Los grandes daños provocados por los sujetos especiales han hecho a la infraestructura extremadamente frágil, todo aquel que no se vio involucrado en la pelea contra los sujetos especiales pensaban que se trataba de un terremoto o que estaban atacando el edificio. El edificio iba partiéndose de a poco, pero las peleas no se detenían lo que hacía que el colapso sea más rápido.
A pesar del daño, los criminales contratados y los sujetos especiales no dejaban de pelear, ningún bando quería rendirse. Algunos criminales contratados tenían tanta experiencia en combate que lograban tener un enfrentamiento contra ellos, pero no era suficiente, en cada piso, en cada escalera, se estaba viviendo una intensa batalla.
Los criminales atravesaban ventanas y paredes al ser lanzados, pero mientras esto sucedía, Hana y Carlos continuaban subiendo, pero la herida de Hana aún continuaba sangrando, no podían forzar su cuerpo más o empeoraría.
En la parte externa del lugar, la policía intenta evacuar a las personas, pero al enterarse de que las personas más buscadas se encuentran ahí dentro, no soportaron el impulso y decidieron avanzar y capturarlos de alguna forma a pesar de estar el edificio en horribles condiciones.
Muchos fueron cegados por la codicia y no les importaba sacrificar sus vidas, otros estaban desesperados por dinero, algunos estaban ahí por venganza por convertir su ciudad en un lugar de muerte. La enorme multitud se lanza hacia el edificio y todos los policías hacen lo posible para impedirles el paso, incluso usan bombas lacrimógenas para ganar tiempo. Pero más personas venían corriendo, nada podía detener a la muchedumbre.
Logran romper la formación de la policía y avanzan hacia el edifico, los policías no podían hacer nada para impedir que quienes entraron, logren avanzar hacia el edificio. Abandonar su puesto seria abrirles un camino a las personas. Mientras más intentaban contener a la gente, mayor presión se producía y llegó el punto en que la policía cayó y no pudo contenerlos. Todos avanzan tan rápido como pueden. Los primeros en entrar se encuentran con cadáveres por todas partes y sangre en cada rincón y muchos sujetos peleando.
Algunos vomitan, otros retroceden, otros se arrepentían y abandonaban el lugar. Pero quienes estaban cegados por la codicia y la necesidad avanzaban sin problema. Avanzaban, aunque frente a ellos estuvieran asesinando gente o peleando a muerte; veían a esas personas como estorbos, continuaban su camino hacia arriba, estaba encontrar a las personas con una gran recompensa.
Hana y Carlos se detienen en el piso 28, solo les faltaban 10 pisos para estar en el último piso. El cansancio y las heridas les impidió dar un paso más. Entran en aquel piso y se ocultan detrás de un escritorio. No tenían más opción que mantener la cabeza abajo y evitar hacer cualquier contacto con el enemigo.
Hana le entrega a Carlos una pequeña bolsa con lágrimas dentro, si algo llegara a pasar, él tendría que luchar y encontrar la forma de salir de ahí, pero él no iba a abandonarla. Mientras discuten sobre si dejarla o no, dos sujetos especiales entran en aquel piso. Guardan silencio, pero por la agitación y la herida hacia que respiraran fuerte, pero con sus propias camisas se cubren la nariz y logran reducir el sonido. Aquellos sujetos especiales recorren el lugar, algo que ayudó a ambos fue que dejaron la puerta abierta y las peleas y gritos camuflaban aquellos fuertes sonidos que no podían evitar hacer.
Carlos sostiene en sus manos una lagrima explosiva de mediano tamaño, lo suficientemente potente para destruir todo el piso y hacer que ellos salieran volando por la fuerza de impacto. Pero ellos no encuentran nada y salen del lugar a seguir buscando.
Con mucho cuidado asoman sus cabezas, miran a la izquierda y luego a la derecha, observan debajo de la puerta para ver si alguna sombra se aproxima, pero al no pasar nadie, se levantan y recorren el lugar buscando por donde podrían salir, pero solo hay ventanas y paredes, Carlos se asoma y la única idea que se le viene a la mente es saltar, pero nada garantizaba que sobrevivirían y así poder alejarse de todos. Suspira y gira para volver con Hana, sin embargo, nota algo, vuelve a asomarse a la ventana y ve que el edificio está dañado, al borde del colapso y que en cualquier momento pueden caer, eso lo perturba, respira hondo, vuelve a mantener la calma y se dirige a Hana.
Carlos quiere revisar cómo está la herida, pero unos sonidos se escuchan y entran dos sujetos especiales al lugar, ambos tiemblan por ser encontrados y por el hecho de que ya no tienen muchas fuerzas para poder escapar o pelear contra ellos.
Carlos lentamente saca la lagrima que tenía y la lanza provocando una fuerte explosión que daña aquel piso, pero el impacto no pudo deshacerse de los sujetos especiales, ambos sujetos avanzan con la intención de matar al primer golpe, al avanzar el edificio comienza a temblar.
La policía en el exterior no logra detener a la multitud, entran a pesar del peligro, los sujetos especiales creen que también se están interponiendo en su camino y asesinan a todos los que ven. La gente enfurece más e intentan contraatacar a los sujetos especiales, aunque el intento es inútil. Los mataban brutalmente que la sangre caía como si estuviera lloviendo en el interior del edificio, los oficiales se rinden y no hacen el mínimo esfuerzo por detenerlos, se frustran, se entristecen, pero mientras están en un estado mental débil, el edifico comienza a desviarse hacia un lado, la estructura no lo soporta más. Las personas caen de un lado a otro, los sujetos especiales también caen, no hay muchos lugares donde puedan sujetarse, la policía se retira para evitar un mayor número de víctimas posibles, nada lo puede detener, el edifico cae.
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