Ya se cumplió una semana desde que inicie a trabajar en Blue Moon, y no puedo creer como el horario más transcurrido es aquel en donde Young Soo atiende en caja. Al parecer, todas las estudiantes de la universidad se aprendieron de memoria sus horarios más que los de sus propias clases, porque ¡Dios mío!, una fila enorme de chicas se forma cada 5 PM cuando Young Soo atiende con esa deslumbrante sonrisa a todas. Por lo visto, cada una de ellas sueña con tener una oportunidad con él, y es que claro, además de ser dueño de una de las cafeterías más conocidas entre los estudiantes de nuestra universidad, es joven, con un porte magnífico y muy hermoso.
Al inicio no pude verlo, pero es sumamente obvio que el es un completo tonto heterosexual, y no digo que sea un idiota malo, sino que es del tipo inocente y demasiado bueno para esta humanidad que no lo merece. Es tan tonto que no es capaz de rechazar las cartas de las chicas que se quedan esperando a su horario de salida buscando una oportunidad para confesar su asqueroso amor. Y no, no estoy celoso, pero dios santo, ni siquiera lo conocen, solo lo ven trabajar y ya quieren casarse con él.
Okay, se que yo tuve un breve enamoramiento y se convirtió en mi crush con solo mirarme a los ojos, pero tengo los pies puestos sobre la tierra. No ando haciéndome ideas equivocadas ni mucho menos lo ando acosando como todas ellas. Es lo que más me estresa de trabajar en su turno, tener que lidiar con todas estas señoritas que incluso quieren usarme de intermediario a lo que obviamente me niego TODAS LAS VECES NECESARIAS. Por lo que me gane la fama del "empleado antipático" del café y ninguna del club de fans de Young Soo quiere ser atendida por mi, porque no sé, tienen miedo que les arranque los ojos, y con todo respeto, no me faltan ganas.
-¿Sabes? No te mataría sonreír un poco más a tus clientes. -murmuró mi mejor amigo a modo de broma mientras yo preparaba su café expreso en la barra.
-Oh por dios, no me jodas Seung, tú no tienes que lidiar con estas pesadillas. -gruñí completamente irritado viendo por el rabillo del ojo como Young Soo estaba rodeado de tres mujeres que no dejaban de colgarse de él como si no fuera una persona y eso no fuese acoso. -Y no me fastidies si no quieres que escupa en tu café.
-¡Oh, cariño! No seas tan cruel con tu mejor amigo.
-Dejaste de ser mi mejor amigo desde que vienes aquí solo para burlarte de mi.
Él se fue riendo escandalosamente, a veces era terrible lidiar con las visitas de Seung Hwa pero él era así, y así fue como siempre nos hemos llevado. Sun Hee, esa terrible niña, ¿cómo pretende que yo me acerque con otras intenciones a Young Soo? Muy guapo y todo pero... es molesto tan solo pensarlo.
<< Al terminar la entrevista no tuve energías para reclamarle a Sun Hee, pero esa semana que tuve libre para descansar la muy desgraciada comenzó a evitarme y aunque vivimos juntos siempre buscaba la manera de huir de mi. Creo que por mi expresión era obvio que no sería amable al cuestionar que pretendía al hacerme trabajar con su amigo y no decirme que eran especialmente cercanos. La conozco demasiado bien como para saber que algo trama y es que... no es la primera vez que pasamos por algo así. Hubo un tiempo en donde Seung Hwa me gustaba, si, mi mejor amigo, y entonces Sun Hee siempre buscaba la manera de dejarnos a solas o conseguir un ambiente apto para que yo le confesara mis sentimientos. Claramente fallo en todos sus planes locos, y con el correr del tiempo fui perdiendo el interés de intentar algo con él. Desde un inicio tenía claro que no debía dejar que esos sentimientos sigan creciendo hasta ser "amor", porque nada bueno saldría si me enamoraba de mi mejor amigo y de la persona con la que convivo. ¿Por qué? Porque ambos nos conocemos tan pero tan bien que nuestra relación no hubiera durado más de tres meses o incluso menos que eso. Pero bueno, creo que ahora es una historia irrelevante.
En fin, hubo una tarde en especial en la que me propuse a esperarla fuera del salón de su clase, pues para mi beneficio nosotros tenemos en la nevera colgado nuestros horarios para no olvidarlos, y le eche un poco el ojo al de ella para poder sorprenderla. Apenas terminó su clase y salió del salón, se espantó al verme.
¿Por qué me tenía tanto miedo?
-¡Oye! ¡Sun Hee! ¡No te atrevas a seguir ignorándome! -exclamé corriendo tras de ella.
-¡Te juro que soy inocente! -gritó corriendo como si estuviera a punto de matarla, debía ganar un premio por ser la amiga más dramática del planeta. ¡Ni siquiera la había culpado de nada aun!
