Internamente ella se preguntaba quién era aquel sujeto que no le provocaba preocupaciones o dudas; él intenta preguntar, pero no responde. Sin embargo, ella no podía dejar de desprender sus ojos de los ojos de él, aunque el muchacho empezaba a sentir algo de incomodidad por la forma en que lo veían.
Hana logra reaccionar y se levanta, un pequeño silencio ocurre entre ambos mientras se logra escuchar aves cantando en la lejanía, entonces él nuevamente le pregunta si está bien, pero ella solo asienta con la cabeza sin articular palabra alguna, entonces le pregunta por su nombre y Hana no podía recordar en ese momento su propio nombre porque dejó de usarlo desde el momento en que fue secuestrada, intenta recordar, se altera en aquel momento e hiperventila, el chico intenta calmarla, pero ella lo aparta empujándolo.
No desea dejarla sola por cómo lucía, y de lejos se escucha a varias personas gritando o quejándose, ambos miran hacia atrás y Hana logra reconocerlos, eran sus perseguidores que creía que los había perdido; logran verla y van hacia ella, pero, sin pensarlo, sujeta de la mano del muchacho y lo lleva consigo. Aplica nuevamente lo de meterse por callejones estrechos y por un momento logran perderlos, aunque se topan en la misma calle; los perseguidores no lo notan y él la lleva hasta un restaurante cercano donde lo conocen. Los perseguidores logran verlos entrar y van hacia ellos. Ambos corren hacia la cocina y se disculpa con toda persona con la que choca y salen por la puerta trasera.
Entran en un pequeño estrecho que casi no se notaba y ahí se quedaron apretados por un tiempo; estaban frente a frente, sintiendo la respiración, el calor y los latidos del otro. Los perseguidores se van. Ella se siente segura al escuchar los latidos del muchacho, pero no lo entiende por completo.
Salen del lugar y van hasta la parada del bus y trepan rápido, se mantienen agachados y ella comenzó a sentir el estómago algo raro por el movimiento continuo del bus. Vomita sobre él y no tuvo más elección que abrir la ventana y disculparse con el conductor.
Dos horas pasan y era de noche, se bajan en una parada que se encontraba en medio del campo, solo se podían escuchar grillos y cigarras, alguna que otra ave o murciélago se notaba en la oscura noche, para él era normal ese ambiente, pero para ella, era desconocido y le daba escalofríos.
Caminan por unos veinte minutos, y durante ese tiempo ella estuvo sujeta su camiseta por fuerza. A unos 50 metros se podía ver una casa iluminada, el perro va a saludarlo y se le abalanza encima y lo lame, él solo ríe y ella observa detenidamente al perro, ambos hacen contacto visual, como si generaran una conexión humano- animal. E instantáneamente el perro también se le abalanza encima y ella cae, pero no lastima al perro, solo se deja lamer y por primera vez en más de diez años, ella sonrió.
Entran a la casa de dos pisos, hecha de madera, incluyendo los muebles y luces amarillentas; la familia le da la bienvenida y saludan a la chica quien da la impresión que estuvo en una pelea o sufrió algún tipo de abuso. La madre la sujeta de la mano y la lleva a tomar un baño, pero antes de irse, el chico le dice como se llama, Carlos.
En el baño, la madre la ayuda lavando su cabello, limpiando su espalda y sanando algunos raspones que tenía en su cuerpo, pero algo perturbó a la madre por unos segundos, eso era la cantidad inmensa de cicatrices que tenía Hana en su cuerpo por tantos experimentos y torturas a lo largo de los años.
Decide no preguntarle nada y la trata al igual que a una hija. Terminan el baño y se viste con una camisa blanca de botones y un calentador gris.
Se observa al espejo y no podía creer cómo era su reflejo ya que nunca pudo verse porque tenía prohibido tener espejos porque podría utilizarlo como arma. Sonríe un poco y quiere llorar, pero sabe lo que sucedería si sus lágrimas llegaran a tocar el suelo. Pero la madre no pudo contenerse y abraza a la chica quien tampoco logra contenerse y bota algunas lágrimas, pero éstas no explotan; caen sobre su piel y sanan sus heridas recientes y sanan a la madre quien se la veía un poco pálida.
Descubrió un nuevo poder proveniente de sus lágrimas, puede sanar heridas. Salen y todos las estaban esperando para comer, se sientan y ella logra sentir el calor de una vida normal y familiar. Come sin contenerse, pide otro plato, y luego otro y otro hasta que ya no quedó nada.
Era una vida perfecta, la vida que nunca pudo tener y que le arrebataron. En medio de tanta felicidad ella susurra su nombre, no logran oír lo que trató de decir y guardan silencio por un momento, ella los observa y un recuerdo le viene a la mente, el recuerdo de su propia madre llamándola “Hana”, entonces ella lo repite varias veces y con gran exaltación lo sigue repitiendo mientras se golpea el pecho para indicarles que así se llama. aplauden y la llaman por su nombre.
