Construida junto a los Laboratorios de Reparación Mecánica, la Sala
de Estudio estaba pensada para que los Navegantes descansaran,
estudiaran y socializaran con los demás cuando sus pilotos no
estaban en combate pero Claire estaba preparando bebidas calientes.
Han pasados seis semanas desde que fue seleccionada como Navegante
del Comandante Diether.
Vertió agua caliente en el cuenco con hierbas y raíces. El agua se volvió negra.
-He
oído que los comandantes pueden elegir a sus navegantes. ¿Es eso
cierto? -
-Es un hecho, Johan. -
-Y oí que Marlowe fue
seleccionado como el Navegante del Comandante Brooke cuando supero la
prueba de sobrevivir una semana de entrenamiento con el Comandante
Diether. -
-¡Eso
sucedió! Deberías haberlos visto. Tan valientes. El Comandante
incluso redujo los descansos y el tiempo de sueño. Se estaba
divirtiendo mucho. -
-Ni siquiera lo intenté. No importa si van
a ganar más créditos siendo los navegantes de un piloto de alta
puntuación. No vale la pena la experiencia cercana a la muerte.-
-Y
sin embargo, te conseguiste un Segundo al Mando.-Se revolvió otra
taza de Misdrel.
-Vjoltran
sólo es un Segundo al Mando porque el Comandante lo hizo así.-
-Su
historial es prometedor. -
-Supongo. ¿Qué estás haciendo de
todos modos? -
-Mezclando Misdrel para encontrar la mejor
preparación para servir al Comandante. -
-¡Ese
vil veneno! ¿Eso es para el enano gruñón? No necesitas convertirte
en su sirviente sólo porque es el Comandante...-
-No
es por él. Es por el bienestar de todos. -
-¿Eh?
-Es
menos cruel cuando bebe esta tinta amarga. ¡Creo que lo vi sonreír
una vez! -
-Ese hombre sólo puede sonreír ante el sufrimiento
de los demás.
-!Cuida esa lengua!Sabes que un Comandante puede
enviarte a Re-educación si lo desea.- interrumpió abruptamente una
tercer persona.
Johan
dio un brinco del susto.
Un
hombre alto y y de mirada cansada estaba frente a ellos con una taza
de café en la mano. Los miraba con ojos entrecerrados. Tommy Giwera
era un Navegante igual que ellos. Pero su piloto era diferente.
Prefería las misiones solitarias en el desierto que le obligaban a
permanecer despierto mientras el resto de la nación dormía. Otros
navegantes pensaban que siempre estaba enfadado, pero solo estaba
cansado.
-¡Tommy!
- le saludo con una cuchara en la mano.
Giwera le devolvió el
saludo y siguió bebiendo su café. Pronto se les unió otro
Navegante. Una cara sonriente y amable.
-¡Marlowe!
Creí que ya estarías muerto. - Johan le palmeó el hombro.
-Oye,
cuidado. Todavía me estoy recuperando de la semana infernal. -
-Hah.
Me sorprende que lo consiguieras. Yo no aguantaría tanto. Ese
hombrecillo es un vicioso. - dijo Giwera.
-Sólo
es severamente estricto. - corrigió Claire.
Marlowe
estaba agradecido a su Comandante por que le dejara descansar una
semana, se dejó caer en una silla cercana y se recostó preparándose
para echarse una siesta. Las charlas de sus compañeros en la sala
fueron como una canción de cuna después de todos los gritos del
comandante mas corto del Imperio.
-Es muy
amable por su parte. -Preparó otra tanda de Misdrel y tomó nota,
este era demasiado amargo.
-De
todas formas, he oído que has tenido problemas con su equipo. ¿Qué
pasó, Claire? -Giwera terminó su café y contempló su taza vacía.
-Oh, eso. Bueno, la altura del comandante no es la estándar.
Así que tuve que recortar algunas piezas...-.
Johan resopló y
lo llamó enano. Claire lo fulminó con la mirada y continuó.
-Tiene sus ventajas. Sin ese peso puedo aumentar el número de
núcleos Ivosy de su unidad. -
-¡Eso supondría un enorme
aumento de su rendimiento! - Giwera dejo su taza vacía a un lado y
cogió una de las tazas de Misdrel.
