— ...Me hubieras dejado morir... —
Las palabras que salieron de aquellos tiernos y rosados labios se sentían vacías, opacas, como si un gran pesar las envolvieran.
Dae solo pudo mirarlo en silencio, su rostro estaba completamente serio. Aquel muchacho de hermosas facciones, cabello negro y tez blanca, cuya sonrisa era hermosa, y el que dejaba impregnada un aura de calidez, había dicho unas palabras tan obscuras, con el rostro apagado, el que seguía divisando la ventana. No concordaba para nada con lo que él había visto hacía unos momentos atrás.
Intentó comprender, por qué dijo tal cosa, no lo entendía. Una pequeña punzada en el pecho, como si su instinto le dijera algo, su vista de dirigió al vendaje del circunspecto pelinegro. Tenia curiosidad, quería saber si éste deslumbrante chico, escondía algo detrás de ese agraciado rostro.
— ¡Bien!— sonrió Young Soo dulcemente mirando otra vez al rostro del peli gris —Supongo, que mi primo te trajo a rastras, siempre hace eso con todos— bromeó.
Dae asintió con su cabeza, para luego sonreír de forma tierna.
— Él es realmente único — Confeso el peligris, poniendo una sonrisa graciosa.
Young Soo, le observó en silencio por unos segundos, <
— Entonces vamos a desayunar, te mostraré la cocina— pronunció con voz dulce el menor, sonriendo y haciendo ademán de que Dae lo siguiera, el cual lo hizo de inmediato.
Aunque Young Soo estaba acostumbrado a tener personas nuevas y desconocidas a su alrededor, esta vez era diferente. Se sentía inquieto al tener cerca a Dae-Hyun, quién no disimulaba en absoluto el mirarle, y en caso de hacerlo, era pésimo en ello.
Era muy consciente de la distancia que guardaba el sujeto de él, para tener largas piernas, no se encontraba muy cerca. A pesar de sus extensos dedos y grandes manos, siempre los tenía en los bolsillos. su pelo grisáceo, sus ojos celestes, las clavículas que se asomaban apenas en la zona abierta de la blanca camisa.
Se sonrojó, al darse cuenta de que estaba mas consciente de la persona a sus espaldas de lo que creía y negó con la cabeza para sí mismo, intentando obviar sus pensamientos.
—¿Sucede algo?— El peli gris se inclinó un poco hacia adelante al ver el movimiento repentino del muchacho.
— Nada— sonrió dulcemente— ya llegamos a la cocina— Abrió la puerta de madera barnizada con algunos detalles refinados.
Dae miró detalladamente, al igual que con todas las salas anteriores la enorme cocina. En medio de ella una mesada de madera, la larga cocina gris, El lava platos junto al ventanal con cortinas blancas detalladas en rosa ,aporte de Soung Jin claro, las puertas en la mesada y la moderna heladera plateada que se encontraba en una esquina, al lado de las hornallas, esa enorme campana, propia para expulsar el humo y calor al cocinar.
Nada le faltaba a esta rústica aunque elegante cocina, parecía una exclusiva de los hogares antiguos, sólo que con artefactos modernos.
— ¡Ah! ¡Joon Hyung! — sonrió Young Soo al ver al moreno hablar con el otro guarda espaldas que contrató su primo, se percató de que no estaba— ¿ Seung Jin Hyung se fué?—
— ¡Young Sookie! — sonrió el moreno dejando ver sus hoyuelos— Ah, sí, tenía unos asuntos que resolver, así que se fue inmediatamente luego de presentarme a Yun-ssi —
— Veo que ya tuviste un tour— bromeó Dae, dirigiéndose a Min Yun, el cual le ignoró con un rostro inexpresivo.
—Ah Joon Hyung, él es Dae-Hyun Hyung, será mi guarda espaldas— le presentó al peli gris.
— Es un placer, estaré al cuidado de Young Soo desde ahora, espero seamos buenos amigos— se inclinó en señal de respeto, a lo cual Joon respondió de la misma forma.
— Es un placer, también así lo deseo— sonrió amable el moreno— Como Seung Jin Hyung suele ser un poco impulsivo, supongo que no han tenido la oportunidad de alimentarse, así que preparé un poco de té. Pueden desayunar y después comenzar con su trabajo— la amabilidad y el aura de madurez le irradiaba por los poros.
