Deber incluso consideroadvertirles del peligroque encierran los deseos, que es verdadero:pues grandes relatos imaginamosen los que, laureados, el oro mordemos;mas no debe cumplirse, insistamos,todo aquello que queremos.Frío queda, cocinado, el plato,una vez pasa el tiempo desque nos es servido,y así pasa con los deseos a cada rato,que se desvanecen una vez cumplidos.Sueñe con amor, aventuras o tesoro,que en polvo en tus manosse tornará hasta el más rico oro.
Comments (0)
See all