Felipe: En el patio en unas gradas tranquilo estoy con mis amigos, José alegre, Marta concentrada leyendo, Azúcar esta preocupada, Néstor pensativo, el resto estan concentrados en otras cosas, sentados unos escalones abajo incluida Dolores dibujando.

–Me impresiona tanto lo que está ocurriendo –desconcertado comento.

–Sin duda, no es poco el atrevimiento de sacar de su encierro a Rosa Negra –Marta indignada me responde.

–Creo que Felipe hablaba de otra cosa–Néstor irónico le dice, y tiene razón.

–Oye Azúcar te ves preocupada –José intrigado le habla, ignorándonos a los demás.

–No he visto hoy a Clavel, y creo que no vino como ayer –Azúcar preocupada menciona. Yo no lo había notado.

–¿Siempre llamaste para ver si está enferma? –José preocupado le pregunta.

–Si, se supone que salió ayer para acá, pero ya sabemos que no llego. La metí en problemas, según ella por llamar. Nadie se había dado cuenta que se fue para otro lado –Azúcar seria y algo ansiosa nos revela. ¿Qué?

–Momento, Clavel se 《voló》. Parece tan irreal –desconcertado hablo. No sé qué pensar.

–¿A dónde se supone que fue? –Marta seria pregunta.

–A ver ese evento público de moda, ¿Cómo se llama… ? –Azúcar algo confusa le responde. Se de lo que habla.

–Pasarela W, será toda la semana. Néstor va a participar en la tarde –decepcionado le respondo. No tiene necesidad de eso.

–Ya que lo mencionas ayer la vi, creí que tenía permiso. Aunque explica porque estaba tan adelante, con tanta gente que fue –Néstor incrédulo nos comenta.

–Y hoy tampoco vino, no suena nada bien. Se me hace muy raro ella siempre ha sido muy aplicada –decepcionado menciono. ¿Qué esta pasando aquí?

–Ella quiere estar al mismo paso de sus hermanas mayores. La mayor está en la U y, la otra por graduarse del bachillerato –Azúcar seria nos explica. Pero esas 2 van a clases normales no militares.

–No entiendo porqué eligen compararse con los malos pasos y no los buenos –Marta seria y confusa menciona.

–La de la U, lo ha hecho un par de veces para ir a eventos, y la han castigado por eso, son severos –Azúcar incomoda nos cuenta.

–No tiene sentido para mí –Néstor confuso menciona.

–Ni para mí –yo totalmente decepcionado les digo. Cuando sea hermano mayor quiero ser un buen ejemplo no uno malo.

–Ustedes son hijos únicos cada uno. ¿Qué miras Edwin? –Marta seria nos habla, pero al ver a Edwin se intriga de manera extraña al preguntarle.

Este quien tiene cabello largo a las rodillas castaño claro, ojos violeta, tez morena, de 1: 65 centímetros, de manera sutil nos señala a Isabel y Carola quienes parecen enojadas la una con la otra y al terminar las clases aún están en discordia; solo se comunican con las miradas. Ana jala a Azucena y las 2 se van en bicicleta; Carola e Isabel usan patines y patineta respectivamente, está ultima parece estarse preparando para llegar a los golpes, pero solo se van, no sin que todos los estudiantes lo notemos, y cualquiera pensaría que no las hemos dejado de mirar desde el recreo.

–¿Qué pasa con esas 2? –José totalmente confundido pregunta.

–No le des mucha mente, te volverán loco, pregúntale a Edwin –incomodo es lo único que puedo decir.

–Créeme se solían llevar mejor tanto entre ellas como con el resto, pero Carola, se ha vuelto problemática, Isabel solo lo parece ya que siempre trata de controlarla, Ana cada vez es más retraída y no sé qué le pasa a Azucena –Edwin frustrado le explica de forma breve el asunto.

–¿Seguro qué son amigas desde la primaria? –José incrédulo pregunta.

