—Bueno, entonces… ¿a dónde iremos? ¿me invitarías a una cita, príncipe azul? —bromeé con él aferrándome a su brazo derecho, y Young Soo por supuesto no se quedó atrás...
—Pensaba que tal vez podríamos ir al parque a leer juntos. Compré unas cosas para que compartamos y como hay buen clima…
No podía creer que en verdad me llevara a una especie de “cita'', pero últimamente pasamos tanto tiempo juntos. Quizás la próxima debería ser yo quien invite… ¿al cine?
—¿En qué piensas, sunbae? ¿No te gusta?
—No, no, me fascina la idea, sabes que me encanta leer contigo en lugares tranquilos. Lo bueno es que a estas horas no hay mucha gente y luego podemos ir juntos al trabajo.
—¡Eso mismo pensé!
Fuimos sin mucha prisa al parque de siempre, y lo ayudé a tender la manta que traía en su bolso para que luego podamos sentarnos sobre ella. Young Soo tenía razón, hacía un clima maravilloso porque estaba cálido, el sol tocaba nuestras pieles pero no quemaba, era como un abrazo reconfortante. También de su bolso sacó dos bentos, y el mío se veía adorable, la zanahoria venía cortada en forma de corazones y los bollos de arroz se veían como ositos. Daba pena comerlos pero me llenaba la panza de mariposas notar que Young Soo se tomó la molestia de hacer un bento adecuado para mi con alimentos que sabe que me gustan, ya que como mencione alguna vez, soy muy quisquilloso con la comida.
Entre risas compartimos ese segundo almuerzo hablando de nuestras series favoritas y de las que aún no hemos visto, y que tal vez ahora podamos verlas juntos en vez de disfrutarlas en solitario como solíamos hacer antes de tenernos el uno al otro. Estar con él es divertido.
Ambos sacamos de nuestros bolsos el manga que estábamos leyendo, él leía GIVEN y yo gozaba por primera vez de WOTAKOI. Había visto por la web que es una historia muy buena, y sin dudas desde el primer capítulo logró atraparme. No quería hacerle spoiler a Young Soo pero me moría de ganas de transmitirle todas mis emociones.
—Cuando termine de leer esto, voy a pedir que me prestes el tuyo. Por el brillo que hay en tus ojos cuando hablas me confirma que es una buena historia.
—¡Si! Cien por ciento recomendado por Kim Yun.
—Oye, sunbae…
—¿Si?
—¿Sabes qué es lo que más me gusta de ti? —lo miré confuso. —Es que no me juzgas por lo que me gusta, sé que tú también disfrutas mucho del BL pero normalmente tenía que ocultarlo de las personas que quería.
—Esas personas son unas idiotas, de lo que se perdieron contigo. Yo mmh… respeto a los heterosexuales pero no entiendo porque hay muchos que se cierran en su mundo. Es decir, entiendo sus gustos pero eso no significa que no puedas ser libre de disfrutar una película con temática homosexual. A veces… las personas son tan…
—Que lindo que seas tan honesto y fiel a ti mismo, sunbae… —suspiró.
—¿Acaso tu no lo eres? —pregunté algo sorprendido y confundido.
—No, no, si, pero… muchas personas me vuelven inseguro.
—Mh… no dejes que las demás personas influyan en ti, solo se tu mismo y las personas que se queden a tu lado son las que necesitarás y valen la pena.
—Ojala… pudieras casarte conmigo. —pensó Young Soo en voz alta, como de costumbre.
—¿Y por qué no? —bromeé haciendo una pose femenina dándole una mirada coqueta. —Por ti si me pondría peluca y seria tu esposa. Solo le temes al éxito. —No sabía si estaba bien jugarle ese tipo de bromas o si me había pasado pero lo que dijo me dejó mudo.
—No necesitas cambiar, para mi eres perfecto así, sunbae…
Acaso… ¿había posibilidades para mi? ¿podría ser amado románticamente por un chico tan hermoso como Kim Young Soo?
¿Realmente merecía un amor así?
