^ ¿Listo para el resto de nuestra cita? ^
Las palabras de Azai me sacaron de mi ensimismamiento, me había quedado callado mirando esas facciones tan perfectas.
-Sí, estoy listo ¿Qué quieres hacer? -
Azai sonrió ante la pregunta y con la ilusión de un niño empezó a enumerar las actividades que haríamos ese día
^ Primero daremos un paseo por los jardines para bajar la comida, así podrás hablarme más profundamente acerca de ti y de tu exótica cultura, luego iremos a un concierto de música tradicional, veremos danzas típicas del país, comeremos en la playa, pasearemos por la costa y nos bañaremos y finalmente cenaremos en el jardín a la luz de la luna^
-Suena bien, me gustaría aprender más de la cultura de este país, y hace mucho tiempo que no me baño en el mar, iré a buscar un traje de baño-
Dicho esto, y con una sonrisa de tonto en la cara me levanté y fui corriendo a la habitación a buscar mi traje de baño, la verdad pensé que nunca lo usaría aquí porque los omegas tienen prohibido bañarse en las playas, lagos y ríos. Una vez que cogí el traje de baño y lo guardé en una bolsa me reuní con Azai en los jardines traseros.
^Cuéntame cosas sobre ti y tu país ¿Qué dioses tenéis? ¿Qué te gusta? ¿Cómo es la capital? ^
-Pues tenemos 6 dioses en total, la mayoría omegas, dentro de unos días haremos una ceremonia en adoración a nuestros dos dioses principales Val, el sol y Taphe, la luna, entre sus muchas funciones tienen el control de las mareas, el movimiento del aire, acoger a los muertos... En cuanto a que me gusta pues nada del otro mundo, me gustan los bailes tradicionales de mi país, los jardines repletos de flores, la ropa bonita, comer... Y en cuanto a cómo es la capital te encantaría verla, la zona es rica en mármol así que la mayor parte de la ciudad está construida en ese material, la ciudad se ve como un punto blanco desde el horizonte y sobre ella sobresalen las bóvedas del palacio recubiertas de pan de oro como el sol sobre la nieve virgen-
^Debe de ser precioso, pero creo que lo más bonito de esa ciudad eres tu^
Aparté la mirada avergonzado, seguramente notó lo rojo que me había puesto, mis enseñanzas se basaron en ser fuerte frente a los encantos de un alfa, pero este alfa me supera.
^Vaya te has puesto muy rojo^
Sentí su grave voz al lado de mi oreja y su respiración en mi nuca, justo encima del protector del cuello, sentí como mi interior empezó a lubricarse listo para la acción, ya no puedo hacer nada
-Vamos a la habitación-
Azai se rio y tomándome en brazos me llevo hasta su cama donde me posó delicadamente.
Acto seguido se subió encima de mi acorralándome con sus fuertes brazos, sus penetrantes ojos me miraban con deseo.
^Me encanta cuando te ves tan vulnerable^
En su voz podía notar que, aunque yo estuviera más caliente que el sol, no era nada comparado a como estaba Azai.
Mis manos fueron al compartimento secreto de mi dainneab donde guardo la pequeña llave que abre el protector de mi cuello y con rapidez lo abrí dejándome completamente expuesto, en este país es normal ver el cuello de los omegas, pero para nosotros mostrar el cuello es como estar desnudos y expuestos a todo.
Azai comenzó a besar mi cuello haciendo que una mezcla de ansiedad, miedo y places recorriesen mi cuerpo, era incomodo, pero a la vez adictivo. Tras un rato besándome el cuello empezó a bajar hasta encontrarse con el cinturón de mi dainneab, rápidamente me dio la vuelta y me lo desabrochó con una mano mientras con la otra manoseaba mis nalgas, notaba todo mi lubricante empapando mi ropa interior y la mano de Azai.
Azai me dio la vuelta otra vez y se puso entre mis piernas abriéndolas, llevó dos de sus largos dedos a mi boca y los empecé a chupar cegado por la excitación del momento. Su mirada estaba posada en mi boca succionando sus dedos y podía sentir su enorme erección luchando por salir de su pantalón en mis nalgas. Cuando ya no pudo más sacó los dedos y los llevó a mi entrada metiéndolos de golpe y haciéndome gritar y retorcerme del placer. Movía sus dedos de adelante hacia atrás, primero lento y suave, luego rápido y duro, después duro y lento en un baile acompañado por la música de mis gemidos.
-Duthiei tastū ati- Por el placer que sentía no me di cuenta de que empecé a hablar en mi idioma
-Ati cat thand yui baretô mei-
^No sé qué me estás diciendo, si quieres algo vas a tener que decírmelo de forma que lo entienda^ Dijo Azai frotando su erección contra mis nalgas
-Por favor házmelo, quiero sentir tu miembro dentro, eso he dicho- dije con la voz medio quebrada por el deseo y el placer
^Así está mejor^ Azai sacó su enorme miembro de su pantalón y de una sola estocada lo metió entero haciendo que me viniese de inmediato.
^Vaya sí que tenías ganas, voy a darte lo que quieres hasta que no te puedas venir más^
Su miembro se movía en un vaivén que me traía la locura, tanto placer me impedía notar cualquier cosa que no fuera Azai. No sé cuántas veces terminó el en mi interior ni cuantas lo hizo el, pero cuando terminamos el sol estaba saliendo y nosotros éramos una pareja abrazada entre sudor y semen, fue la experiencia más placentera de mi vida, todo era perfecto, lo era... hasta que noté la sangre en mi almohada, ninguno de los dos sabía cuando pasó, pues la noche fue muy larga y el placer nos nubló el juicio, pero lo que si sabíamos eran las consecuencias de lo que había pasado y es que en esa noche de frenesí fui marcado.
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