegante y con esa confianza en una sala llena de alfas sin mostrar debilidad o titubear, era simplemente impresionante.
—¿Me pregunto cuántas facetas más tienes? —dijo en forma de susurro.
La junta transcurrió sin ningún otro inconveniente, el equipo de trabajo se notaba eficiente y amable. Eso tranquilizaba al beta, al menos era algo reconfortante entre todas esas miradas lascivas que el alfa le había dedicado durante la junta. Salió tan rápido como pudo de la sala, necesitaba alejarse.
—De todos los malditos alfas tuve que coger con el que es nuestro aliado más importante, debe ser un maldito chiste, argh —refunfuñó dando un puñetazo a la puerta de baño. —Pff —suspiró —¡diablos! —Lavó su rostro con agua fría, necesitaba calmarse, debía volver a su oficina y no sería de ayuda si no lograba tranquilizarse. —Puedo hacerlo, puedo hacerlo. —declaraba viéndose al espejo.
—En verdad caminas muy rápido para el tamaño de tus piernas. —la presencia del alfa justo fuera del baño de hombres le había tomado por sorpresa.
—Con esto solo me confirmas lo que ya suponía. —decía mientras comenzaba a caminar de regreso a su oficina, ignorándolo.
—¿Cuál de todas las cosas? —ver que el beta seguía avanzando sin voltearlo a ver alimentaba su deseo de hacerlo reaccionar. —¿Qué soy un acosador? O... ¿Qué sabes que disfrutarías demasiado tener sexo conmigo una vez más?
—Shh —se giró instintivamente chistándole. —No sé qué estás esperando que suceda, pero no pasara de nuevo... no va a pasar. Así que te agradecería si de ahora en adelante nuestro trato es estrictamente laboral. No estoy interesado en tener alguna interacción fuera de estas instalaciones contigo —los ojos negros seguían fijos en él. —¿podrías dejar de verme así? —cuestionó esquivándole la mirada.
—¿Cómo?
—Como si me desnudaras con la vista, no me agrada.
—Vaya —quizás había sido demasiado el asumir lo que acababa de decirle, debía estar equivocado. —no tenía idea de que pudiera notarse. —el descaro del alfa había dejado estupefacto al beta. —un acosador, un pervertido —avanzaba haciendo retroceder a Ian. —el que te haga gemir de placer, puedo ser lo que quieras que sea, tan solo tienes que decirlo.
—...
—Ah, disculpen —la voz de Hana liberó al beta de la tensión que estaba experimentando. —no era mi intención interrumpirlos, es solo que tengo los documentos que ocupaba.
—No tienes de que disculparte, en realidad no interrumpes nada, ya habíamos acabado. —dijo desviando su mirada de los ojos negros. —Un placer haber hablado con usted, pero lamentablemente tengo que atender asuntos importantes. —Víctor no pudo evitar soltar una risa al ver como el beta lo dejaba en medio de aquel corredor como si nada.
—Increíble, así pretendes jugar, muy bien. —caminó hacia Hana. —Joven...
—¿Me está hablando a mí? —la omega se veía notablemente confundida, era la primera vez que el presidente de la empresa le dirigía la palabra directamente.
—No veo a alguien más aparte de ti y el joven Vaughan.
—Claro, disculpe. Mi nombre es Hana Vargas.
—Srita. Vargas no cree que sería irrespetuoso no hacer una fiesta de bienvenida para hacerle saber al joven Vaughan lo honrados que estamos de tenerlo con nosotros.
—¿Una fiesta? Suena genial, ¿no le parece joven... —Hana paró en seco al ver como el rostro del beta vestía una expresión seria. —Vaughan?
—Es muy considerado de su parte Sr. Knox, pero sería muy desconsiderado disponer del tiempo de los empleados de esta manera a última hora. De igual forma aprecio la intención, ahora en verdad necesito ir a mi oficina. —Ian sonreía, pero era notable para el alfa como este hubiera preferido maldecirlo y hacerle una señal obscena en lugar de esa sonrisa.
—Por supuesto, tiene toda la razón. Me aseguraré de que mi asistente mande un correo de inmediato haciéndoles saber a todos, que mañana habrá una fiesta de bienvenida. —declaraba al tiempo que avanzaba y pasaba al beta sin pararse, pues tenía la ligera sospecha que eso tendría más efecto en él que si este se hubiera detenido buscando la reacción a sus palabras. Y tenía razón, de alguna manera el beta se sintió ofendido de que este le pasara de alto.
—No recuerdo cuando fue la última vez que fui a una fiesta de la empresa y, sobre todo las fiestas de bienvenida son lo mejor, estoy emocionada. —ver la alegría en la omega, hizo que Ian pudiera tranquilizarse, no quería arruinar el buen humor de su asistente... se desahogaría con sus amigos al salir de ahí.
Estaba acostumbrado al trabajo en la oficina, así que dejando a Víctor de lado no había nada que pusiera bajo estrés al beta. Además, Hana resultó ser una asistente magnífica. El día avanzó rápido, cuando menos pensaba ya era hora de ir a casa.
—Nos vemos mañana Joven Vaughan.
—Llámame Ian o Joven Ian, que me llames por mi apellido es un poco incómodo, Hana.
—Disculpe, procuraré hacerlo, con permiso. —el beta asintió.
Al igual que él, varios de los empleados se hallaban preparándose para irse de la oficina. El elevador se encontraba solo.
—Debes de estar jugando... —exclamó al ver como Víctor iba en dirección hacia él. El paso de este era firme y con velocidad. —No, no, no —comenzó a pulsar con rapidez el botón para cerrar las puertas, pero parecía que incluso el ascensor estaba del lado del alfa, pues por más que seguía oprimiendo el botón las puertas continuaban abiertas. —No me jodas —al terminar de pronunciar la última frase, las puertas de este se cerraron dejando del otro lado a Víctor con una cara de asombro.
---------------------------♣-------------------------
Comments (0)
See all