Me alborotó mucho con su propuesta, ya que abrir una denuncia contra Lucas es algo que me negaba a hacer. No porque tenga piedad de él, sino que en verdad era cobarde y prefería que por voluntad de dios ese tipo dejara de perseguirme.
—No quiero hacer este problema algo grande.
—¿Estás seguro?
—Sí, yo solo quiero tranquilidad, no quiero verme envuelto en algo donde pueda perder todo.
—¿Juliana ya lo sabe?
—No, pero creo que lo más inteligente que puedo hacer es avisarle por si él planea hacerles algo a ustedes.
—Hey, no, no, no le tengas miedo, eso es lo que él busca, que le tengas miedo. Vamos a estar siempre con vos, Lucas es solo un pendejo patético.
No había sido fácil tranquilizarme, pero cuando el té de tilo hizo su efecto Matías me acompaño hasta Blue Moon.
Una vez que estuve en mi trabajo me sentí en paz, pero al mismo tiempo era agotador tener que lidiar con la preocupación. En ese momento me arrepentí de involucrarme con Brandon, Sofía, Nicolás y el resto de los empleados, no sabía si lo que más me dolía era el miedo o la culpa de hacer que estas personas se preocupen por alguien que no valía la pena.
La jornada no fue muy pesada porque mi teléfono no estaba conmigo. Mis manos comenzaron a temblar del terror que sentía de ir a casa y encontrarme con un sin fin de llamadas perdidas.
¿Por qué? Porque esto ya lo había vivido cuando era pareja de Lucas, y no estaba preparado mentalmente para revivirlo. Nadie está preparado para vivir una vez más el acoso de una ex pareja tóxica que no sabía dejar vivir a la otra persona.
Cuando mi turno terminó sentí que Brandon quería decirme algo importante, pero su intento quedó en el aire, ya que para mi sorpresa Juliana llegó en el horario justo en el que yo salía. Por la expresión de su rostro pude deducir que Matías la había puesto al tanto. La mirada cómplice que le dedicó a Brandon me hizo entender que él también sabía que ella vendría.
Honestamente, no estaba en posición de enojarme con ellos, y estaba más que agradecido de no tener que repetir lo mismo otra vez.
—Si no te molesta, vine a buscar a Santi. ¿Interrumpí algo? —preguntó entonces Juliana curiosa la mirada decepcionada de Brandon.
—No, no era nada importante. —me di cuenta que se escuchaba algo tristón, pero no quise ponerme insistente con él, podía esperar al día siguiente.
Pero cuando el otro día llegó Brandon no me dijo nada, ni ese ni el otro, y pasaron tantos días que poco a poco se fue de mi mente aquella intriga que antes me había generado. Ya había pasado más de una semana desde el incidente con Lucas, y los primeros días seguí recibiendo mensajes violentos de su parte hasta que fueron disminuyendo.
Juliana me decía que esa era una buena señal y que a partir de ahora debía quedarme tranquilo, pero yo seguía tan alerta que no había manera de que pudiera sentir paz. Al punto de sufrir ataques de pánico cuando estaba solo y rodeado de personas desconocidas, sin mencionar el insomnio por las noches.
Brandon me tuvo mucha paciencia en el trabajo. El me comentó que también salió una vez con una mujer que tenía actitudes similares a las de Lucas con la diferencia de que Brandon no sufría de abuso físico, pero sí de abuso verbal y mental.
Me daba pena pensar que un hombre tan bueno como él haya estado con una mujer tan mala y venenosa, pero recordé que Sofía muchas veces mencionó que él no era bueno para elegir amistades e imagino que era peor para elegir a sus parejas.
Dejando de lado todo lo malo, compartí lindos momentos durante estos días haciendo pi jamada con mis amigos en la casa de Brandon y teniendo salidas como en los viejos tiempos con Matías. Era raro volver a salir con él después de tanto tiempo, y si, quizás parecerá raro porque vivimos en la misma casa, pero con él estuvimos distanciados durante varios meses, solo que nadie se daba cuenta de eso.
—¿Sabes? Extrañe mucho esto. —murmuró Matías mientras caminábamos juntos de camino a casa.
La brisa estaba fresca y me sentí extraño. Habíamos ido juntos al cine a ver una de esas películas de horror que tanto le gustaban a él, probablemente yo no iba a poder dormir en una semana, pero también mi lado masoquista disfrutaba esa adrenalina.
—Sí, yo también extrañaba pasar tiempo con vos...
—Siempre hacemos todo con Juli y no digo que esté mal, pero recuerdo que antes solíamos tener estas citas amistosas.
—Bueno, yo pienso que te equivocas un poco porque no eran solo citas.
—Tenes razón, a veces me olvido de ese detalle.
—Ya sé... —balbuceé un tanto incómodo. —Pero no te sientas mal, porque ahora todo es mejor y sos mi mejor amigo, Mati. —y esta vez me fije en sus ojos.
Nos esforzamos tanto por olvidar que el recuerdo de que alguna vez me gustó de manera romántica se esfumó de mi mente y corazón. Pero cuando lo mire, en sus ojos podía ver melancolía y ¿arrepentimiento?
Siempre fue confuso para mi descubrir los sentimientos de Matías, pero algo tenía claro, una relación entre nosotros era imposible porque simplemente no podríamos. Siempre será mi mejor amigo y lo amaré de esa manera hasta el final de mis días. Era un buen chico, y sabía que algún día encontrará a esa persona indicada, y yo seré muy feliz por él.
Comments (0)
See all