Joon les invitó a sentarse en el comedor, lo cual hicieron, y luego de servirles el té, jugueteó con el cabello de Young Soo despeinándolo mientras se dirigía a la cocina por unas tostadas, a lo cual el muchacho respondió con una tímida y divertida sonrisa, cosa que no escapó de la mirada del peli gris, quien ya había comenzado a beber de su taza.
Luego de desayunar, Yun y Dae-Hyun comenzaron con sus actividades. Ese día no hicieron mucho, la tarde paso rápido, Dae estuvo todo el tiempo con Young Soo, quién le puso al tanto de un par de cosas más respecto a la mansión.
Pasaron varias semanas desde que comenzó a convivir con aquel muchacho que debía proteger y tal como lo prometió, no le quitó los ojos de encima. Era como su sombra, donde Young Soo iba, él lo seguía. Claro que se sintió inquieto dado a que esto significaba de un lado a otro de la mansión.
Young Soo yacía en el enorme vivero de la casa, sentado en una de las verjas, garabateando en un cuaderno, sin decir palabra alguna. Dae le observa en silencio mientras se encuentra sentado a su lado, regocijándose por el gran talento que tenía el joven para ello
— Ddsss —El peli gris hizo un pequeño ruido con su lengua— ... Young Sookie — a pesar de las 5 semanas que apenas llevaba ahí ya se le había hecho costumbre llamarle en diminutivo — Por casualidad... ¿No vas a la escuela?— tuvo curiosidad. Desde que estaba en la casa no había salido en ningún momento, al principio creyó que estarían en vacaciones, pero las fechas no coincidían.
— Estudio en casa — Young Soo no quitó la mirada de su cuaderno, en ningún momento dejó de garabatear para contestarle
— ¿Qué hay de alguna otra actividad? ¿fútbol?— Intentó
— No—
— ¿Handball?—
— No— Repitió el menor
— ¿Tenis?—
— Noo — respondió con un tono de voz más cansado, estaba perdiendo la paciencia ante las tontas preguntas que no le dejaban concentrarse en sus dibujos.
—.... ¿Arte?—
Young Soo dejo el lápiz a su lado de golpe para mirar al peli gris un tanto molesto
— No tengo permitido salir de la mansión—
— Aaahhh — respondió Dae con la boca abierta y el rostro medio elevado sin dejar de mirarle.
Young Soo estaba en guerra consigo mismo ocasionalmente, se había acostumbrado a la presencia del sujeto y le parecían tiernos algunos de sus gestos, hasta a veces gracioso, pero de vez en cuando ésta persona le recordaba aquel incidente, haciéndolo sentir débil, y eso le molestaba.
— Si no puedes salir... ¿Qué hay de jugar videojuegos? Puedes hacerlo en casa— le desesperaba el hecho de que su lindo ''conejito'' no tuviera algo divertido que hacer.
— Nunca me quisieron comprar un ordenador, ni una TV, ni un celular. Mi padre dice que esas cosas son una pérdida de tiempo, que para eso mejor lo invierto estudiando el negocio familiar— se dispuso a seguir dibujando y no hablar del tema, a lo cual Dae le miró un tanto apenado.
Cuando estaba por apoyar el lápiz en el papel, un par de gotas le mojaron, cayendo también en el papel.
— ¡Ah! Seok Hyung ¡Ten más cuidado!— reprochó el menor mirando hacia atrás.
— ¡Lo siento!— Seok salió de detrás del arbusto que se encontraba a las espaldas de Young Soo, haciendo que Tae pegue un brinco.
— ¡¡Yaish!! Éste tipo realmente ... ¡ME ASUSTASTE! — Dae-Hyun tapa su torso con sus brazos en equis.
— Lo siento lo siento, no volverá a pasar— sonrió Seok divertido por la situación.— Pero Young Sookie... ¿Quién es éste sujeto qué te hace tantas preguntas? — su pronunciación suena un tanto infantil.
— Se supone que es mi nuevo guarda espaldas— intenta secar el cuaderno con su mano — Pero se asusta con un simple jardinero que sale de los arbustos— dice por lo bajo entre dientes.
— Yaish, tú mocoso— El peli gris apretó los dientes- ¡Nunca me dijiste de éste tipo! ¡Y nunca lo había visto!— reprochó.
—Hahaha, como siempre Sookie tan distraído — le apretó las mejillas a Young Soo con los guantes de jardinería verdes —Soy Seok, jardinero de la familia desde hace 5 años, trabajo los martes y jueves de 4pm a 7pm, tengo 23 años, alto, atlético, un gran partido para las chicas— comentó a Dae-Hyun risueño haciendo unas cuantas bromas.
