Un hombre de estatura promedio cogió su bata blanca de laboratorio y se la abrochó. Sus dedos biónicos recorrieron su corbata mientras la anudaba. Posó momentáneamente ante el espejo y esbozó su mejor sonrisa. "Soy increíble" se dijo a si mismo mientras se peinaba su alocado y encrespado cabello castaño y su barba eriza.
Mientras
tanto, en el cuartel general, los soldados formaban una fila para
someterse a diferentes pruebas. Tal vez fuera una prueba de
eficiencia, pensaron.
Kajei
miraba preocupado al frente de la fila que tenía delante. No parecía
llegar a un punto de partida.
-Ah, vamos a estar aquí mucho
tiempo. ¡Me voy a morir de hambre! -
-Kajei. Deja de quejarte
como un niño pequeño. No tendrías hambre si te hubieras levantado
antes y desayunado como el resto de la gente normal. -
-Pero
estaba muy cansado. Esto es SU culpa, Comandante. -
-No veo que
el resto se queje. Y todos se levantaron temprano y desayunaron. SU
argumento no es válido. -
-Eso es porque te tienen terror. -
Kajei se cruzó de brazos y puso mala cara.
Diether sabía que era cierto. Sonrió contento con los resultados de su dura gestión. Y hubo silencio durante el resto de la espera.
Cuando
por fin se acercaron al principio de la cola, un hombre con bata
blanca de laboratorio los saludó con una gran sonrisa y grandes
colmillos afilados. La bata estaba manchada de sangre, pero no
parecía trabajar en enfermería o cirugía. Diether se preguntó las
razones de aquel estilo innecesario. Sus brazos eran biónicos y
llevaba unas extrañas gafas brillantes. Las luces LED de las gafas y
los brazos parpadeaban de vez en cuando. Quizá perdió los brazos en
un terrible experimento o durante el ataque de los aviones rebeldes
hace algunos años.
-
¿Vjoltran, Kajei? - preguntó el hombre.
-Aquí... -tartamudeó
Kajei levantando la mano derecha.
-Soy Isaac C. Erhlich, Jefe
Investigador. Como parte del nuevo proyecto del Imperio va a realizar
una prueba en nuestra nueva máquina virtual. No se preocupe. Nada le
hará daño. Sólo tiene que firmar aquí, al final de este
formulario. - señaló el final del papel con un bolígrafo.
Kajei
volvió a mirar a Diether, que le indicó que firmara.
-De
acuerdo entonces... Supongo que puedo confiar en tu palabra. Señor
investigador. - Firmó el formulario y fue guiado hasta la máquina.
Poco
después de salir se oyó un grito.
-SANTO CONSEJO EVERISTA,
ESAS AGUJAS SON ENORMES. ME VOY DE AQUÍ. -
-NO
PUEDE IRSE, SUJÉTELO. -
-¡AAAAAAAAH!
-
Y
de nuevo el silencio.
En
el frente de la línea su Comandante suspiró con desaprobación.
Veinte minutos después, el investigador volvió a la
línea.
-¿Comandante Diether? - Preguntó mientras miraba la
lista.
-Aquí
-respondió Diether levantando la mano izquierda. -No hace falta que
lo explique. -
-De acuerdo. Firme aquí y podremos empezar. - El investigador entregó el formulario a Diether y sonrió mientras firmaba.
Luego
guió a Diether hasta la máquina virtual. Una estructura metálica
cubierta de cables, enchufes y pequeñas luces intermitentes. Los
bordes marcados con etiquetas de precaución.
-Por favor, párese aquí. - Señaló al suelo, donde había pintada una equis en color rojo. -En breve procederemos. Puede que sienta un pequeño pinchazo, pero no hay de qué preocuparse... por ahora -sonrió mientras abandonaba la zona marcada para unirse a un grupo de empollones vestidos de forma similar con batas blancas.
Diether
se acercó a la máquina. El investigador le paso un extraño casco,
bastante ligero para la cantidad de cables que tenia.
-Por favor, póngase esto.- espero a que Diether se colocara el casco y continuo -Será su dispositivo visual y auditivo en el núcleo matricial. Pronto estará en el campo de batalla. Su misión es exterminar a todos los objetivos. Preparados. Iniciar.-
Su
visión se ennegreció por un momento y sintió como si le clavaran
un cuchillo por la espalda y luego colores aleatorios se difuminaron
en la oscuridad transformándose lentamente en un campamento del
desierto. Cayó de rodillas por un momento y se cubrió la cara
luchando por mantenerse consciente y tratando de decidir si lo que
estaba viendo era real o no.
-¿Esto
es real? -
-Bastante
real. Le dolerá si se hace daño. Ese es el nivel de real que tiene.
- El Doctor respondió.
- Su primer destino está delante. Se
le proporciona una pistola de plasma Ivosy estándar. La munición
debe adquirirse en el área.
Ah, y no estáis solos. Cuidado. -
Diether se puso en pie y sacudió las botas. Miró al horizonte y sonrió para sí. Se preguntó quién más estaría allí. ¿Enemigos?
-¡ESPERA!
¡NO ME DEJES AQUÍ! ¡AYUDA! - alguien le grito por atrás.
Diether
miró detrás de él en la dirección de los gritos, distinguió a un
hombre que corría hacia él; al hombre le seguían otros cinco
hombres, todos disparando a el. Alzó las cejas con incredulidad.
- En serio...-
Kajei
se lanzó contra Diether. Los otros hombres dispararon sus armas y
les dieron a los dos. La prueba terminó tan rápido como empezó.
-¡Santo
Ivosy! ¡Joder! - maldijo Diether mientras se quitaba los cables de
los brazos y el cuerpo.
El investigador inclino la cabeza hacia un lado, confuso. Observó cómo el comandante corría por el centro de investigación en busco de Kajei y cuando lo encontró ambos empezaron a discutir y Kajei acabó huyendo de Diether sólo para chocar con el investigador. Ambos cayeron al suelo.
Kajei
se arrastró detrás del investigador. -¡No deje que me haga daño!
- Suplicó.
-¡Kajei, has arruinado la misión! - gritó
Diether cuando los alcanzó.
-Por favor, caballeros... No
peleemos dentro de las instalaciones. El equipo es muy caro. - Dijo
el investigador ajustándose las gafas incandescentes e impidiendo
que Diether se acercara. -Es muy importante que sigamos el protocolo
para poder asignarlos a sus unidades de combate a pilotar. -
-Espera… unidades de combate. Pensé que seriamos parte de la Armada. -
-Oh, no. El Imperio ha invertido en nueva tecnología, serán los primeros pilotos de las unidades de combate. Trajes de combate altamente armados para combatir rebeldes impulsados por energía Ivosy pura. Una vez terminemos las pruebas podrán elegir a su Navegante, quien se encargara de llevar las métricas y estadísticas de su combate. Así como del mantenimiento y calibración de su unidad. -
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