La escuela comenzó con las actividades relacionadas al mes del mar en conjunto a las del día del medio ambiente. Como equipo decidimos empezar desde mayo para poder tener todos los proyectos hechos la primera semana de junio, cuando vendrá de visita la corporación forestal. Por si fuera poco, a finales de mayo realizan un acto del mes del mar, con apoderados presentes. En consecuencia, volvió la vorágine de pendientes, comunicaciones y manualidades, por lo que es necesario citar una reunión de apoderados para que todos estén bajo la misma sintonía. Una buena solución para no pensar en tus problemas es llenar tu cabeza con tantas tareas que no te quede tiempo para pensar en otra cosa, y está funcionando.
- ¿Ya podemos comenzar a decorar las macetas? - pregunta Eloísa mirando hacia el patio, que es donde las dejamos bajo el sol recién pintadas.
- Tendríamos que revisar si ya se secaron, porque si las decoramos estando húmedas el acabado no sería el mismo. - Salgo a mirar si están listas, pero a pesar de estar soleado, la luz otoñal no es suficiente para secarlas. Le comento a Eloísa qué debemos esperar un rato más.
- Podríamos avanzar en los animales marinos que nos designaron para la escenografía ¿cuáles haremos?
- Traje estas cartulinas con líneas para que los niños recorten, si llegan a la mitad del pliego al final lo enrollamos y quedarán como pulpos.
- ¡Me encanta! si los uno en un hilo podemos hacer una guirnalda de pulpos.
- Justamente, algo así estaba pensando. Ya están marcadas las hojas, solo hay que repartirlas
- ¿Cuándo alcanzaste a hacer esto? - mira las hojas como si hubiera sido mucho trabajo.
- Lo hice en casa anoche.
- Alan, tú sabes que yo te puedo ayudar con esto en la escuela, tengo tiempo para hacerlo. - dice después de repartirlas a los alumnos.
- No me tardé nada, además me gusta hacerlo. - si no tengo algo que hacer comenzaré a pensar de nuevo, así que tomo el tarro con tijeras y comienzo a guiar la tarea del recorte. A aquellos alumnos que les dificulta recortar con tijeras se modificó el objetivo a rasgar el papel con sus manos o clavarlo con punzón.
Una vez terminados los pulpos, pasamos a decorar las macetas, ahora sí estaban secas. Para ello utilizamos unos cotones de algodón, esos que se utilizan para limpiar los oídos. En vez de utilizar pincel, hicimos puntillismo con el cotonete sobre el macetero. Proyectamos en la pizarra diseños simples como hojas, flores y osos, pero es su decisión la manera en que pintan su obra. Es así que resultaron una variedad muy creativa de macetas; una llena de corazones, otra con su nombre escrito en puntitos, otra llena de puntos por doquier, y otras con rayas al cansarse de los puntos, entre otras. Todas esas diferencias hacen únicas a sus creaciones.
Termina el día, los niños ya fueron entregados mientras me quedo en la sala de clases revisando correos y ordenando la lista de temas a tratar en la reunión de los próximos días. Últimamente no he tenido tiempo de entregar a los alumnos afuera por tantos pendientes en la organización de los próximos eventos. Aunque en mi interior sé que eso es una excusa.
Sin mayores cambios en la rutina de trabajo durante los siguientes días, llega la fecha de la reunión de apoderados. Esta vez estoy solo. Cada uno de ellos me saluda, con mayor o menor entusiasmo, y pasan a sentarse en el salón. Uno de los más entusiastas son Wilson con su hermana Faith que lo acompaña. Ella es una adolescente muy jovial, trae muchos accesorios lindos como un colorido bolso con llaveros y pines, pulseras de amistad y trabas. De vez en cuando conversamos cuando la veo en la panadería y siempre es alegre. Will le advierte que se comporte a lo que ella lo imita burlesca. Se llevan muy bien a pesar de estar siempre peleando. Al ver que llegan más padres, les pido que tomen asiento a lo que ambos responden con un coordinado suspiro. Son tan tiernos. Una vez cumplida la hora y con la mayoría de los apoderados presentes comienza la reunión.
- Primero que todo, les agradezco a todos por venir hoy. Imagino lo difícil que es hacer tiempo en su agenda, pero es necesario vernos regularmente por el bien de los alumnos. La reunión de hoy es para organizar el acto del mes del mar, y además la visita de la corporación forestal. Les pido su atención y al final podremos aclarar dudas.
Comienzo explicando lo requerido para el acto del mar, para nuestro curso corresponde un baile de animales marinos, todos saldrán disfrazados de estrella de mar. Por lo tanto coordinamos como alistar los disfraces. La apoderada de Mateo es costurera, por lo que ofreció hacer los disfraces a cambio del costo de los materiales y una comisión más barata que el precio de mercado. Algunos se mostraron reacios, pero al final acceden a esa opción al ser lo más conveniente.
