— Min Suk, es el padre de Min Yun Hyung... —
Seung Jin se enderezó y miró confundido a Dae-Hyun.
— ¿Estas seguro? — preguntó el castaño con el ceño fruncido.
Dae-Hyun asintió, sin dejar de observar el papel igual de sorprendido que todos en el lugar.
— Hyung me habló un par de veces de él. Pero si quieres estar seguro, puedes ir a corroborarlo ti mismo, puedes ir y preguntarle— le miró el peli gris.
Seung Jin solo pudo quedarse en silencio, intentaba procesar ambas noticias, una pista de asesinato que parecía ser una expiación inservible, y una conexión con el padre de su, hacía poco, empleado. Las cosas no concordaban, no tenían sentido. Se quedó mirando a la nada.
— Joon tiene razón, un asesinato es un asesinato — pensó Seung Jin en voz alta volviendo en sí — Si es realmente la sangre del padre de Min Yun la que se encuentra allí, entonces debo encontrar la conexión — dijo aún con el seño fruncido, luego se giró de la nada para retirarse del lugar sin decir mas.
Joon miró a ambos muchachos que se encontraban en la cocina .
— Lo siento, él, esperó mucho por esto, es por eso que... — suspiró el moreno — Iré a hablar con él — dijo y fue tras el mayor.
— Nunca había visto a Seung Jin Hyung de esa froma — Young Soo comentó anonadado — ¿Es la situación incluso peor de lo que pensaba? — dijo pero más como una pregunta para sí mismo.
— Así parece— comentó Dae-Hyun.
Verificando bien detalladamente todos los datos del papel, precisamente, la información se asimilaban al padre de su amigo. Seung Jin no era el único que se encontraba confundido al respecto, sabía que el padre de Min Yun andaba en malos pasos, pero ¿Una conexión con Mr. Jeong? Él es un tipo de alto estima, incluso por los trabajos más sucios, y por las historias que le contó su amigo de su padre, jamás podría haber hecho algún negocio con un tipo que se pisaba la cola así mismo cada dos por tres.
Young Soo observó el semblante serio del peli gris, todos su seres amados estaban luchando por el, y él sólo podía observar. Ver a Dae-Hyun tan serio y preocupado le dolía, le gustaría hacer algo para que sonriera, ser de ayuda aunque sea de alguna forma, pero se sentía tan inútil, una carga.
Apoyó su espalda contra la pared al lado de la puerta, y suspiró.
— Lo lamento — pronunció el menor, esto causó que Dae-Hyun le mirara de inmediato, el mayor no comprendía por qué de la nada su conejito se estaba disculpando — No puedo hacer nada para ayudarlos — frunció el ceño— A pesar de que están haciendo tanto por mí... ¡Yo, los recompensaré de alguna forma, cuando sea más fuerte...! —
Dae sonrió, claro que su conejito se disculparía, por que ese frágil niño siempre fue así, se sentía culpable hasta de lo que no era su culpa.
El mayor se acercó a Young Soo y lo tomó de los hombros mirándole al rostro, sonriendo dulcemente y, luego de acariciar tiernamente su mejilla, lo abrazó.
— ¿Por qué te disculpas? ¿A caso hiciste algo malo? — le dijo el peli gris.
— Pero... — Young Soo se sintió mal, sólo agachó su cabeza, percibiendo el tibio hombro del mayor en sus labios.
— ¿Estás sintiéndote una carga en este momento verdad? — el mayor sonrió.
— .... — El menor solo pudo aferrarse mas ante aquello. El contrario había dado en el punto.
— Siempre estás pensando en cosas innecesarias — bufó Dae-Hyun y acarició los negros cabellos del menor — Lo diré una sola vez, así que escucha con atención. Tú no eres una carga, no hacemos esto por obligación, lo hacemos por que queremos cuidarte y cuidarte nos hace felices. Que no estés sentado en una computadora investigando criminales no significa que seas débil, todos somos fuertes a nuestro modo y tú, Young Soo, eres el más fuerte de todos nosotros — sostuvo su rostro y le miró a los ojos — Soportar tantos años de soledad y abusos incluso siendo un niño, y a pesar de todo, aún ser tan amable y tierno... Si hubiera sido yo me habría vuelto loco al tercer día, pero tú, aún estas aquí, conmigo — sonrió y el menor imitó el gesto, sintiéndose tocado por aquellas palabras — Tú eres la fuerza de Joon, de Seung Jin y la mía, es por ti que podemos movernos y hacer todo esto. La mejor forma en la que puedes ayudar, es siendo paciente y manteniéndote a salvo — dijo y le besó la frente con cariño.
Young Soo cerró los ojos al sentir aquel beso, apretando la camisa del mayor con sus puños. Estaba siendo tan tonto y miserable en este momento, fue estúpido victimizarse aún más, preocupando a Dae-Hyun con lo mucho que estaban pasando. Él sería fuerte, por ellos.
— Voy a mantenerme a salvo — dijo contra el hombro del mayor frunciendo el ceño.
Dae sintió ternura por aquel firme comentario y esos puños aferrándose a sus ropas.
— Así se habla.— Le animó — Otra forma de hacerme feliz es usando el juego que te regalé — reprochó haciendo un puchero, ya que el menor estaba tan sumergido en los libros que Joon le traía que no podía evitar sentir un poco de celos.