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Dentro de mí había una pizca de esperanza de que podía ser atractivo para los ojos de Young Soo. Me negaba a aceptar estos sentimientos que poco a poco iban creciendo, pero muy contrario a ello, me esforzaba por demás a verme como su tipo ideal. Claro, no tenía ni idea del tipo de persona que le gusta a él, sin embargo intentaba ser eso que él pudiera necesitar. Me convertí en su mejor amigo, en la persona que lo escucha y que se maravilla con cada palabra que recita, y también en esa persona que lo apoya en todas sus locuras.
Somos dos personas muy diferentes con cosas en común, y eso mismo es lo que a mi me hace sentir este suave enamoramiento, y esta misma presión es la que lo mantiene cerca de mi.
—Entonces… ¿Me estás diciendo que estás borrando todos los números de teléfono de tus quedantes solo porque de la nada quieres ser un buen samaritano?
—No, no, yo no dije eso, solo digo que ya no me interesa salir con nadie. —murmure desinteresado siguiendo con lo mío.
—Oppa… a ti te gustaba mucho salir con chicos de vez en cuando… incluso luego de haber terminado con el innombrable tuviste citas… ¿Cómo es que mágicamente ya no te interesa? —murmuró Sun Hee entre curiosa y sorprendida. Ni yo mismo entendía lo que estaba haciendo. Si, me gustaba salir con chicos, pero… ya no los necesito, es decir, todo lo hago con Young Soo. No quiero dividir mi tiempo con otras personas.
—Se que sonara tonto pero… creo que… —”me gusta alguien”, pensé, pero me rehusé a decirlo en voz alta aun. —Creo que ya no necesito salir a citas, no tengo ese tipo de deseo, estoy bien solo. —ella me vio con más sospecha, se que no es tonta y que probablemente lee mejor mi corazón que yo mismo, pero no estaba listo para aceptar que hacía todo esto porque Young Soo había grabado su nombre en mi corazón.
Por suerte, Sun Hee no se puso insistente y solo lo dejó pasar. Pero pude ver por el rabillo del ojo como ella volteaba sus ojos al notar mi tonta sonrisa que se dibujó al caer la notificación de un mensaje nuevo de Young Soo. Estaba actuando como un adolescente enamorado, pero no me importaba, yo sabía que este es un amor imposible, mas bien, me gusta catalogarlo como platónico.
Luego de la clase de Fundamentos Teóricos, sabía que del otro lado me esperaba él, y con una sonrisa corrí hacia fuera del salón para encontrarlo una vez más. Me costaba entender cómo se volvió alguien tan necesario en mi día a día, si, al inicio me costó acercarme a él en la universidad, ya que Young Soo es muy popular aquí pero él fue tan perseverante que ya no me da vergüenza que nos vean como dos personas que son cercanas.
—¡Sunbae!
Estuve a punto de responderle y él estaba a nada de abalanzarse hacia mi, pero un tono chillón interrumpió la atmósfera, y el malestar invadió mi rostro.
—¡Young Soo oppa! Te estuve buscando por todos lados. —la niña actuó como si yo fuera tan solo una pared, y se lanzó a los brazos de Kim clavando sus garras de zorra. Era la misma mujer que lo beso aquella vez en la cafetería, y nunca le pregunté a Young Soo si tenía pareja, pero tampoco era asunto mío. En todas las tardes que compartimos juntos jamás mencionó la existencia de esta… roñosa.
—Ah… Hola, Jung Eun…—respondió él con una sonrisa nerviosa, y yo solo me dediqué a ver a un lado. Me sentí incómodo y fuera de lugar, no me interesaba conocerla, no quería siquiera presentarme, solo deseaba huir de ahí. Pero no estaba seguro de si quería irme sin Young Soo.
—Eres tan frío, y yo que te he extrañado tanto, oppa. —no los veía pero podía imaginarme la escena horrenda que estaban montando frente a mi.
—Oye… —carraspeé un poco mi voz sin ánimos de interrumpirlos. —yo… me voy por ahi, nos vemos luego. —dije de inmediato para huir de allí cuanto antes.
