CAPÍTULO 5
En cuanto la canción termina, la gente aplaude. Tyler y Amira dejan de bailar, pero aún se quedan viendo fijamente a los ojos por uno segundos. Después, él sonríe y le dice:
— La verdad, creí que bailarías peor.
— No sé cómo tomar esto, pero está claro que no es un halago — Amira lo dice.
— Tómalo como quieras — toma la mano de Amira —. Tenemos un asunto pendiente —Tyler lo dice mientras toma la mano de Amira para sacarla del lugar.
Amira asiente con la cabeza y sale del salón bajo la dirección de Tyler. Todos en el salón los ven con sorpresa, pues salen del lugar con bastante prisa. Ambos salen corriendo mientras van escapando de la multitud del gran salón.
Mientras iban recorriendo los largos pasillos con gran rapidez, Amira se iba dando cuenta de que no era un simple salón. Al ver de forma muy apresurada los acabados de las paredes, los adornos, las pinturas y todo lo que recorría en general, daban la apariencia de un palacio. Ella no estaba del todo segura, pero lo que había observado le hacía pensarlo. Fue hasta unos minutos que, después de tanto correr pasillos y bajar escaleras, ambos llegaron a un jardín.
Este mismo jardín a los ojos de Amira parecía sacado de un sueño. Aquel jardín estaba lleno flores nomeolvides color azul. Se había quedado absorta en aquel jardín hasta que Tyler le interrumpió diciendo.
— ¿Ya terminaste?
— Es hermoso, ¿en dónde estamos? — Amira lo dice aun mirando a su alrededor.
—En un jardín — dijo de modo cortante —. Necesito hablar contigo en un lugar en donde no haya ningún metiche, ¿o hubieras preferido aquel gran salón? — con una expresión tranquila.
— Claro que no — Amira le responde — no quiero que sigan pensando que estoy loca.
— No es que se piense, lo pareces.
Amira lo vio fijamente mientras tenía una expresión de molestia. Tyler lo notó y soltó una carcajada. Eso hizo molestar más a Amira. Cuando vio la expresión en su rostro, dijo:
— De acuerdo, lo siento — tratando de contener la risa —. Princesa ya no te enojes — con un ligero tono burlesco — reconozco mi error.
— No me llames así, no soy una princesa — aun molesta.
— ¿Qué extraño? — la miró como si la examinara — eres bastante excéntrica, así que, lo creí.
— ¿Ahora me dices excéntrica? — Amira lo dice sintiéndome muy ofendida.
— No te lo tomes personal, pero, en este escaso tiempo que te conozco, eres algo dramática — Tyler lo dice mientras mira a Amira.
— No soy dramática, solo quiero irme.
— ¿A dónde?
— Eso es lo que no sé — un poco desesperada —. Quiero ir a casa, pero no sé cómo — Amira muestra una mirada con un poco de desesperación.
— ¡¿Cómo que no sabes!? — Tyler lo dice estando muy desconcertado —. Es tu casa...
— Lo sé — Amira lo interrumpe — pero no sé cómo llegué aquí. En un momento, solo aparecí de la nada.
— Espero que sea una broma — su expresión se tornó más seria.
— No — Amira niega con la cabeza —. Estoy hablando muy enserio.
Tyler soltó un suspiro pesado mientras con sus dedos índice y pulgar aprieta el puente de la nariz notándose muy estresado. Luego, miró de reojo a Amira y habló.
— ¿Cómo es esto posible? — frunció ligeramente el ceño — ¡¿Acaso tus padres nunca te pidieron que te aprendieras la dirección!?
— Lo hicieron, pero dudo que eso sirva en esta situación — Amira se empieza a molestar un poco —. ¿Pero sabes qué?
— ¿Qué?
— No te molestes, tú déjame aquí de seguro pronto despertaré de este sueño... Por no decir pesadilla — Amira le da la espalda a Tyler.
— Otra vez con lo mismo — Tyler lo dice un poco fastidiado —. ¿Por qué siempre dices que es un sueño?... ¿Realmente te sientes bien?
Amira suelta un suspiro mientras sonríe de forma un poco amarga. Después, cruza los brazos y dice.
— Sí — se queda en silencio por unos minutos —… Al menos es lo que quiero creer.
— ¿Lo que quieres creer? — responde desconcertado, sorprendido y preocupado al mismo tiempo.
— Olvídalo, solo quiero regresar a casa — Amira lo ve fijamente — ¿Podrías ayudarme con eso?
— Haber... — suelta un suspiro — No sabes cómo llegaste aquí, ni dónde estás. Y, parece que tampoco sabes llegar a tu casa. — la mira directamente a los ojos — Y, dices que es como si por arte de magia hubieras aparecido aquí.
— Sí, es prácticamente lo que pasó. Es como si por magia hubiera aparecido aquí.
— Princesa... — Tyler mira a Amira — La magia no es algo de este lugar — con una muy leve sonrisa.
—Te dije que no me llames así. Por otra parte… Empiezo a dudar que eso sea verdad — mira en dirección a la Luna —. Siento como si algo me hubiera traído a un lugar al que jamás podría acceder.
Tyler ve fijamente a Amira y sonríe un poco. Luego, suelta un suspiro. Amira deja de ver la Luna y mira a Tyler. Le dice:
— Entonces... Sé que es complicado, pero, ¿me ayudarás?
— ¿Al menos sabes ubicar en un mapa el lugar en donde vives?, ¿o tampoco puedes hacer eso? — sonrió de forma juguetona.
— ¡Claro que puedo hacerlo! — estando un poco ofendida y molesta — Estaré perdida, pero tampoco es que tenga un sentido de orientación muy malo.
— Tal vez tengas razón, pero después de todo lo que acabas de decir... No suena muy creíble — la ve un tanto incrédulo.
— Ya sé, pero mentiría si no dijera que no sé en dónde estoy.
— Sígueme, te llevaré a un estudio.
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