Tras estar unos minutos en silencio, el mismo Bronischky lo rompió hablando con un tono de incomodidad:
- Emmm ¿Digo algo yo o dices algo tú? Es decir, has estado callado durante casi una hora
- Lo siento, es que por un momento tuve… un poco de piedad por ti- le explicó Mauricio con pesar- vi que estabas solo y…
- ¡Wow, wow, wow!- exclamó Bronischky sorprendido- ¡Escucha amigo, no soy gay ni nada por el estilo! Si a ti te gusta que el cohete lunar sea atravesado en cabo cañaveral es cosa tuya; pero a mí me gustan las mujeres sexys, lindas y con muy buenas tetas
- ¡Sí, claro a mi también!- exclamó Mauricio sonrojándose de vergüenza- no me refería a eso viejo, me refería a que comprendo lo que te sucede. Veras yo soy un poco…
- Eres un solitario que vive en el sótano de sus padres ¿verdad?- preguntó el Muñeco sintiéndose molesto ante la obviedad de Mauricio
- Pues… no en el sótano de mis padres o con mis padres; pero es algo así- le contó Mauricio esbozando una sonrisa de culpabilidad
- Mierda- se quejó el Muñeco furioso
- Escucha, te llevare a casa conmigo y allí lo veras- rió Mauricio tomándolo con su mano derecha, llevándoselo consigo a su hogar
Cuando llegaron al pequeño apartamento de Mauricio, el pobre de Bronischky vería algo que lo perseguiría de por vida, junto con otras cosas que había visto en el pasado: Todo el maldito apartamento estaba lleno de libros, fotografías de mujeres desnudas y varios mangas del famoso anime de Ángel, basado en el libro de Hector Standford, también había un poster del personaje de Selene, estando semidesnuda, en la pared de la habitación de Mauricio. Dando un silbido, Bronischky, dijo:
- ¡Cielos chico! Tú sí que necesitas una novia urgentemente
- Es más fácil decirlo que hacerlo- se quejó en voz baja Mauricio, cerrando la puerta. Una vez dentro de su hogar le preguntó a su nuevo amigo- dime ¿Qué opinas de tu nuevo hogar?
- Que si me dejas colgando en una percha, en vez de colocarme en cualquier mesa, suelo o lo que tenga superficie para asentarse, me estarías haciendo un gran favor- le respondió el Muñeco sintiéndose asqueado ante aquel grotesco espectáculo
- Exageras- sonrió Mauricio colocándolo en su mesa de la cocina
- ¡Oh cielos, creo que hay algo pegajoso en mi estomago! ¡¿Acaso es jugo de naranja?! ¡Dime, por dios, que es jugo de naranja!- gritó el Muñeco y Mauricio le respondió
- Es jugo de avena, no suelo consumir nada que tenga demasiado nitratos o vitaminas de mas
- Dime, por favor, en que consiste tu dieta viejo- le pidió el Muñeco y Mauricio le contestó
- Consumo las barritas energéticas que están vendiendo últimamente, ya sabes, las de la marca “Maximum Voltage”
- Eso suena a nombre de pila- observó, con sarcasmo, el Muñeco
- Tomo diversos jugos o batidos de distintos cereales, por ejemplo, esto que ves aquí- le contó Mauricio mostrándole una jarra transparente de plastico que tenía un liquido marrón en su interior- es un batido de soja
- Menos mal- suspiró aliviado el Muñeco- un minuto más y creía que te gustaba beber mierda liquida
- ¿Y tú que comes Bronischky?- le preguntó Mauricio con una mirada de enojo
- Una buena hamburguesa, mucho tocino, cerveza en grandes cantidades y, por supuesto, un delicioso bistec- le respondió el Muñeco con un tono de completa pasión- ya sabes, todo lo que dice “macho” en su etiqueta
- Sip, supongo que eso debe darte muchos problemas de colesterol, perdida de neuronas o cualquier enfermedad producto de las carnes rojas y el alcohol- afirmó Mauricio con un tono de soberbia que molestó al Muñeco
- ¡Soy un maldito perro de felpa! ¿De cuál colesterol me estás hablando? ¡En teoría no tengo órganos idiota! ¡Ni siquiera sé si tengo neuronas!
- Al menos en algo estamos de acuerdo- dijo en voz muy baja Mauricio retirándose a donde estaba su habitación
- ¡Oye! ¡¿A dónde vas?!- le preguntó el Muñeco sorprendido
- A dormir un poco, fue un viaje largo amigo, nos vemos luego- le contestó Mauricio adentrándose a su recamara dispuesto a descansar, cerrando la puerta para no oír a Bronischky
- ¡Hijo de puta, no me dejes aquí mirando a…!- gritaba el Muñeco cuando notó que estaba frente a otro poster de la versión japonesa animada de Selene pegada en la pared. En ella tenía su forma humana y solo llevaba un bikini extra chico con un sostén que dejaba ver toda la carne de sus senos, calmándose un poco, el Muñeco, le contestó- olvídalo viejo, estoy bien así, gracias
Mauricio se acostó en su cama y se durmió de inmediato mientras que el Muñeco contemplaba el paisaje con una sonrisa interna.
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