–Claro, conozco a Isabel desde tercero, las demás llegaron después. Debería alejarse de ellas antes de que la arruinen –Edwin serio y algo molesto le responde.

–¿Tú crees qué llegarían a los golpes? –José preocupado le pregunta. Y yo también quiero saber.

–Isabel sí y ganaría, cinta negra. Carola solo es pura palabrería –Edwin con tono presumido afirma.

–Si te importa tanto, deberías decirle lo que mencionaste. En verdad podrían arruinarla, yo no lo dudo –serio le comento. Cada día van a peor.

–Bueno, ella es quien las controla –Edwin incomodo intenta justificar su situación.

–No me parece que valga la pena –serio con tono exigente le hablo.

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Edwin: Todos me miran con seriedad, casi dan miedo ¿para qué abrí la boca?. Preocupado tras dar vueltas por ahí pensando qué hacer, voy a casa de Isabel; al tocar me abre Igada tranquila, de cabello a los hombros castaño oscuro con líneas azules, ojos dorados y tez morena, de 1: 68 centímetros.

Me permite entrar y paso a sentarme en la sala en el mismo comedor donde Isabel cena. Tiene puesta una blusa de tiras amarrilla y un mocho negro. La señora me trae un jugo de fresa y unas galletas. Esta se queda a un lado también cenando, por los platos vacíos se puede saber que hay otras 5 personas en la casa. Estan todos hoy.

–Gracias señora Igada –agradezco cortes, como buen amigo de la casa que soy.

–¿A qué esa cara? –aburrida y anticipándose a mi, me pregunta.

–Lo que paso en la salida de la escuela. Carola está acabando con tu paciencia –preocupado le comento.

–Cuesta hacerla entrar en razón –incomoda me explica, o intenta justificar el asunto no sé.

–Escucha, hemos sido amigos por más tiempo… siempre hemos tenido desacuerdos, pero nunca a este nivel. Ellas no son como eran en la primaria y cada momento se van más por una senda peligrosa en varios sentidos –preocupado expongo mis temores.

–¿Qué te dijo Felipe sobre Azucena ahora? –Isabel molesta me pregunta, mirándome de forma amenazante.

–No la menciona para nada. No entiendo la razón para que no te escuche, a espera Carola es esa razón. Debes alejarte de ellas 2 y alejar a Ana, es muy influenciable, la podrían meter en problemas. Por ahora solo han sido tonterías, pero podría empeorar –. Sigo con mis temores, y los de muchos en la academia.

–Hasta que Azucena no entienda que no le interesa a Felipe, va a seguir adelante; el problema es que eso significa en su cabeza que él este de novio de otra –bastante molesta y frustrada me explica.

–Oye, sabes nuestro lugar, leí algo a lo que se le llama 《travesuras》. tú podrías ayudarme con eso –con mi típica sonrisa maliciosa le comento.

–La última vez que te ayude con algo así causamos un desastre, 2 días de castigo y un largo sermón –fastidiada intenta ponerme trabas.

–Si usamos las travesuras, podemos darles poderes temporales a los 2, los podemos usar como practica porque eso hacemos, o haremos, y ellos 2 pueden conocerse de nuevo《de cero》, y vemos que pasa –calmado y aún sonriendo expongo mi plan.

–Bueno, tenemos permiso para hacer eso, pero necesito algo más que prácticas para intentarlo –fastidiada me dice mientras《entierra》 la cabeza en la mesa.

–La travesura roja con violeta, la llamada Espejismo, ella puede atraer a los revoltosos, intentaran hacer que se les una o robarle, el《amuleto》 –como siempre tengo todo fríamente calculado.

Ella me mira muy seria, voltea solo sus ojos a mirar a su madre quien con una risita juguetona le acentúa. Isabel suspira resignada y vuelve a mirarme muy seria, inquieto solo espero que no intente golpearme. Es esta casa opinan:《para hacer, primero tienes de deshacer》.

