Los rayos del sol acariciaron su rostro, sacándola lentamente de su sueño. Abriendo sus ojos azules, Erdys pudo notar que la habitación todavía se veía intacta, nadie había penetrado en ella mientras dormía. Levantándose lentamente de la cama, alzó sus brazos y se desperezó mientras largaba un fuerte bostezo. Pensando en que se haría para desayunar, suponiendo que la heladera se encontrase llena y con comida que aun estuviese en buen estado, Erdys continuó camino hasta el pasillo, bajó las escaleras y notó algo que la puso en completo estado de alerta, despejando cualquier rastro de sueño que antes pudiese haber tenido: los cuerpos ya no estaban.
Desenvainando sus dos espadas, Erdys corrió a donde estaba el enorme agujero y pudo notar que la sal ya no se encontraba a su alrededor, fuese lo que fuese que provocó la desaparición de todos los pobladores de Hallerton, estuvo allí aquella noche, tomó los cuerpos y luego… viendo la puerta abierta y la sal en su lugar, Erdys dedujo que el responsable huyó de allí.
- Supongo que es una suerte el que no sepan que me encuentro aquí- murmuró en voz baja Erdys mirando con cautela sus alrededores- porque de lo contrario me hubiese llevado una desagradable sorpresa al despertar
Saliendo de la casa, mirando con detenimiento su entorno una vez más, Erdys continuó camino buscando algún indicio de vida.
Mientras caminaba con cautela por las calles del pequeño pueblo de Hallerton, decidió adentrarse en las casas que no tuviesen sal para buscar diarios, reportes o lo que fuese que le dijeran que demonios había pasado allí. Encontrándose con varias cosas que le fueron de vital importancia en su investigación. Lo primero que encontró fueron saleros que se encontraban llenos en las casas con agujeros sin sal a su alrededor, mientras que las casas que si poseían esos círculos de sal poseían cadáveres de personas que habían muerto por inanición o por suicidio, lo que le llevaba a preguntarse: ¿Cuánto tiempo había pasado desde que ocurrió todo aquello? Desde que oyó lo ocurrido en Hallerton hasta ese momento no había pasado tanto tiempo y el diario de Susan Hollyday era de ese mismo año. Entonces ¿Por qué los ciudadanos preferían la muerte antes que arriesgarse a huir del pueblo? La situación se estaba volviendo cada vez más extraña a medida que investigaba.
También pudo encontrar varias grabaciones que iban desde CD’s y DVD hasta VHS de quienes todavía los poseía, también pudo encontrar más diarios con los cuales podría darse una idea de qué demonios estaba ocurriendo allí.
Durante su paseo encontró la estación de televisión de Hallerton, si algo había pasado en ese pueblito, era casi seguro que se encontraría en las grabaciones de aquel lugar.
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