-¡Vamos! Hablemos como seres civilizados, niña tonta. -suplique cansado, mi estado físico no es el mejor de todos y ella a comparación de mi, si va al gimnasio, y lleva toda una vida semi fitness porque ¡Ja! se la pasa rompiendo su dieta estricta "super especial".
-Oppa me dijo niña tonta. -susurró ella dejando de correr para mirarme con esos ojitos de cachorro que en definitiva no iban a funcionar conmigo.
-Sabes qué, iré al grano, ¿cómo es que tu y Young Soo son amigos? -pregunté curioso tomándola con cuidado del brazo para llevarla al jardín de la universidad a caminar mientras intentaba recuperar el aliento. Maldita mujer.
-No somos taaaan amigos... -quiso negarlo poniendo esa carita suya de la reina de las mentiras. Sun Hee podía ser todo, pero mentir no se le daba para nada bien conmigo.
-Él me dijo que eres casi su mejor amiga, aunque claro se equivoca porque tú eres MI mejor amiga. -le reclamé indignado.
-Bueno, si somos muuuy amigos pero... no creí que era algo que necesitaras saber. Ya sabes, solo necesitas el trabajo y ya. -respondió ella tan despreocupadamente que mi indignación subió al 100%.
-Entonces... ¿Que sea mi tipo no es coincidencia? -arqueé una de mis cejas mirándola fijamente a los ojos mientras nos sentamos en una de las bancas cercanas, sabía que ese era mi mejor método para que soltara toda la verdad. Si la miras a los ojos, es imposible que pueda cerrar la boca. Sun Hee no sabe ocultar algo durante mucho tiempo.
-Bueno... no es mi culpa que Young Soo cumpla con tus estándares aunque claro no puedo mentirte. Él es un buen chico... deberías darle la oportunidad a que al menos sea tu amigo, está muy solito. -confesó nuevamente haciendo su miradita de niña inocente aunque esta vez pude escuchar más honestidad salir de sus labios.
-¿Estás jugando conmigo? ¡Es obvio que es un hetero! -gruñí inconscientemente suspirando mientras jugaba con uno de sus mechones de cabello, era tan suave y bonito, Sun Hee si que sabe cuidar su imagen.
-No te cuesta nada voltearlo, eres bueno para eso. -me respondió tan rápido que me sentí ofendido, pero cuando supo que la cagó con su comentario volvió a abrir su boca para intentar arreglarlo. -Digo... nada te impide ser amigo de un hetero, mírate... eres amigo mío, por ejemplo.
-Ni lo menciones, sabía que algo tramas. -ahora sí tenía miedo de conocer a Young Soo.
-Oye mira... no me juzgues, pero en serio él no tiene amigos sinceros y creo que tú eres una grandiosa persona. Ahora si pasa algo entre ustedes eso sería un premio doble para mi.
-Pero no pasará nada entre nosotros. -Soy muy débil con las personas solitarias porque empatizo muy rápido y...
-¿Cómo puedes estar tan seguro?
-Primero es heterosexual, segundo es mi jefe y tercero... es mas joven que yo. -no quiero volverme a enamorar de alguien que vuelva a absorber mi poca estabilidad mental, salir con un chico así sé que no es buena idea. Antes era tonto, pero ya no dejare que un closetero juegue conmigo de nuevo.
-Ah... ya lo veremos, en algún momento tendrás que olvidar el pasado Yun. -dijo cansada pero más cansado estaba yo, honestamente luego de mi última experiencia con mi ex Jae Hyun, no sé si quiero volver a tener algo con alguien en un muy pero muy largo tiempo. Sun Hee nunca lo entendería, porque es de las personas que cree que tener pareja te solucionara todos tus problemas y a veces es necesario estar solo para encontrarte a ti mismo. Sé que un Getaway Car no es buen plan, NUNCA, y por eso, esta vez, elijo el camino de sanar en solitario.>>
-¿Yun? ¿Ya te vas a casa?
Estaba terminando de guardar mis pertenencias en mi casillero del vestuario para empleados cuando escuche la voz de Young Soo como de costumbre. Normalmente comparto los turnos con él, debido que me es conveniente el horario de tarde/noche entonces me toca hacer el cierre con él cuando no está Sakura, que es otra de las empleadas de la cafetería. Si, son como dos empleados más a parte de los ya mencionados, pero no soy tan cercano como para hablar sobre ellos.
En fin, lo que yo quería decir, es que usualmente cuando estamos haciendo el cierre con Young Soo, él siempre me hace preguntas absurdas o me busca conversación. Odio mostrarse frío pero me cuesta acercarme a él aun. No tengo miedo de generar sentimientos como Sun Hee desea, soy distante por naturaleza y él se ve como una persona muy pegajosa. No, no lo discrimino por ello, pero es difícil para mí seguirle el hilo.
