La primavera es hermosa aquí en Corea, pero no es tan bonita como en Japón. A finales de marzo podemos gozar de un clima cálido e incluso las vistas son maravillosas en estas épocas del año cuando la nieve desaparece por completo. No me malinterpreten, odio el verano pero la primavera es digna de ser amada.
De niño me emocionaba mucho cuando llegaba marzo, los mayores solían decir que es la época donde el amor adolescente florece y no estaban en un error, aunque yo era de los que disfrutaba correr bajo los árboles de cerezo. Mi nombre es Kim Yun, y pese a que he nacido en Corea, viví gran parte de mi vida en Japón.
Mis padres eran dos jóvenes enamorados que decidieron huir de mi familia paterna para emprender una nueva vida en el país natal de mi madre. Era una pareja un tanto extraña para muchos en ese tiempo, juzgados por la cultura y entre otras cosas a la que soy ajeno. Heredé mucho de sus personalidades, pues al igual que ellos, hui de mi hogar para buscar mi camino en el país que mis padres decidieron dejar atrás.
Creo que llegué a Seúl en el 2017, mi coreano no era muy bueno en aquel entonces, pero "la práctica hace al maestro" o al menos eso decía mi hermano mayor cuando ganaba en los videojuegos. No fue fácil para mí venir a Corea, ninguno de mis padres me ha dado dinero para sobrevivir por mi cuenta, pero con mucho trabajo y esfuerzo logré permanecer de pie aquí. Hoy soy un estudiante becado en la universidad de artes, hice unos amigos geniales que hoy en día son mis roomies y sin ellos dos no se que hubiera sido de mi. Sun Hee es una chica grandiosa, tiene su propia personalidad, quizás a veces no compartimos las mismas opiniones pero es con quien puedo refugiarme más, ya que Seung Hwa es un buen chico y mi mejor amigo, pero los dos somos demasiado iguales como para saber cuándo decirle al otro que está haciendo las cosas mal.
Actualmente estoy desempleado, la historia es muy larga para contar pero si, perdí mi empleo por culpa de un mal amor y ahora en consecuencia debo vivir manteniéndome bajo los brazos de mis amigos. Tengo la buena suerte de que ambos me quieren mucho y que me están ayudando en este mal momento, aun así no me quedo con los brazos cruzados y hago todos los quehaceres de la casa, preparó sus almuerzos y cenas como compensación por no pagar el alquiler estos últimos tres meses. No es una opción para mí abandonar la universidad cuando estoy tan cerca de tener mi titulo, estoy en cuarto año de artes creativas y diseño, Sun Hee estudia arquitectura y es más joven que yo, pero Seung Hwa quien fue al primero que he conocido al llegar a Corea, compartimos la misma edad y estudiamos exactamente lo mismo. Él entiende mi frustración.
-¡¡Oye Yun, te he conseguido una entrevista de trabajo!! -chilló fuerte la chica azotando la puerta del salón tras abrirla como si estuviera en su casa.
Realmente no esperaba que Sun Hee se presentara en mi salón de clases con esa hiperactividad tan típica suya, por eso mismo, gracias al susto que me dió, uno de los botes de pintura se cayó al suelo salpicando por todas partes. Estaba solo en el salón porque habían acabado las clases, y estaba ahí para adelantar un trabajo de pintura.
-¡Dios mío, Sun Hee!... ¿Cuántas veces debo decirte que no debes entrar y gritar de ese modo?... -me quedé paralizado por unos segundos, claramente no había procesado al instante la noticia que ella me estaba dando. -¿Qué? ¿Un trabajo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Como? -la ataque inmediatamente de preguntas dejando todo a un lado para correr a abrazarla, no tenía idea de lo feliz que me hacía saber que conseguiría un empleo pronto, estaba cansado de pedir dinero prestado y depender de las personas que quiero.
-Calma, calma.. ¿Quién está siendo ruidoso ahora? -traté de relajarme solo para dejar que ella siguiera hablando al respecto. -Bueno... como te decía, te conseguí una entrevista de trabajo para... Bueno, no estoy segura cuál sería tu trabajo pero es en la cafetería Blue Moon, creo que la conoces.
-Oh sí, claro que conozco el lugar. -muchas veces he ido con Seung Hwa a estudiar allí.-Espera, espera, ¿me estás diciendo que... me conseguiste una entrevista pero ni siquiera sabré a qué puesto voy aplicar?
-Sea lo que sea que te toque hacer yo se que tu estarás dispuesto a cumplir ¿verdad? Peor sería estar desempleado el resto de tu vida y que tengas que regresar a Ja...
-Ni lo menciones, acepto. -dije casi de inmediato sin dejarla terminar la palabra, no tengo nada en contra del país donde me crié, pero aún hay heridas abiertas, y solo mencionar cosas que se relacionan a "eso" me pone muy ansioso.
-Entonces ¿me estás confirmando que iras? -insistió ella con cierta inquietud.
-¡Si, si! Te estoy diciendo que sí. -respondí con cierto fastidio comenzando a limpiar la pintura que anteriormente se había caído al suelo. Pero lo que yo no sabía y no me había percatado en ese entonces es que aquella pequeña traviesa se estaba yendo del salón con una sonrisa triunfante. Ahora yo estaba cayendo en su plan "macabro" y ni siquiera estaba enterado.
