La jornada fue normal y todo siguió su curso, excepto porque un nuevo chico llegó dejándome una nota en una de las servilletas de papel. Issey era su nombre, y su número de teléfono estaba apuntado allí para “el lindo chico bajito de la caja”. En el turno solo estábamos Sakura, Young Soo y yo, por lo que era evidente que esa nota era para mi. Me parece irónico, como una especie de prueba para mi, ya que anteriormente había eliminado todos los contactos de mis quedantes para impresionar a Young Soo, y ahora era cuando más me cuestionaba si valía la pena hacer eso.

No pensaba decirle a nadie al respecto, pero cuando estábamos en el vestuario ya listos para irnos la nota escapó de mis bolsillos aterrizando directamente sobre los zapatos de Young Soo y no se porque me desespere tanto por tomarla como si fuera una granada. Me morí de vergüenza cuando nuestras miradas se cruzaron pero peor fue cuando me pregunto lo evidente… 

—¿Y esto?.... 

—Oh bueno, al parecer un cliente me dejó una nota. —respondí nervioso rascando mi nuca.

—¿Y la vas a conservar? —me preguntó más serio de lo usual.

—Bueno… me sentiría muy culpable si simplemente la boto y ya, además parecía ser un buen chico. 

—Entonces piensas llamarlo… —afirmó sonando molesto. 

—Creo que nunca mencioné que iba a contactar con él. 

—Pero ya lo hiciste antes, sunbae… no me sorprendería que tengas otra cita en Blue Moon.

Aquellas últimas palabras me dejaron mudo pero con muchas preguntas en la cabeza, aun así no tuve mucho tiempo de procesarlo, ya que Young Soo enseguida me cambió de tema y me ayudó con mis cosas para irnos pronto de la cafetería. El camino hasta su casa fue más silencioso de lo normal, y no podía entender porque él cambiaba de actitud tan repentinamente. Él siempre se veía con Jung Eun, ¿por qué me sentía mal si aceptaba salir con alguien más? 

Cuando llegamos a su casa el clima seguía igual, y eso me tenía bastante fastidiado, para qué iba a invitarme a quedarme si iba a ponerse de este modo. Por eso, en cuanto pude aproveché para picarle con el tema. Tal vez nuestra amistad ya no sería la misma después de esto pero yo necesito respuestas.

—¿Vas a seguir actuando como un niño, Young Soo? —cuestione al salir de su baño ya con la pijama puesta, esa misma que estaba conformada por una remera amplia de Kim y unos pantalones cortos míos. 

—¿Mh?

—¿No vas a decirle nada a tu sunbae?

—No sé de qué estás hablando… 

—Mmh… a ver… —me senté sobre su cama justo enfrente de él y coloque mis manos sobre su espalda apretando un poco allí para que me prestara atención.—Creo que alguien se puso celoso cuando vio que un chico me invitó a salir, he tenido amigos celosos, pero… ¿en verdad te molesta? ¿Te da asco, Young Soo?

—¡No! ¡Por supuesto que no me das asco, sunbae! Solo que…

—¿Solo que…?

—Ah… —suspiró él haciendo fricción con una de sus manos sobre su frente. —No lo sé. 

—¿Sabes? Yo no voy a olvidarme de ti si un día llego a tener un novio. —él volvió a suspirar pero esta vez sonó como si estuviera molesto. —Si no te doy asco… entonces… ¿Te molesta tener que verme con otro hombre, Young Soo? 

—Si lo dices así suena horrible… 

—Bueno… lo volveré a preguntar. ¿Acaso me quieres para ti?

No se como tuve el valor de hacer esa pregunta, pero tenía mucho miedo de oír su respuesta. Cerré mis ojos fuertemente esperando cualquier cosa, estaba listo para arruinarlo todo, pero en el fondo de mi corazón deseaba que él se quedara conmigo.