-Amm... ¿si? Ya cerramos, ¿verdad? -murmuré suspirando, sintiéndome un poco culpable al ser tan indiferente con él cuando siempre fue amable conmigo. -¿Necesitas que te ayude en algo más?
-No, no... lo siento. Es que... no se porque, siento que quiero ser tu amigo. -Esa respuesta en definitiva no me la esperaba.
-Oh... ¿en serio?
-Si, bueno... A veces siento que no te agrado mucho pero Sun Hee me dijo que eres muy serio.
-¡No soy serio! -exclamé en tono de voz que al parecer lo asustó. Suspiré preocupado al ver su expresión, más allá de que él es más joven, no debo de olvidar que él es mi jefe y no puedo ser tan informal a la hora de tratarlo. -Lo siento, lo siento... ¿Por qué ella te dijo eso?
-Ammm... bueno tu no nos hablas mucho a nosotros... -susurró con cierto temor refiriéndose a él y a los empleados de Blue Moon. -y me preocupaba que no te sintieras cómodo entonces... bueno, como Sun Hee es mi amiga y es tu amiga...
-Entiendo, entiendo, no necesitas darme explicaciones. Lamento haberme comportado así con ustedes, solo necesito un poquito de tiempo. -confesé regalándole una sonrisa tranquila animándome a mirarlo a los ojos. GRAVE ERROR. Porque en cuanto lo mire me hundí en esa mirada hermosa. Parecía un océano pacifico que inspira mucha paz y te invita a confiar en él, pero la barrera de mi corazón no caía tan fácil como para creer en alguien que apenas comenzaba a conocer.
Él en ese momento aprovechó para acercarse más a mi, y me puse nervioso cuando invadió mi espacio personal, sin embargo aquel susurro que escuche salir de sus labios me dejó más que asombrado.
"No se porque... siento que un hilo fuerte me atrae más a ti."
Alguna vez escuché esas mismas palabras y me sentí muy extraño, incómodo, si, era incomodidad, me reí sutilmente buscando alejarme de él sin ser grosero. Me despedí, y tan pronto como pude abandoné la cafetería. Esa expresión de hilo que atrae me dejó pensativo durante todo el camino a casa y no deseaba darles vueltas al asunto pero algo en mi interior estaba muy inquieto.
Tenía una pequeña intuición de que algo grande surgiría con Young Soo pero al mismo tiempo mi cabeza quería negar que algo así pasaría porque soy muy bueno para ignorar a mis guías espirituales cuando me advierten de algo que marcará un antes y un después en mi vida. No se si es algo que le sucede normalmente a las personas pero cuando conozco a alguien y siento una pequeña conexión hay algo que de alguna manera se manifiesta y me avisa que marcará algo nuevo en mi camino. No me dice si será bueno o malo, pero el aviso me lo deja dejándome con la intriga para que poco a poco lo vaya descubriendo. Muchas veces esa intuición me gritaba que me alejara de ciertas personas, y obvio no hice caso. Esta vez no siento que sea algo malo, porque Young Soo desprende una vibra increíble pero me asusta que por dentro me sienta increíblemente ansioso e inquieto.
El sentimiento de intriga ya había florecido en mi interior, y de manera inconsciente con el correr de los días le fui prestando más atención a Young Soo. No, no me acerque a él del modo que le gustaría a Sun Hee pero mientras él no se daba cuenta yo lo miraba y captaba esos pequeños detalles que conforman su persona.
Con tan pocos días pude ver que él realmente es un chico honesto, y además de tener una sonrisa encantadora es muy inocente. Él es amable, y seguramente no existe un jefe como él en el mundo quien te ayuda y tiene una paciencia magnífica y digna de envidiar. No se da cuenta cuando alguien lo mira con malos ojos o cuando las mujeres buscan coquetear con él descaradamente, por lo que me hace pensar que es un chico muy despistado. No hablamos pero he notado que en los descansos o cuando voy a su oficina no pierde el tiempo, siempre está estudiando y es de admirar porque no es fácil mantener una cafetería y estudiar arquitectura al mismo tiempo.
Él tiene una grandiosa capacidad aunque por su comportamiento al parecer siente que lo que hace nunca es suficiente. Me pregunto si su familia pone todo ese peso sobre él pero... no estoy dispuesto a preguntarle sobre su vida privada aunque sí lo he escuchado mencionar que su hermana es un desastre y que su madre le pide ayuda aun cuando se encuentran en Londres.
Kim Young Soo es un joven de tan solo veintiún años pero es más fuerte de lo que parece y de lo que él mismo cree. Trabaja y estudia duro, se preocupa por sus empleados como si fuera su familia y es muy pero muy precioso.
Quizás... con el tiempo pueda darle una oportunidad, creo que sí necesita a un amigo como yo en su vida para que lo guíe en ese camino donde se ve tan perdido. Puede que tan solo necesite que le enciendan luz para poder caminar por sí mismo.
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