Tengo la teoría de que cuando nos quedamos dormidos, realmente morimos, la conciencia que existió en el día simplemente desaparece.
Cuando despertamos una nueva conciencia nace, los recuerdos en nuestro cerebro le informan quién somos y qué debe hacer de ahora en adelante.
Hablo de una reencarnación de la mente en el mismo cuerpo noche tras noche y, de la misma forma que la gente desea dejar sus problemas materiales en su cuerpo anterior, desearía que los remordimientos, vergüenzas y traumas se quedaran en la conciencia pasada.
Pero no es así de fácil, algunos recuerdos son imposibles de dejar atrás, pues son lo primero que aprendemos al despertar, son la base de quienes somos.
Por alguna razón, al despertar esta mañana, sentía que un recuerdo me faltaba, que algo importante dentro de mi no encajaba.
Mi primer pensamiento todos los días era planificar nuevas formas de profanar mi alma y bloquear mi pensamiento mágico pero hoy estaba vacío y apático, más de lo normal.
Por varios minutos me quedé allí, acostado en mi cama, observando el espacio que me separaba del techo de la habitación.
Apenas había amanecido, la penumbra y el frío de la noche no abandonaban del todo mi cuarto, aun así me encontraba sudando sin razón alguna, como si hubiera corrido una maratón, eso no tenía sentido, mis sábanas no eran tan gruesas ni me sentía con fiebre.
Harto de seguir allí, intenté levantarme pero mi voluntad no era más fuerte que el dolor de mi cuerpo. Cada músculo y nervio me ardía como si fueran los circuitos quemados de una computadora.
—Pero que….
Este dolor lo conocía, lo experimentaba al día siguiente de terminar mis entrenamientos mágicos, cuando gastaba todo mi poder y energía para ayudarme a alcanzar nuevos límites, sin embargo, esta vez no recordaba haber hecho magia…
¿Acaso era ese el recuerdo que me faltaba?
Eso no era posible, este nivel de fatiga era extremadamente peligroso, la energía para la magia es la misma de la vida, algunos lo llaman Chi, Ki, Mana, espíritu, magnetismo animal, da igual, esos nombres simbolizan la misma cosa, el flujo de transformación del universo que está en todas las cosas.
Logré levantarme con dificultad, haciendo lo posible por atenuar el dolor de mi cuerpo. Aún era muy temprano para ir a clases.
Había dormido solos con unos briefs blancos, me los quité y cubrí mi cintura con una toalla blanca, tomé mis cosas, y fui al baño común de ese piso de los dormitorios de la facultad.
Quería un baño lo más rápido posible, quitar mi letargo y sentir el agua caliente aliviar el dolor de mis músculos.
Era normal que a estas horas el baño estuviera lleno con los estudiantes de primer semestre que tenían todas sus clases en el peor horario, muy temprano en la mañana.
Entre directo en las duchas comunales sin saludar ni hablar con nadie, me desnude y deje que el sonido del agua acallara las conversaciones a mi alrededor, aunque estaba rodeado de tantas personas, el mundo me parecía vacío, o quizás quien estaba vacío era yo.
Después de eso, me miré en el espejo sobre el lavamanos, no había señales de maltrato o moretones, mi cuerpo aún dolía e incluso cepillar mis dientes era un martirio.
Fue entonces cuando me vi a los ojos, esos no eran los ojos que recordaba, algo muy en lo profundo de mi pupila cambio.
Un brillo que creía extinto regreso, un destello antinatural, indigo como mi aura.
—Hice magia —musite atónito.
Allí estaba la prueba.
Había violado mi único tabú, el principio que regía mi vida y no podía recordar cuándo o porqué, pero sí sabía quién era responsable de olvidarlo.
Deje que el recuerdo me abstrajera, a un momento de mi vida donde pensé que el brillo de mis ojos se había apagado para siempre.
Lume was an extraordinary mage apprentice, ready to join the most important organization of magic users in the world. But his destiny was crueler than his dreams, a horrible accident made him leave that path.
Now, he finds himself lost in a mundane and meaningless life, trying to suffocate his sorrows in sex and alcohol.
Until the day his way of living hurt a friend in such a way that, in order to correct his mistake and to save him, he has to return to magic.
This is a story about forgiveness of oneself, overcoming trauma and restoring the connection with magical thinking.
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