-¡Exactamente! ¡Imagínate
todos los núcleos! - Levantó los brazos ignorando la taza perdida.
Giwera
bebió un sorbo, arrugo la cara y siguió bebiendo. Johan levantó
las cejas sorprendido esperando que cayera muerto por beber aquel
veneno. Pero seguía allí, vivo y... ¡bebiendo más!
-No
te olvides del Núcleo Matricial. Necesitarás añadirlos allí. Y tú
no tienes ese conocimiento. - Giwera se crispó un poco después del
último trago.
Claire
hizo un puchero y puso las hierbas a un lado. Tenía razón.
-Puedo... ponerte en contacto con esos nerds de la programación. Quizá puedan ayudarte con eso. - se ofreció Johan.
Todos
dejaron de hacer lo que estaban haciendo; excepto Marlowe. Roncaba.
-¿Harías
eso? -preguntó Claire volviendo a hacer Misdrel.
-Claro, por qué no. De qué sirve tener influencias si nunca las uso.- Johan se encogió de hombros. -Y hablando de esos frikis... ¿Qué noticias hay sobre las pruebas de RV y el sistema de RA?
-Ya
hubo algunos incidentes con la RV.- Giwera terminó la bebida de
Misdrel y miró el resto de las tazas.
-La
incompatibilidad es un problema serio. Así como el uso excesivo.
Trabajaremos con AR en los combates para evitar la sobrecarga de
datos en los pilotos.-Claire probo su nueva receta y entrecerró los
ojos. Demasiado amarga.
-Hay
un límite en el número de máquinas y extras sintéticos que puedes
atar a un humano antes de que se rompa en pedazos.- Añadió Giwera
cogiendo otra taza.
Johan
se estremeció. -Por suerte, yo no soy uno de ellos. Y debería
ponerme en marcha. Tengo una reunión con mi piloto. -
-Diviértete,
Johan. - Se despidió Claire.
-Ustedes dos sigan bebiendo ese
veneno negro. -
Johan
Hart salió de la Sala de Estudio y se dirigió al exterior del
complejo. Los pasillos siempre estaban cubiertos de carteles para
asegurarles que tenían razón y que estaban bien preparados para
defender al Consejo Everista y al Imperio de los sucios rebeldes
desviados.
Se alegró de que el Cuartel General estuviera lo
bastante cerca como para no tener que utilizar aquellas peligrosas
plataformas ambulantes. Sólo un par de calles más...
Lo empujaron desde atrás hacia un callejón.
Intentó
escapar, pero unas manos pequeñas le agarraron de la corbata. Una
pistola Ivosy le apuntaba a la cara.
-¡Tú!-
Johan lo reconoció.
-Es comandante Diether para ti. - Arrojo a Johan contra la pared.
-¿Qué?
¿¡Qué es esto!? ¿¡Qué quieres!? ¡No tengo créditos conmigo! -
-No
quiero nada de eso. Tonto. - Lo miró con odio.
-¿Entonces? -
-Eres
el Navegante de Vjoltran. -
-Sí... Mira, ¡yo no elegí eso! -
-Sabes,
él estará arriesgando su vida ahí fuera mientras tú te sientas
cómodamente. Después de todo, si el piloto muere te asignarán uno
nuevo, ¿verdad? No es gran cosa. -
-Yo… yo no. No es como… - trato de defenderse Johan.
-Escucha bien. Si Vjoltran resulta herido. Te borraré.- Apretó
la pistola contra la barbilla de Johan. -No la cagues. ¿Están
claras las órdenes? -
-Sí. Muy C-c-claras. Sí, S-s-s-señor.
- Aseguro Johan tratando de no romper en llanto.
Diether
le soltó. Le sonrió, pero no era una sonrisa de felicidad. -Cuida
tus acciones, Johan Hart. - le dio una palmada en el hombro. - Bien.
Ahora ve a reunirte con tu piloto. No hagas esperar al Segundo al
Mando. -
Johan se deslizó hacia un lado de la pared sus
piernas temblorosas no le dejaban moverse. Diether le apuntó con el
arma a la cabeza y susurró – Vete.-
Johan
chilló y salió corriendo.
Diether observo como corría
el Navegante de Kajei. Con esto había asegurado que el Navegante
hiciera el mejor trabajo posible para mantener a Kajei con vida en el
campo de batalla.
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