Luego de un largo viaje, en el que pase dormido gran parte del tiempo, todos los elegidos llegamos finalmente a un enorme puerto. En este se encontraba un crucero enorme, un crucero que nos esperaba para llevarnos hacia lo que sería nuestra nueva vida. 

Una vez en el crucero, un encargado me guió a mi habitación y me indicó que luego de dejar todas mis pertenencias me dirigiera a la cubierta junto al resto.

La habitación no era la gran cosa, una cama simple donde apenas había espacio para una persona y un baño personal. Era algo pequeña en comparación a lo costoso y enorme que se veía el crucero, pero de todas formas no esperaba una habitación 5 estrellas desde el inicio. 

Una vez dejé mis cosas, me dirigí a la cubierta donde pude reconocer un rostro familiar agitando las manos en mi dirección. 

"Ey! Lorenzo, por aquí!" Joan gritaba desde donde me esperaba junto a David. Parecían haber hecho las paces. 

Pero antes de que siquiera pudiéramos empezar a hablar, nuestra atención se dirigió a la fuente de un fuerte sonido. 

Todos en el crucero guardaron silencio y observaron atentamente la imagen frente a sus ojos, Fernández, sobre un gran escenario y, justo detrás de él, una gran pantalla roja con un mensaje escrito en grande "The Box".

Fernández, el hombre que me había invitado a este lugar, parecía entusiasmado. Una vez confirmó que tenía nuestra atención, comenzó su discurso que se podía escuchar por todo el crucero gracias a los altavoces. 

"Bienvenidos a todos! Jóvenes boxeadores. Como ya sabréis, estamos aquí reunidos con un solo objetivo. Juntos vamos a escribir una nueva historia en el boxeo, una historia de la cual seréis los protagonistas"

Estas palabras fueron seguidas de una masiva ovación de todas las personas en el crucero, mi cuerpo tembló ante tal reacción. Todos parecían igual de emocionados que yo ante la idea de "ser los protagonistas" En la creación del nuevo boxeo. 

Una vez el ruido disminuyó, Fernández, esbozando una gran sonrisa, continuó su discurso. 

"Ese es el espíritu que busco!"

" Este barco se dirige hacia una de las 7 islas  Canarias, más específicamente, este se dirige a gran Canaria"

"En cada una de estas islas hay 50 boxeadores como ustedes, boxeadores que buscan ser los mejores del mundo"

"Durante los próximos 3 meses estaréis conviviendo en las instalaciones de The Box sin acceso al mundo exterior. Entrenareis juntos, comereis juntos, dormireis juntos y, por supuesto, luchareis el uno con el otro para reclamar el título del mejor boxeador"

"En cuanto estéis instalados en vuestro edificio se proporcionarán más detalles, por ahora, disfruten del crucero, conozcan a otros peleadores, hagan buenos lazos y conozcan lo grande que puede ser la diferencia de niveles entre ustedes, jóvenes púgiles"

"Eso es todo por mi parte, ahora, a disfrutar"

En ese momento, a diferencia de antes, no hubo gritos ni vítores, no fueron necesarios, todos nos sentíamos igual. Lo único que necesitábamos escuchar es el fuerte latido de nuestros corazones que no podían esperar para subir al ring.