Cuando miro a Jae Hyun a los ojos me pregunto una y otra vez en mi mente, como pude caer en las garras de este sujeto tan desagradable. Pero es mi culpa, ¿verdad? Es mi culpa porque yo no escuché a Sun Hee y menos a Seung Hwa, en el momento en que todos quisieron gritarme que era peligroso.
El decía que yo era bonito cuando lloraba y me mató con su ultraviolencia.
Yo mismo caminé hacia el fuego cubriendo mis oídos para no escuchar las advertencias. Estaba tan frágil que me costaba pensar que alguien más me fuera amar, aunque es obvio que no estaba siendo amado, sin embargo, es el tipo de amor que creía que merecía.
¿Por qué?
Todo tiene una razón, pero en el momento tampoco deseas ver la razón de tu dolor.
Desde mi adolescencia mi corazón ha sido azotado con grandes amores y grandes dolores. La pérdida de alguien importante puede llevarte también a perderte a ti mismo. Porque te sientes solo y sin rumbo, y no sabes a donde ir cuando esa parte de tu alma se va sin ti.
Muchas veces me he cuestionado porque ha tenido que ser de esta manera, y muchas personas me dijeron que mi alma necesita de estas experiencias para madurar y crecer.
¿Pero por qué?
¿Por qué tengo que ser yo?
¿Por qué la vida de otros parece ser tan fácil cuando la mía ha estado llena de mierda desde tan temprano?
Cuando llegué a Corea del Sur lo primero que hice fue buscar una pareja porque pensaba que podía tener estabilidad solo encontrando a alguien que me ame. Pero es un pensamiento tonto porque buscaba amor, sin embargo, nunca estuvo en mis planes dar amor. No sabía mantener una relación sana donde se da y se recibe. Yo no sabía que no necesitaba ser amado por otros para vivir, yo no pensé que primero debía amarme a mi mismo si quería sentirme pleno en esta vida.
Ahora no soy tan idiota pero los malos pensamientos siempre llegan a mi cuando no los quiero, y Jae Hyun es la figura viva de todos los errores que he cometido en el pasado.
-¿¡Por qué me rechazas!? -él me gritó luego de que yo mordiera su labio inferior lo suficientemente fuerte para hacerlo sangrar, y así lograr que me suelte. No solo lo mire con miedo, sino que también con asco y eso al parecer, lo hizo enfadar más. De por si, él ya sostenía mi cuello cortándome la respiración, yo no era capaz de moverse así que cuando levantó su mano yo estaba listo para recibir el primer puñetazo de varios que él planeaba darme. Esa era su forma de amarme, a él le gustaba marcarme, y sobre todo, hacerme sentir que lo merecía. -¿¡Es por ese estúpido que ya no quieres conmigo!? ¡Puta arrastrada!
Cuando recibí el golpe en mi mejilla izquierda escupí sangre, pero no me dolía aun. Él soltó el agarre de mi cuello y tuve el impulso de empujarlo para tomar todo ese aire que me estaba faltando. No se porque aun en estos momentos tengo el instinto de sobrevivir, y él se rió de mí haciéndome sentir patético. Volvió a golpear mi rostro para así dejar que mi cuerpo cayera al suelo y darme una patada en mis muslos haciéndome gritar del dolor. Nadie sabe la fuerza que tiene Jae Hyun, después de todo el jugaba fútbol en la preparatoria y siempre mantuvo su buen físico.
Solo era un hombre guapo descerebrado, machista y violento que juraba amor a base de golpes y maltrato psicológico; y yo era un simple chico de una contextura física que nunca le ha favorecido.
-¿Sabes qué es lo que más me desespera? Que estés tan callado, pero me encanta cuando gritas, me trae hermosos recuerdos... -el piso más fuerte uno de mis muslos con uno de sus pies haciéndome chillar del dolor pero en todo momento me guarde las lágrimas para mi, no iba a llorar, no debía darle ese placer. Al menos algo debía dejarlo para mi soledad. -Pero bueno... ya que planeas hacerte el difícil voy a contarte algo muy gracioso. Mientras tu andas moviendo la cola enfrente de otros hombres, yo te estuve observando Yun. Nunca te libraste de mi, ¿crees que soy idiota? Yo sabía que fuiste feliz cuando terminamos, pero ese par de tetas me aburrieron muy rápido, esa perra no chillaba tan lindo en la cama como lo haces tú. -una patada llegó directo a mi estomago y me retorcí en el suelo del dolor. -En fin, se que tu no vales la pena pero eres muy bueno para recibir mi pene en tu culo, no puedo reemplazar eso bebé. Pero no mereces que te amen como te amo yo, y claro ese noviecito tuyo no te ama. Te he vigilado, y sé que él va a tu misma universidad, pero cariño... eres tan inocente que no te das cuenta que ese hombre te engaña.