—¡No! Espera sunbae… —La voz desesperada de Young Soo fue lo único que hizo que me quedara quieto en mi lugar. —Jung Eun, creo que te he dicho que hoy estaría ocupado, no era necesario que me buscaras.
—¿Ocupado haciendo qué? —insistió ella, era tan irritante escucharla. Me atreví a mirarlos y me preocupó ver el grito de auxilio que estaba pintado en todo el rostro de Kim. No me gusta meterme en problemas maritales, pero supongo que podría hacer una excepción por él.
—Ocupado conmigo haciendo lo que no te importa. Vienes aquí y nos interrumpes cuando él te avisa que estaría ocupado. ¿No tienes nada mejor que hacer? —le respondí yo antes de que Young Soo le diera explicaciones a quien claramente no las merecía. Lo tomé del brazo para alejarlo de ella, y continúe. —No se que tipo de relación tienen ustedes dos, pero Young Soo es mi amigo, y no voy a dejar que… —hice una pequeña pausa para mirarla de arriba a abajo. —algo… lo moleste. Vámonos, mocoso.
Él se desprendió por completo de ella teniendo sus ojos abiertos como platos, sabía que ella también estaba impactada por mi actitud pero no me gusta cuando molestan a Young Soo o mejor dicho, cuando me tocan las pelotas a mi. No quería actuar como un completo maniático celoso, pero yo sabía que él deseaba huir y que no sabía cómo hacerlo sin mi ayuda.
—Oye, sunbae… —él rompió el silencio mientras caminábamos hacia la salida de la universidad, yo estaba tan enfadado que imaginaba que me salía humo de la cabeza. Odio sentir este malestar en el pecho.
—¿Qué?
—Jung Eun no es mi novia, es una amiga. —aclaró como si estuviera cometiendo algún crimen. No aclares que oscurece dicen...
—¿Quien…
—Jung…
—...Te pregunto? —suspire irritado, no me interesaba saber. Bueno, tal vez sí, pero son sus asuntos y… —Mira, a mi no me necesitas dar explicaciones, solo soy tu amigo, no voy a hacerte un interrogatorio de quien te toca la polla porque eso es algo privado y tuyo.
—¿Estás molesto?
—No, no lo estoy. —respondí claramente aún más furioso por la pregunta. —Pero es la verdad, a mi no me tiene que importar las zorras que van tras tu culo. ¿O acaso a ti te interesa saber quien me mete o no el pene?
Young Soo frunció el ceño pero no me dijo nada, simplemente suspiro como rendido y me abrazó por detrás regalándome su calor. No tenía ganas de alejarlo entonces lo deje estar, y sin darme cuenta me relaje cuando sentí sus labios acariciar una de mis mejillas. Me daba vergüenza cuando alguien era así de empalagoso conmigo en público, pero no tuve tiempo de detenerme a pensar en ello.
El tema de Jung Eun no se volvió a tocar en toda la salida, y disfrutamos de ese café juntos compartiendo unos ricos postres de chocolate con crema. Había muchas cosas que le gustan a él, y entre ellas, la música. Sacó de su bolsillo su teléfono y compartió conmigo el otro extremo de sus audífonos. No pude evitar reír al oír que sonaba una de mis canciones favoritas, él estaba haciendo el intento de recuperar el ambiente.
—“...I hear the birds on the summer breeze, I drive fast
I am alone in the night
Been tryin' hard not to get in trouble, but I
I've got a war in my mind
I just ride
Just ride, I just ride, I just ride…”
Young Soo recargó su cabeza sobre mi hombro disfrutando del momento tranquilo, pero como siempre y era de esperarse, no pudo aguantar el silencio.
—Me encanta cuando cantas… te he escuchado otras veces.
Luego de aquellos sucesos, al encontrarme tendido sobre mi cama me pregunte porque tuve que actuar de esa manera luego de que pasara lo de Jung Eun. Tenía que estar listo para perder a mi amor prohibido en cualquier momento, y no podía simplemente ser brusco con él hasta llegar a lastimarlo y hacerle creer que es un problema personal.