Todos están preparándose para ir a dormir, ella se quedaría en la habitación de Carlos y él dormiría en el suelo cerca de ella, esta decisión se tomó por el hecho que él fue la primera persona con quien se relacionó; sin embargo, estaba nervioso por compartir su cama con una chica. ninguno de los dos puede dormir y ella llama su atención con la mano, él le pregunta que sucede, pero aun no logra hablar con confianza.
Él le comenta sobre las aventuras que ha tenido al explorar el bosque por años, sus descubrimientos, sus desgracias, los amigos que ha hecho con el paso del tiempo; ella estaba inmersa en cada palabra que él relataba hasta que ambos se quedaron dormidos.
3 A.M. todos están dormidos, la noche helaba más que nunca, las nubes cubren la luz de la luna, y en medio del campo, unos sujetos armados dirigiéndose a la casa de Carlos y su familia
Hana logra sentir la presencia de aquellos hombres y se levanta al instante, despierta a Carlos quien pregunta qué sucede. Ella señala la ventana, se asoma y nota al grupo armado dirigiéndose a la casa. Se mueve de prisa a levantar a su familia y les pide que vayan hasta el sótano de la casa, ellos no comprenden que sucede, pero él sigue insistiendo y hacen caso, pero mientras bajan las escaleras, lanzan una granada explosiva dentro de la casa. Quedan aturdidos por un momento y él les pide que sigan moviéndose, corren a toda prisa y bajan hasta el sótano.
Hana sabe que están ahí por ella, no puede permitir que maten a las únicas personas que la han ayudado y que es lo más cercano que ha tenido a una familia. Para impedir que invadan la casa tiene que irse. Entonces va hasta la cocina y agarra algunos cuchillos, Carlos nota lo que trata de hacer e intenta detenerla, pero ella no cede ante las palabras de Carlos.
Así que, decide ayudarla a pelear contra el enemigo. Ellos están rodeando la casa, no hay forma de poder escapar, si se asoman a las ventanas les dispararían de inmediato, si corren a cualquier dirección serán masacrados, si pelean sin un plan, también morirán. No tenían opciones, pero Carlos ve algo que los puede ayudar a salir de la situación en la que están sin arriesgar a su familia.
Va hasta la cocina y desconecta el pequeño tanque de gas que tenía y le envuelve una cinta para que no expulse más gas. El plan es lanzar el tanque, por consiguiente, se lanza una cerveza que contiene alcohol con un pañuelo envuelto en la boquilla encendida con fuego, y al explotar cerca del tanque, éste también explotaría. Pero había un problema, él no tenía la fuerza suficiente para lanzarlo lejos y que la explosión no afecte la casa.
Ella decide ser quien lance el tanque, sus ojos demostraban una determinación y gran seriedad que él confió que lograría lanzarlo, entonces prepara la cerveza, enciende el pañuelo y le pide a Hana que lance el tanque, lo hace y llega lejos, entonces, él aprovecha y también lanza la botella que explota junto con el tanque.
Salen corriendo de la casa hacia la parte donde explotó todo ya que estaba despejado, el enemigo lo nota y va tras ellos. Les disparan, pero no logran darles.
Se mueven entre el matorral, ahí logran ocultarse, pero el enemigo está siendo cauteloso por los lugares en los que están yendo, se acercan cada vez más a ellos, mientras estén lejos de la casa no habrá problemas, entonces Hana sabe que para deshacerse del enemigo tiene que utilizar sus lágrimas, así que, expulsa una lágrima de ira pequeña, la cual se cristaliza y la sostiene en su mano, entonces comienza a correr junto con Carlos, hacen que los persigan y son acorralados.
El enemigo piensa que han ganado, pero en eso, Hana lanza la lágrima al piso y explota haciendo volar todo lo que se encontraba a 100 metros de distancia, solo Carlos resultó ileso por estar sujeto a ella quien creó una barrera alrededor de ambos.
Al ver toda la destrucción que provocó una de sus lágrimas, se percató que la única forma de mantener a Carlos y su familia a salvo, era desapareciendo. Se aleja de Carlos unos pasos, le sonríe y se va, pero Carlos se lo impide al sujetarla de las manos. Le dice que no la dejará sola, que, sin importar los riesgos, la protegerá con todo su ser. Ella niega con la cabeza e intenta irse nuevamente, pero él se para frente a ella impidiéndole avanzar, ella lo empuja a un lado, pero él se resiste. Después de varios intentos de alejarlo, él la abraza diciéndole que no tiene que pelear sola, que puede contar con él para afrontar los tiempos difíciles que están por venir.
Hana sintió un fuerte dolor en el pecho y sus ojos se hincharon un poco, no pudo contenerse más y las lágrimas caían por sus mejillas sin parar; cada gota que caía al suelo se evaporaba e iba al cielo, lo que provocó que comenzara a llover. Hana y Carlos avanzaron hacia un viaje difícil enfrentándose a la organización que la secuestró y buscando la forma de vivir una vida pacífica. Ésta es su historia.
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