-Mentira, cállate... no hables de él como si lo conocieras. -hablé con mi voz ronca intentando soportar el dolor de mi estómago pero ahora él me golpeó otra vez en la misma zona sin importar que estuvieran mis manos allí. Mis dedos ardían y probablemente estaba sangrando. No quería mostrarle mucha importancia porque iba a torturarme peor.
-Cómo hablas cuando quieres, putita. Pero bueno, es triste que no quieras escuchar, que ese tal Young Bin... no, no... Young Soo anda saliendo a tus espaldas con la zorra más cotizada de TU universidad. ¿O acaso eres cornudo consciente?
No quería escucharlo, NO DEBO ESCUCHARLO.
-Mmh... parece que he tocado dónde duele ¿verdad?
-Tú no sabes nada, Jae Hyun...
-Así que ahora soy Jae Hyun, era más divertido cuando me llamabas "amorcito". Te veías tan ridículo. -se agacho hasta quedar a mi altura y me tomo de las mejillas tiernamente como si no hubiese golpeado mi cuerpo nunca en la vida. -Pudiste ser mi amado, cariño... pero tu no quisiste y bueno... ahora ya no quiero amarte. ¿Si sabes que no lo mereces? Porque no mereces ni una pizca de amor en tu vida. Eres un malagradecido, un egoísta, y un desgraciado. Pero Dios te dio algo bueno y es la habilidad de chuparme bien el pene.
-Ya basta...
-¿Qué? ¿Acaso estoy mintiendo o ya lo olvidaste? -soltó mi rostro bruscamente para buscar algo en sus bolsillos, y me puse más nervioso, lo conocía lo suficiente como para predecir cada uno de sus movimientos. Ya no quería más esto, deseaba que termine de torturarme de una buena vez o en todo caso que acabe conmigo si eso es lo que vino hacer.
-No lo hagas, por favor... ya déjame.
-¿Por qué? Me encantaría refrescarte la memoria y que veas como lo disfrutabas. -le dio a reproducir a uno de esos famosos vídeos que grabó sin mi consentimiento disfrutando de ver mi expresión de rechazo y vergüenza. No quería verme, no quería vernos, pero él me tomó del cabello jalando de él para obligarme a mirar la pantalla y cuando intenté cerrar mis ojos me dio un fuerte bofetón para que los abriera otra vez.
La primera lágrima se deslizó por mi mejilla, y su sonrisa triunfante se pintó en su asqueroso rostro.
-Me pregunto cual seria la reacción de Young Soo si viera lo zorra que te puedes llegar a ver con mi pene en la boca, ¿Debería enviarle el vídeo? Quizás y hasta le da una erección. -comentó burlón. A mi no me generaba ni pizca de gracia, y solo logré caer en su juego al desesperarme, no quería romper en llanto pero la situación me estaba superando.
-¡No, no lo hagas!
-O mejor... ¿debería enviarlo a todos tus compañeros de tu universidad? ¿Cómo se sentirán al saber que tienen un compañero marica y puta barata?
-Por favor, Jae Hyun... no lo hagas, no...
-No lo sé... no me estás dando nada a cambio del favor.
-¿Y qué es lo que quieres? -me dio miedo incluso preguntar pero para mi buena suerte una llamada interrumpió nuestra conversación, no llegue a ver quien era pero al parecer era muy importante, ya que se levantó rápido para coger la llamada.
Me hizo una seña para que me mantuviera callado, y se fue caminando hacia la luz. No estaba seguro de si fuera a volver pero tampoco era como si pudiera huir de ahí. Mi cuerpo estaba golpeado, y no tenía la voluntad de sobrevivir después de que Jae Hyun me apuñalara con sus palabras. La soledad me estaba tocando, y mis lágrimas silenciosas comenzaron a escapar desesperadas como agua de lluvia torrencial.
El tiempo empezó a correr y yo... yo me sentía muy agotado.
Solo quería cerrar mis ojos para siempre.
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