El oscuro lugar con apenas unas luces tenues de color, dejaba escuchar una suave música que resonaba. La larga barra de color platino lucía elegante, no demasiado como para un lugar que no era tan grande, las bebidas de diferentes marcas y gustos decoraban la estantería de cristal luciéndose llamativas y tentadoras.
— ¿Cuánto más piensas tomar? ¿Realmente tienes el dinero para pagar todo lo que has bebido? — El barman observó la desaliñada figura del muchacho de cabellos mentolados que se encontraba casi recostado sobre la mesada platinada.
— Lo tengo — Min Yun contestó molesto, moviéndose de forma torpe — ¡Así que sólo cierra la estúpida boca y sírveme! — Le exigió con las palabras pastosas en su lengua por los efectos del alcohol.
El molesto reproche se escuchó hasta dentro de la cocina dónde se encontraban lavando los vasos, así que uno de los empleados salió de la misma atraído por el disturbio que no era extraño presenciar en un lugar como ese y se acercó hacia su jefe.
— ¿Está todo bien? — Preguntó curioso y miró la silueta de aquella persona escandalosa, sorprendiéndose al reconocerla — ¿Min Yun Hyung? —
Yun levantó la mirada al escuchar su nombre, se alegró al ver a aquel hermoso chico de cabellos rubios que había conocido anteriormente, vistiendo ahora una camisa blanca que dejaba ver sus refinadas clavículas, el chico era tan hermoso.
— ¡Ah! ¡Yongmin-ssi! — El peli menta sonrió.
— ¿Lo conoces? — preguntó el barman.
—Ah, sí. Trabaja para un Hyung, yo me haré cargo de el — Sonrió amable y se acercó al pelimenta, sujetándolo para ayudarle a levantarse.
— No estoy tan borracho — Reprochó Yun arrastrando las palabras.
— Si si, no lo estas — Yongmin le siguió el juego y quitó de su mano el vaso a medio beber dejándolo sobre la barra — Es mejor que vayas a descansar — Le ordenó y le ayudo recaragandolo a medias para dirigirse hacia la entrada.
Al salir del local Yongmin buscó con la mirada un auto que pudiese parar.
— Es extraño, ¿Por qué los taxis no están pasando? — Cuestiono el rubio ante la falta de transito. Usualmente ese era un lugar bastante recurrido por taxistas que buscaban hacer horas extras o algún borracho que estafar.
— ¿Realmente vas a echarme? Soy un cliente, ¿Sabes? — Le Reprocho Yoongi.
— Uno que bebe demasiado — rió Yongmin — No tenías la imagen de ser un bebedor Hyung — continuó mirando de un lado a otro esperando por que un taxi apareciera, mientras sujetaba el inestable cuerpo del peli menta.
Min Yun arrugó la nariz molesto, recordando aquella pelea que había tenido con Dae-Hyun momentos atrás.
— Tu también lo harías si tuvieras que lidiar con un idiota que no tiene conciencia del peligro — Se defendió.
— ¿Cómo puedes verte tan lindo a pesar del desastre que estás hecho? — El rubio sonrió ante la expresión del mayor, haciendo que sus ojos casi no se vieran.— Parece que ésta noche los autos están todos ocupados.— Suspiró resignado— Para tu suerte Hyung mi departamento queda cerca de aquí —
— ¿Es esa una propuesta indecente Yongmin-ssi? — Yoongi sonrió de lado.
— Será lo que tú quieras Hyung — el contrario le siguió la corriente y acomodo el cuerpo del contrario para cruzar la calle.
— ¿Estás mejor?— Preguntó Dae-Hyun mientras acariciaba los negros cabellos del menor.
Ambos estaban recostados en la cómoda cama, y como de costumbre, Dae le prestaba su brazo para que descansara la cabeza, mientras rozaba la punta de su nariz en la del contrario en forma de caricias. Cuanto disfrutaba de su compañía, se sintió feliz al sentir cómo era tan necesitado por el, así cómo el también lo necesitaba.
Young Soo asintió vergonzosamente, de todas las cosas que podría llegar a hacer en su vida, jamás imaginó que saltar a los brazos de Dae-Huyn para devorar sus labios sería una de ellas, el mayor le había convertido en un tonto por completo. Su respiración se hizo mas relajada, pero gran parte del estrés se le había acumulado.
— Estoy mejor — respondió el menor, dejándose notar la tranquilidad en su voz.
— Deberías intentar dormir un poco, ya son las cuatro de la madrugada — El mayor le acarició la mejilla con su mano derecha mientras le veía tiernamente a los ojos.