Me arrepentí mucho de mis acciones pero al otro día volví a ser impulsivo, y dejé que la ira cegara a mi corazón. Porque no lo quería aceptar, pero estos sentimientos involuntarios ya estaban contaminando cada rincón de mi cuerpo, y ya sería imposible para mi salir ileso de esta relación donde no somos nada pero para mi el es mucho.
Ojalá mi corazón me pidiera permiso antes de enamorarme de otra alma.
Porque ahí… Al salir de la clase de pintura tuve que cruzarme con Young Soo y Jung Eun que paseaban tomados de la mano. Mi corazón se estrujó pero intenté pintarlo con palabras reconfortantes como que solo eran amigos y nada más. Pero tampoco me tranquilizaba saber eso, ya que… existen todo tipo de “amigos”, ¿verdad? Pero entonces pensé, ¿Qué esperaba yo de el si sabia que es un hombre heterosexual? ¿Por que tenia que sentirme dolido y traicionado cuando no ha hecho nada contra mi?
Sé que él me vio, pero antes de que pudiera saludar preferí huir de allí y encerrarme en uno de los baños más cercanos a mi salón de clases.
Llore. Estúpidamente lloré por algo tan soso y vergonzoso. No tenía derecho a sentir dolor, siquiera a enojarme con él, porque él no tiene la culpa de que yo lo desee con todo mi ser.
Es frustrante vivir en este círculo vicioso, pero no le dedique muchas lágrimas,pronto lavé mi rostro para salir con la cabeza en alto como si nada hubiera pasado. Pero él estaba afuera esperándome apoyado contra la pared con sus brazos cruzados y su mirada más seria de lo normal.
—Sunbae… —Su voz ronca me hizo suspirar.
—¿Si?
—¿Qué ha pasado? —preguntó tomando mi mano como si temiera que huyera. —¿Ha pasado algo malo? ¿Alguien te hizo daño?
La ultima pregunta me paralizó y creo que él lo noto, aun así intente hacerme el tonto como si el estuviese loco y yo completamente bien.
—Amm… ¿no? ¿Por qué?
—Ah… está bien. —suspiro profundamente y me jaló más cerca de su cuerpo, para así entonces rodearme con sus brazos en un abrazo que debería ser reconfortante pero me hacía sentir más culpable por ser tan pésimo amigo. —No necesitas decirme si no quieres, pero no olvides que siempre estaré aquí para darte apoyo, Yun…
—Lo sé… muchas gracias por eso. Ammm… ¿tú no estabas con…
—¿Jung Eun? —Solo asentí sin ganas de oír pero con el corazón más curioso que nunca. —Bueno, la dejé por ahí cuando vi que corrías, pensé que alguien te hizo algo y… no lo sé, pensé que tal vez me necesitabas.
Me sentí más conmovido al oírle y mal por estar tan feliz. Me aproveché de él para abrazarlo fuertemente y ocultar mi rostro en su pecho. Amaba el olor de su perfume, hacía que mi corazón bombee mucho más rápido de lo usual. Quería quedarme por siempre ahí pero no era posible y tenía que mentalizarme que no había oportunidad. Estoy tan cansado de romper mi corazón yo mismo, pero es inevitable no caer en el amor cuando esta ola abrasadora te inunda el pecho. ¿Por qué me haces esto Kim Young Soo?
—Quédate conmigo… —susurré casi inaudible dejando que la culpa azotara mi espalda.
Al final nos fuimos juntos de la universidad, pude sentir la mirada envenenada de aquella mujer y me sentí terrible por sonreír como si hubiera triunfado en aquella batalla. Tan egoísta, definitivamente sigo siendo la misma porquería de siempre sosteniendo el brazo de un inocente.
No pudimos tener una salida como otras veces ya que a mí me correspondía trabajar horas extras el día de hoy porque había arreglado con Ju Won, pero Young Soo sigue siendo tan amable que me preguntó si quería quedarme en su casa al salir de mi turno. Acepte, claro que dije que sí, y no se porque una parte de mi estaba más ansioso de lo normal. Creo que el universo quería hacerme un spoiler de lo que me esperaba aquella noche.
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