— ¿Y tú?, ¿qué haces mirando tanto por la ventana? — lo vi fruncir el ceño.
— Nada, nada — la señorita Arche no pudo evitar manotear mientras bobeaba por la ventana.
— No estoy muy convencido — su majestad miró con extrañeza a la señorita Arche.
— Como sea — la señorita Arche habló sin quitar los ojos de la ventana.
La señorita Arche… Quiero decir Selene, miraba el ventanal sin pestañear; se acercaba cada vez más a la ventana lateral izquierda que era la más próxima que tenía. Tal vez, solo habían pasado cinco minutos (realmente no le había prestado mucha atención al reloj en ese instante) pero, cuando volví a mirar hacia Selene, se encontraba casi pegada a vidrio y observaba con fervor hacia afuera.
¿Para qué querría tal fiesta si ni siquiera le presta la más mínima atención? No podía comprenderlo. A pesar de todo, no podía quitar los ojos de Selene al verla con tanto entusiasmo. No sé qué estaba esperando, pero quizá era algo que anhelaba demasiado. Después de haber regresado, no la había visto con tanto entusiasmo como ahora.
Pero por otra parte… Parecía que el rostro de su majestad se veía peor. No me refiero físicamente, su majestad siempre ha sido alguien de gran atractivo, pero era una mirada… No puedo confirmarlo, pero estoy segura de que todo esto le hace pensar en ella.
Ella siempre estaba alrededor de su majestad igual que una mosca; sería casi imposible no acordarse de ella de vez en cuando, pero, ahora, es como si estuviera en ese día. Todavía recuerdo como al siguiente día no podía sacarla en sus conversaciones de vez en cuando. Nunca había entendido el porqué; no lo había hecho hasta que ella apreció frente a mí. Quién diría que ella…
— Tengo que irme — Selene dijo de forma abrupta —. Débora, hazte cargo de todo.
— Sí señorita Arche — le respondí.
— Ya te he dicho que me llames Selene.
— ¡¿Te irás Ahora!? — su majestad la miró con gran sorpresa.
— Sí, ahora — dijo firmemente —. Necesito… — vaciló por un momento — Necesito un poco de aire fresco — sonrió algo extraña y huyó de una forma impresionante del salón.
No pude evitar mirar a su majestad; había vuelto a fruncir el ceño. Creo que esto se empezó a volver un hábito cuando se trataba de Selene. Esto es como el hábito de sonreír de manera especial con Amira.
Su majestad estaba aburrido; era notorio para mí e incluso para Selene que ni siquiera quería estar ahí. Seguramente buscaría cualquier excusa para irse, justo como lo hizo en aquella ocasión.
Abrí el ventanal por el cual miraba Selene. Me recargué en el barandal del balcón. La brisa nocturna era fresca; era como si se llevara el estrés de todas las semanas anteriores. Probablemente, sonreí un poco antes esto.
Miré hacia el jardín. Las rosas se veían exquisitas. Me encantaría salir un rato más…
Algo llamó mi atención allá afuera. Quería mirar un poco más, pero, antes de eso, di un vistazo hacia donde se encontraba su majestad. La música sonaba de fondo. De seguro, los invitados seguían bailando. Y, entonces, vi una sonrisa, una realmente grande.
Su majestad estaba sonriendo como hace semanas no lo hacía; veía algo fijamente. Miré a la misma dirección a la que él veía y era ella. Ella se encontraba en el mismo balcón de aquella vez, el mismo, pero, a diferencia de esa vez, ella usaba un vestido color verde aqua. Estoy segura de que su majestad no le prestaba atención a nada más que a ella.
Miré nuevamente por la ventana. La brisa era fresca. Las rosas del jardín se veían más hermosas que otras veces. La luz de la luna en esas rosas blancas era un tanto especial. Así era el encuentro de dos amantes, dos amantes, que se habían dejado de ver por un tiempo; yo lo presenciaba.
El silencio es suficiente para profesar muchas cosas, como el amor de ambos; era igual que ese baile bajo la luna.
Volví mi mirada hacia adentro. Observaba esa forma de mirar; era como decir “te he echado de menos”. Después, miré a la luna; de seguro ella sabe que tanto guarda ese baile, esa mirada, esa sonrisa, ese lugar, ese momento. La luna de seguro conoce esta y miles de historias; sé que las conoce mejor que yo.
Comments (0)
See all