–A las 8 en la biblioteca –resignada me indica.

–Te veo ahí –calmándome le contesto.

Tranquilo me termino el jugo, lo he estado bebiendo de a poco durante toda la conversación, y me voy, se que ella no esta muy convencida, pero tampoco parece tener alguna mejor idea, siempre mirando a su madre quien ríe de manera picaresca. Sin duda sabe de lo que hablo y debe pensar en cuanto eso puede divertirlos a todos los mayores.

Ya en la biblioteca que está cerrada al publico, mas no vacía; abajo hay varios grupos de personas que se encuentran trabajando, revisando libros antiguos y demás objetos, entre ellos los miembros del grupo de Maestro Ancestral. La madre de Isabel nos acompaña como una de las hechiceras, de sombrero con punta azul oscuro, una mascara blanca que tiene una estrella de 4 puntas doradas, un top blanco, una larga chaqueta de mangas largas azul claro, una falda corta azul oscuro, pantimedias blancas, con botas cortas azul oscuro con tacones de 7 centímetros. Claro que alguien nos va a supervisar aún estamos aprendiendo.

En ese momento 1 de los encargados se acerca a nosotros, tiene el cabello por debajo de los hombros café claro, ojos purpura y tez blanca, mide 1: 83 centímetros, este nos ve serio, nosotros estamos algo nerviosos.

–Hola profesor Samuel –Isabel lo saluda, por cortesía más que nada.

–Creemos que usar las travesuras podría hacerlos salir, y facilitar el trabajo a Rosa Negra –intentando no sonar falso le digo con emoción.

–Me cuesta creer que esto sea tan usado, profesor Samuel –Isabel intenta cambiar el tema.

–Entiendo, pero es una de las más antiguas artimañas del reino; nos ha valido victorias y muchas otras cosas importantes. Esta es la recamara de los Ojos, yo no puedo entrar, solo los que hacen parte de su círculo, pero tengo las llaves –Samuel serio y algo aburrido nos comenta.

–Nunca ha habido problemas serios, podemos con esto, vamos –tranquilo lo digo, ocultando la malicia.

–Realmente espero que tengas razón – Isabel incomoda me dice, quizá es angustia.

–Nada de que preocuparse, es muy normal que a su edad se hagan estas cosas. Ahora es el mejor momento para ir dominando estas habilidades. Además la Hechicera Morgana esta con ustedes –Samuel firme y《profesional》habla.

Los 2 entramos apenas él abre, cuando pasamos a ambos se nos coloca encima unos trajes ceremoniales, unas túnicas blancas con unas bufardas verdes, y máscaras negras, el profesor cierra la puerta algo intranquilo mirando a Hechicera Morgana. Y aún podemos escucharlos.

–No dudo que Isabel pueda hacer esto, ella es la mejor, pero Edwin está en esa edad que en los varones suele ser tan problemática. Suerte para mí que la supere rápido, igual mi hijo mayor –Samuel habla serio y exagerando, sobre Manuel hasta Marta piensa que es aburrido.

–Romper cosas es una parte del aprendizaje y es mejor si se trata de esos vándalos –la señora Igada nunca deja de verle el lado bueno a todo.

–Comprendo lo que dice –Samuel suena decepcionado.

Los 2 nos quedamos junto a la puerta, adentro aparecen frente a nosotros 3 libros, miramos el montón de muñecas de porcelana y telas; en el centro esta el cofre, a unos pasos de este detrás estan los 5 espejos, 1central y los otros 4 alrededor, los 2 nos acercamos al cofre, Isabel lo abre con cuidado mientras yo saco 2 esferas verdes, ella enseguida lo cierra. Los libros estan a nuestros lados abiertos en distintas paginas.

–Bien, ya toma las muñecas y al espejo –. Le indico que hacer al verla desubicada.

–Vaya situación –incomoda lo dice.