Continúo hablando sobre el avance del proyecto de reciclaje en la escuela, requiriendo voluntarios para trasladar los productos hasta los contenedores del centro de reciclado. Un par de apoderados se ofrecieron para ayudar: El abuelo de Lucero y Wilson. El primero refiere que muy cerca de donde él trabaja hay un punto de reciclaje, por lo que no le causa inconvenientes llevarlos después de su trabajo. Mientras que Will comenta que tiene disponibilidad en las tardes para hacerlo. Considerando ambas alternativas elijo al abuelo de Lucero ya que en realidad si es práctico para él ayudar con el traslado. Will hace un puchero desde su asiento, evito mirarlo para no sonrojarme: no te desconcentres, sin pensar... sigamos.
Una vez tratados todos los temas, paso a dar un tiempo para dudas y consultas. Es cuando las madres de Trinidad y Dominique levantan su mano, dándoles la palabra.
- Nosotras somos María Jesús la mamá de Trinidad y Carolina la mamá de Dominique: queremos presentar un reclamo formal al colegio en contra de usted y su pésima gestión en lo que refiere al cuidado de nuestros niños. - muchos murmullos se escuchan en la sala, pero ellas continúan su discurso.
- Desde que usted llegó hemos estado muy incómodas con la decisión de la directora de contratarlo a usted. Y nuestras sospechas se reafirmaron cuando ocurrió su negligencia en el paseo de pascua. Por eso lo creemos incapaz de ser el profesor a cargo.
Los murmullos subieron de tono a quejas hacia ambas madres, me duelen las mejillas de tanto falsear mi sonrisa con estas señoras. Porque sí: a los profesores también nos pueden caer mal los apoderados. Lo que nunca permito es que eso afecte mi trato con sus hijos. Así que básicamente buscan mi despido, bien, que comience el debate.
- Ustedes pueden presentar las quejas que quieran, pero deberían seguir el conducto regular que establece el reglamento de la escuela: presenten su solicitud por medio de una entrevista personal conmigo o con la directora. Escudarse en un grupo habla de su cobardía como personas. - Se oyen las reacciones del público, entre ellos los hermanos Miller me dan ánimos.
- ¿Cobardes nosotras? ¡Cómo se atreve a hablarnos así! Ahora sí que pondremos un reclamo en la superintendencia. Usted es un vulgar, ¡Qué cosas horribles habrán pasado con nuestros niños en el colegio y lo están encubriendo!
- Un niño se perdió bajo su cargo, si lo hubiese buscado a solas podría haberle hecho alguna atrocidad. - intenta defenderse Carolina.
- ¡¿Qué insinúas del profe Alan?! - reclama Faith colérica, mientras la afirman para que no se lance a las señoras. Will aprieta los puños en silencio.
- Es sabido que los hombres no pueden estar con niños tan pequeños, los pueden tocar y ni nos enteramos.
- ¿Y el papá de su hija, acaso él también es un violador? - replica Will apretando los dientes. El resto de los apoderados guardan súbito silencio ante la seriedad de sus palabras.
- ¡Cómo dices eso de mi esposo, él es un ejemplo de persona, ni siquiera lo conoces!
- Lo mismo pasa con el profesor Alan, usted no lo conoce y lo insulta con esas palabras tan horribles. Con el prejuicio que ya existe de que sólo las mujeres trabajan con niños él eligió educar a nuestros pequeños. Eso es porque tiene vocación, debería estar agradecida de que alguien así eduque a su hija. - El grupo vitorea y celebra las palabras de Will. Quiero dejar de pensar en tí, pero sigues apareciendo en cada rincón de mí mente .
- Hhmm, no nos harás cambiar de opinión. - Refunfuñan odiosas ante la clara vergüenza que pasaron, retirándose indignadas. Doy término a la reunión, y los padres me dedican palabras de ánimo mientras salen. Will y Faith quedan de los últimos en la sala.
- ¿Estás bien? – me pregunta Faith preocupada.
- Si... Sabía que habría problemas porque soy un hombre, pero no pensé que me lo dirían así.
- Fue genial cuando las llamaste cobardes, estuve a punto de gritar ¡woah! - exclama animada Faith.
- Debió ser duro aguantar que te insulten sin motivo. No puedes rendirte por algo como esto- Will se ve indignado e inquieto tratando de consolarme.
- Tranquilo, no voy a darle el gusto a esas mujeres. Les agradezco a ambos por defenderme y animarme. Pareciera que Will fuera a llorar, Faith me da un abrazo y nos despedimos. Mientras se alejan, Will voltea.
- No vayas a renunciar: Promételo.
- Les prometo que mañana estaré por aquí, adiós.
Los despido con efusividad, evitando pensar en el hecho de que sólo prometí estar por aquí mañana. Sin embargo, aún no sé qué pasará en el futuro.
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