Impresionante. 

Esa era la única palabra con la que podía describir el intercambio de golpes que estaba presenciando. 

Luego del discurso de Fernández, todos nos dispersamos por el crucero. 

Por fin pude tener un conversación tranquila con los dos compañeros que había encontrado en este lugar. 

"Solo por curiosidad, porque de repente parecéis tan tranquilos el uno con el otro?"

Tanto Joan como David me miraron sorprendidos. En eso Joan fue el que tomó la iniciativa para responder. 

"No es tan raro como piensas, somos amigos desde hace mucho"

"Menos mal, pensé que realmente estabais enfadados el uno con el otro" Dije aliviado. 

"No te confundas, por supuesto que estamos enfadados" Dijo David. 

Joan continuó 

"Como dije, somos amigos hace mucho. Justo por eso sabemos perfectamente como resolver nuestros problemas. En el ring, como hombres de verdad" Pude notar un fuego en sus ojos mientras decía esa última frase. 

Ambos, sin siquiera pensarlo, se dirigieron hacia la zona de entrenamiento más cercana. 

Suspirando, no tuve otra opción más que seguirlos.

Fue una buena oportunidad para ver mejor este crucero, era demasiado grande para solo 50 personas. Pero tenía sentido, la mayor parte del espacio había sido ocupado por numerosas zonas tanto de ocio como de entrenamiento para mantenernos ocupados durante el viaje. 

Por suerte encontramos una zona con pocas personas, el ring estaba libre. 

Sin dudarlo, ambos se colocaron un par de guantes y subieron al ring.

Desde ahí arriba se sentían como personas distintas, realmente no había prestado demasiada atención a su apariencia hasta ahora. 

Joan debía tener más o menos mi edad, era algo más alto que yo, 1.80 quizás. Su pelo era de un tono marrón rojizo que combinaba bien con sus afilados ojos. Normalmente tenía una mirada energética y un carácter bromista. Pero una vez subió al ring, esa mirada cambió completamente, no era yo quien estaba parado frente a él ahí arriba, pero podía sentir su presión. Tenia la mirada de un animal.

Y frente a ese animal, se encontraba David, un chico más bajo, 1.70 aproximadamente. Era totalmente contrario a Joan, su cabello era de un azul oscuro similar al negro. Sin sus gafas, sus ojos azules destacaban mucho más, también sentía algún tipo de presión por su parte, pero era distinto, su mirada era penetrante y calculadora, sentí como si estuviera siendo observado desde cada ángulo existente. 

Estaba emocionado de ver la pelea entre estos dos individuos, quería saber que tan fuerte eran. En ese momento sonó la campana de inicio. 

No había árbitro, solo era un sparring entre amigos. 

...O, al menos así debería haber sido.