A Dae le irritó un poco la actitud de elevado autoestima que tenía el jardinero. Un buen físico delgado con musculatura, porqué Young Soo se sentía cómodo al lado de aquel, además de eso era mayor que él y era aún más irritante que tuviera hoyuelos, cosa que él no tenía.
— Dae-Hyun — se limitó a contestar.
— Debo volver a trabajar— sonrió Seok dejando ver sus hoyuelos— Lamento lo de tu cuaderno Sookie — hizo un aegyo, al lo cual Young Sook sonrió.
— Esta bien, iré por otro— EL menor se levantó de su lugar para dirigirse a su habitación en busca de un cuaderno, a lo que Dae le siguió de inmediato por detrás.
— No me dijiste en ningún momento de él— le reprochó nuevamente al muchacho al llegar al pasillo que comunicaba con la escalera.
— Lo olvidé —
— Trabaja aquí hace 5 años, es extraño que lo olvides— Señalo el peli gris.
— Lo dice alguien que ni siquiera usa el uniforme de trabajo— mira de costado los yogins celestes y los tenis que tenia puestos.
— ¿De qué hablas?, llevo puesto el uniforme— sujeta su camisa corriendo un poco su corbata roja. Soltó una pequeña carcajada mientras aún sujetaba su camisa.
Young Soo miró el gesto que hizo y no pudo evitar reír con él.
La noche llega, son las 3 am. Dae-Hyun está recostado en su habitación, aún un poco molesto por el risueño jardinero que le impedía el sueño, se giró en su cama, divisando la puerta, que mantenía abierta.
Vio al pequeño perro blanco de Young Soo pasar. Desde que llegó a la mansión, cada noche que veía al pequeño PomPom pasar, el menor se levantaba de su cama y deambulaba por la mansión o se quedaba leyendo en la biblioteca. Tomó el tiempo varias noches por curiosidad, llegando al hecho de que el muchacho solo dormía cerca de 3hs u 4 hs por noche, no entendía la razón, por lo que solo se quedaba en silencio prestando atención a los sonidos que hacia al rondar por la mansión.
Pero, esta vez no le vio pasar, lo que le resulto extraño.
''No''
Escuchó un tanto lejano el peli gris.
''No quiero''
''NO ME TOQUES!''
''¡AH! ¡JIN HYUNG!''
Dae-Hyun se sobresaltó, al escuchar que Young Soo gritaba.
Se levanto de la cama ''¡NO!'' ''¡NO!'' gritaba el menor, corrió lo más rápido que pudo hasta la habitación del chico, puesto que pensó que alguien le estaba haciendo daño.
— ¡Young Sookie!— gritó el peli gris exaltado al entrar a la habitación.
Nadie estaba atacando a su lindo conejito, sin embargo Young Soo giraba de un lado a otro en la cama, sosteniendo su cabeza con las manos y contraía su cuerpo sin dejar de gritar.
— ¡NO! ¡NO QUIERO! ¡NO ME TOQUEN! ¡ SEUNG JIN HYUNG! ¡SEUNG JIN HYUNG!—
Dae se subió de inmediato a la cama, intentando calmarlo, pero éste se movía de forma muy brusca, por lo que le sujetó con fuerza, apartándole las manos de la cabeza, para luego rodearlo con los brazos fuertemente.
— ¡Young Soo! Despierta, es solo un sueño, ¡Despierta! ¡Young Soo!—
El muchacho, que no paraba de gritar, se calmo, abriendo lentamente los ojos mientras aún corrían lágrimas por sus mejillas y su respiración se encontraba agitada.
— Hy-Hyung — pronunció en sollozos mirando al peli gris con los ojos cristalinos por las lágrimas y la respiración entre cortada.
— Sí, soy yo— le miró dulcemente a los ojos.
— Estaban sujetándome— el gesto de dolor del muchacho compadeció el corazón de Dae.
— Está bien, estoy aquí contigo, nadie va a tocarte— le acarició de la manera más dulce y amorosa sus negros cabellos, sin quitarle la mirada de esos hermosos ojos negros y abrazándole con fuerza.
Luego de mirarle por un buen rato hasta que el muchacho se calmo, se percató de que que Sookie estaba realmente sudado, al punto de que su cabello estaba mojado.
Le puso la mano en la frente guiado por su instinto. El rostro se le puso serio, y miro preocupado al muchacho.
— Estas volando de fiebre...— Dijo Dae-Hyun.
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