— No puedo dormir. No tengo sueño — respondió, observando como el peli gris pasaba de acariciar su rostro a tomar sus manos y brazos, recorriéndolos con la mirada.
— ¿Es así? — Dae-Hyun se quedó deleitando los finos dedos del menor, y la piel lechosa que dejaba notar algunas marcas.
— Te veías muy serio cuando llegaste, ¿Pasó algo malo? — Young Soo miró al mayor preocupado.
— ¿Además de verte en la cama esperando el momento para apuñalar a alguien con tu bolígrafo? — Bromeó, a lo que el menor hizo un gesto de disgusto — Hahaha los siento, mala broma — se disculpó.
— Ya estoy acostumbrado a que seas un idiota — contestó el peli negro, a lo que el mayor sonrió de lado ante la rápida lengua del menor.
— Discutimos con Min Yun Hyung — comentó apenado luego de unos segundos. Con un rostro serio miró al pelinegro y comenzó a jugar con la oreja del mismo entre sus dedos — Discutimos por ti —
Young Soo se sintió inquieto, ¿Qué razón tendrían para discutir por su culpa? Sabía muy bien de la cercana relación que tenían el peligris y el pelimenta, ¿Era realmente él alguien que pudiese causar un disturbio entre éstos? ¿Había hecho algo malo para enojar a Yun Hyung? ¿O tal vez era Dae quién estaba disgustado con el? Muchas dudas atacaron su mente.
— ¿Hice algo malo? — le miró preocupado.
— ¿Qué? No haha — Dae-Hyun sonrió ante tal ocurrencia — Al parecer, las cosas con tu padre son más complicadas de lo que pensábamos — volvió a su serio semblante — Jeong es muy peligroso... —
— Lo sé — interrumpió Young Soo apretando sus mejillas— Además de los continuos golpes que me daba, lo vi hacerles cosas horribles a personas que decían ser sus socios o clientes , y esos que pude ver sólo eran unos pocos —
— Yun tiene miedo de que me pase algo malo. El es como familia, así que en su deseo de protegerme, me pidió que te dejara, dijo ''Ellos pueden conseguir a la mejor Élite, tienen el dinero'' — hizo ademán con su mano derecha imitándolo — Pero yo me negué, le dije que si era así, con mas razón debía permanecer a tu lado y protegerte —
— Deberías hacerlo... Deberías irte — respondió con firmeza mirando al mayor — Yo tampoco quiero que te pase nada malo, estar a mi lado, es demasiado peligroso, podríamos buscar a alguien más y si te hace falta el dinero... —
— Haha — Dae-Hyun interrumpió con una pequeña sonrisa de lado — Young Soo, no me importa el dinero. Me importas tu, quiero que estés bien, que logres salir de esta estúpida mansión y puedas ir a una universidad, tener amigos. Que salgas a divertirte y viajes por el mundo... Quiero que seas feliz — Confesó.
— ¿Por qué? — preguntó el menor. Sus palabras le hacían tan bien, de algún modo un lado de él que sentía estar equivocado, estaba anhelando escuchar algo, pero no sabía bien que.
— Porque eres hermoso, te mereces algo mejor que esto y no quiero que ese tipo te vuelva a lastimar. Si ese viejo vuelve a ponerte un dedo encima, yo mismo le cortaré la mano — tomó el brazo del menor y observo las marcas de aquellos latigazos. Cada vez que recordaba a su conejito inconsciente en la cama lleno de cortaduras se le partía el corazón.
— ¿Por qué? — volvió a preguntar, buscando los ojos del mayor, insatisfecho con aquella respuesta.
Dae-Hyun le miró de inmediato, ¿Realmente estaría bien decirle de sus sentimientos? Después de todo, Young Soo era un niño que no conocía nada ni a nadie más que a Seung Jin y Joon, jamás estuvo con una chica o con otros chicos, decirle cosas cosas como ''Amar'' tal vez lo confundirían aún más, además no encontraba en su cabeza alguna palabra que fuera más discreta para describir sus sentimientos.
— ¿Por qué? — Young Soo volvió a insistir, quitando a Dae-Hyun de sus pensamientos.
La mirada del menor era tan insistente y firme. Debía mentir, disimular sus sentimientos, pero aquellos redondos, grandes, oscuros y brillantes ojos anhelantes lo tenían bajo control, no podía negar lo que sentía, no podría mentir aunque lo quisiera, así que guardo silencio un momento más, pero aquella hermosa e insistente mirada no cesó.
Dae-Hyun tragó grueso y mordió su labio inferior momentáneamente, intentando adquirir aquel valor, para decir la verdad.
— Por que... Te amo — Respondió intentando evitar la mirada del menor.
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