–Respira profundo. Es lo único que se me ocurre que podemos hacer a estas alturas, además de llevarla a psicología –jocoso le comento. No hay marcha atrás.

Ella toma una muñeca cosida de colores: rojo con violeta, y otro que parece un soldado de azul con morado. Yo le doy una de las esferas mientras tomo el muñeco, y vamos al espejo; cada 1 acerca la esfera a una parte del espejo, en el de Isabel aparece Azucena durmiendo, en el mío no aparece nada, el espejo se torna negro. Para mi gran sorpresa.

–No te creo, Felipe tiene un muleto o joya y, no me lo ha dicho –inmensamente sorprendido exclamo.

–Las reglas suelen limitar el dar esa información, en la gran mayoría de los casos –Isabel impresionada siendo doña obvia.

–Lo sé, pero no deja de ser incómodo. No se puede devolver una travesura sin usar, tengo que dársela a alguien –aún sorprendido le respondo.

–Dásela a Tomas, a él parece gustarle Azucena –Isabel medio confundida sugiriendo un triangulo.

–Si, por qué no –. Sin ninguna idea es mejor que nada.

Vuelvo a usar el espejo y aparece Tomas esta en el salón con Azucena, él de cabello a la cadera negro y puntas salmones, ojos azules, tez negra, de 1: 58, se sienta detrás de ella. Ambos soltamos las esferas, estas atraviesan los espejos llegando a los 2; estas entran en sus cuerpos, enseguida los muñecos comienzan a flotar en frente de los espejos.

–¿Los despertamos? –emocionado le pregunto.

–No, esperemos a mañana, lo mejor es eso. La energía de las travesuras debe mezclarse con la de ellos para que funcione bien. En la cultura de Azucena,《Espejismo》se conoce por《Gema Flor Nocturna》–Isabel preocupada me comenta.

–El caballero de《Sombras》es conocido por todo el continente por el nombre de guerrero de《Hoja de Hielo》No tendrán problema –confiado le digo.

–Estos nombres viejos que toca usar. Digo nadie aceptara algo que no aparezca en libros de historia. Aunque claro, una travesura no puede ser rechazada –Isabel aún preocupada comenta.

–Pero facilitara su aceptación. Podemos《pre-grabarnos》de modo que tendrán toda la información inicial sin sospechar nada. Una parte al despertar, otra al medio día y otra por la noche –confiado y alegre le recuerdo.

–Nosotros los miembros jóvenes de la alta comisión, hacemos de círculo íntimo y secreto; encargados de hacer lo que para los mayores seria escandaloso y evidente ante el pueblo –Isabel comienza la ceremonia.

–Un pueblo que rara vez sabe lo que quiere, siempre es diferente y es fácilmente influenciable para seguir ideas vánales y autodestructivas; por eso los de nuestra clase quieran o no vamos a existir –. Yo la complemento.

–《Travesuras, traigan un juego divertido en noche y en día, que no se pueda detener; que los gruñones sean los aburridos y por ende el enemigo, que serio, pero flexible sea el amigo como el más divertido》 –. Isabel da las ordenes del despertar.

–《Ahora que comience el juego, que es nuestro deseo, que griten los que nieguen las reglas que dan orden mientras que seguirlas sea motivo de alegrías; nadie saldrá lastimado por la infraestructura y la orden que mando》 –. Termino de dar las ordenes para que comience todo.

–Ya con eso basta, realmente es difícil decidir qué hacer –Isabel confusa comenta.

–Incluso con esto, insisto que debes hablar con Ana –serio le digo. Es necesario.

–Lo voy a hacer, después de clases mañana –no muy convencida me responde.

Los 2 estamos preocupados sin duda. Damos las ordenes para la tarde y la noche, y nos vamos de la habitación, las demás personas siguen trabajando, saben que hemos usado las travesuras y quieren ver qué ocurre como si de un simple juego de niños se tratara. Sin duda Igada, la madre de Isabel es la primera de esa lista.