— Ahaha, lo haré, pero es más divertido jugar con Hyung — lo miró elevando el rostro.
— ¿Lo es? —sonrió y el menor asintió con su cabeza. Entonces Dae-Hyun acortó la distancia entre ambos, abrazando aún más a su pequeño y depositó un dulce beso en sus labios, el cual fue correspondido con mucho gusto.
El incesante sonido del celular resonó en la habitación, penetrando en la cabeza del peli menta como si fueran clavos. Si la genial sensación de perder la razón se la brindaba el alcohol, entonces la resaca era su karma.
Se movió pesadamente en la cama y buscó medio dormido, tanteando en la mesa de luz, su celular que no paraba de timbrar.
— Ngrrr— gruñó molesto — ¿Quién mierda llama a estas horas? Si es una estupidez lo mataré — Min Yun amenazó aún con los ojos cerrados. Alcanzó su aparato y divisó momentáneamente el icono de atender, cerrando nuevamente los ojos, pues el sol le estaba jugando una mala pasada para la resaca que tenía — ¿Sí? — contestó con la voz mas ronca de lo normal y rascó su cuello.
— Ah Yun. Lamento despertarte en tu día libre, ya obtuve los resultados del ADN, hay algo que quiero hablar contigo, estaré pasando por tu casa en una hora — Habló Seung Jin desde el otro lado de la linea.
— Esta bien — Respondió y colgó, dejando el teléfono en la mesa de noche.— Ese bastardo loco, siempre cayendo cuando menos quieres verlo... — comentó abriendo la sabana para levantarse.
Abrió los ojos al sentir un repentino frío recorrerle el cuerpo. Estaba completamente desnudo, ¿Se había sacado toda la ropa dormido en su borrachera?. Pero su sorpresa fue aún más grande cuando notó un brazo rodear su abdomen.
— Hmmm —
Min Yun escuchó un suspiro y observó a su lado un despeinado Youngmin abrazándolo, que se acurrucaba aun mas a su cuerpo. Levantó por completo las sabanas, dejando expuesto el desnudo cuerpo de contrario también.
— Hyung, me da frío, deja de jugar — se quejó el menor.
Yun tapó nuevamente al muchacho e intentó hacer memoria de lo que había pasado la noche anterior. Había bebido, discutió con el barman, Yongmin lo llevó hasta su apartamento ¿Y luego?. Lo recordó, como un idiota en celo se abalanzó sobre el menor apenas vio el sillón de su sala, y la mejor pregunta era ¿Qué no le había hecho?. Mierda, al fin alguien le llamaba la atención, alguien le gustaba, y la cagó antes de siquiera intentarlo. Se sujetó del cabello reprendiéndose, pero ya no había forma de volver el tiempo atrás. Siempre creyó que era todo o nada y con Jimin hizo todo en una noche, no podía arrepentirse.
— Yo...Lo siento debo irme — comentó levantando sus ropas del suelo, para luego colocarse el bóxer.
Al escuchar esto Yongmin se despertó de inmediato y se reincorporó en la cama.
— ¿No quieres desayunar algo primero? — el menor se acercó al lado del mayor que intentaba recoger sus prendas.
— Tengo algo que hacer... Yo...— se sentó en la cama con su pantalón en mano — Ahj, Yongmin, yo.... Lo siento, fuí un idiota anoche — agachó su cabeza completamente culpable.
Yongmin se levantó, dejando expuesto su hermoso y esculpido cuerpo totalmente desnudo, el cual Min Yun no pudo ignorar en lo absoluto.
— ¿Acaso me ves molesto por eso? — El rubio sonrió. Se le acercó y quitó el pantalón de sus manos, lanzándolo lejos — Desayuna conmigo — dijo, sentándose frente a frente sobre las piernas del peli menta, lo cual lo dejó sin palabras, ante aquellos sutiles y eróticos movimientos, causándole una erección — ¿Cuánto tiempo tienes antes de hacer aquello? —
Yun miró esos hermosos ojos, aquel seductor chico despeinado y, sin poder rehusarse, le tomó de los muslos apretándolos con sus manos.
— Una hora — Respondió y besó aquellos carnosos labios.
Seung Jin miró la llamada terminada en la pantalla de su teléfono.
— Hahaha, este chico, sin duda es un caso perdido — rió con sarcasmo y guardó el aparato en su tapado rojo.
— Deberías tomarte un tiempo antes de ir allá, estás alterado — Comentó Joon.
— No puedo, tengo que ir a ver a alguien antes y después... —
— Jin — interrumpió el morneo y se acercó a la espalda de su amado tomándolo de los hombros — Estoy preocupado por ti — besó su nuca — Yo también estoy molesto, al igual que tú, estaba esperando con ansias otro resultado — Seung Jin suspiró y dejó caer su cabeza, a lo que el moreno aprovechó para abrazarlo por la espalda — Pero no es el fin, no es la primera vez que fallamos y como todas esas otras veces lo vamos a volver a intentar, y yo voy a estar contigo. Pero hacer las cosas con la cabeza caliente no va a traer nada bueno —
— Lo se... — Respondio Seung Jin. Las palabras de su amado le han tranquilizado, y piensa mejor al respecto.
— Prométeme que descansaras cuando regreses — insistió el moreno.
Jin se giró para verle a los ojos.
— Lo prometo — afirmó, sonriendo dulcemente.
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