A las horas, cuando ya me encontraba en casa descansando en mi habitación me llegó el mensaje de Sun Hee con la información necesaria para que me presente a la entrevista. Todos conocíamos Blue Moon, es una cafetería muy conocida para los estudiantes de artes de mi universidad. ¿Por qué? Porque estaba ubicada estratégicamente enfrente para que todos los estudiantes acabemos allí pidiendo algo.
Honestamente me conviene conseguir ese empleo porque estaré cerca tanto de casa como de la universidad, y según Sun Hee sería a tiempo parcial. No me disgusta la idea de trabajar cerca y de que quizás entren conocidos al local, de todos modos aún no se si la entrevista es para cajero, camarero o barista, pero en el caso de estar en atención al cliente lo único que me preocupa es que venga el molesto de mi ex aunque esa es una historia que prefiero evitar por ahora. Porque si, soy conocido por tener la peor lista de exnovios de la historia.
El viernes finalmente había llegado y de los nervios no pude pegar el ojo en toda la noche, exacto, no he dormido más de una hora y aun así con estas ojeras tenía que tratar de darle una buena impresión al jefe Kim si quería obtener ese empleo (si, los chistoso es que compartimos apellido, pero no es tan inusual en este país). Trate de usar un maquillaje sutil como utilizan muchos de los idols masculinos, tampoco deseaba llamar mucho la atención y que el jefe de Blue Moon me mirara extraño. Me vestí lo mejor que pude, sin ser demasiado casual ni demasiado formal, pero lo que yo no me esperaba era que quien me iba a entrevistar sería un hombre joven y demasiado hermoso para mi salud mental.
Cuando llegué allí me recibió con esa sonrisa encantadora que me paralizó, pude jurar que me enamore a primera vista, claro, si fuera ingenuo y creyera en ese tipo de amor de cuentos de hadas. Él tenía una mirada profunda pero en su rostro aún podía ver un eje de inocencia. Se veía demasiado joven como para ser el dueño, pero su identificación lo decía muy claro, "Kim Young Soo". No se que tipo de expresión tenía yo, y tampoco quería saberlo, solo sabía que gracias a ello pude oír su risa perfecta y mhh... esos labios que moría de ganas de probar...
¡Tenía que concentrarme si quería que me tomaran en serio!
Pero el señor Kim se convirtió en mi crush en un instante con una simple mirada.
Young Soo, ese es el nombre del encargado de Blue Moon y creo que fue lo único que pude escuchar correctamente en el momento en que ambos nos presentamos porque mientras él me seguía hablando yo me preguntaba cuánto medía aquel hombre ¿1.85 quizás? Incluso el coreano se escuchaba perfecto de su boca, tan hermoso y con esa vibra acogedora diciendo a gritos que es una buena persona. Aunque tal vez mis sentidos estaban cegados por el deseo más que por la razón. Pero hubo algo en el que me paralizó, no se si fue su perfume, sus movimientos o su mirada pero por un breve instante vi a través de él a "él"...
"¿Haruki?" me pregunté perdido en mis pensamientos pero entonces Young Soo interrumpió mi terrible fantasía con aquellas preguntas llenas de protocolo y sin gracia. Bueno, era una entrevista. ¿Qué esperaba? ¿Que me invitara a salir? Imposible.
-Entonces... aquí dice que dominas bien el japonés y... ¡Oh! ¿Hablas chino?
Mi corazón sintió una leve punzada cuando él hizo esa tonta pregunta, y en ese pequeño segundo mi mente me jugó una mala pasada mostrándome un recuerdo que no deseaba ver, al menos no en ese momento. Lo bueno es que ya nos encontrábamos sentados en el piso de arriba de la cafetería porque realmente lo abandoné... por un instante...
<< El verano era muy caliente en las playas de Kioto, pero era agradable el tacto de mis pies hundidos en la arena húmeda a la orilla del mar. Me sentía increíblemente ansioso por la presencia de "él" pero no me disgustaba, quería pasar más tiempo a su lado.
-¿Y hablas chino?
-Por supuesto que sí, te acabo de decir que tomo clases particulares. -Estaba aturdido, él era molesto pero a mi no me molestaba en absoluto que me ahogue con sus preguntas absurdas. Sabía que él buscaba sacar conversación, después de todo yo me quedaba callado cada vez que estamos a solas.
-¿Y puedes decirme algo en chino? Algo como mmm... "eres muy guapo" o "me gustas".
Me sonroje demasiado cuando me dijo aquello con esa mirada pícara tan suya pero no iba a dejar que se saliera con la suya y lo empuje hacia el mar logrando que se mojara un poco más de sus pies.
-Solo te diré una cosa en chino, *eres un tonto, pero uno muy lindo*.
-Yun... >>
-¿Kim Yun?
-¡Oh, lo siento! -solo atiné a sonreírle, me daba vergüenza preguntarle que me estaba diciendo antes.
-¿Estás aquí? Perdona por lo que acabo de preguntar... si en tu currículum dice claramente que sabes chino avanzado -Young Soo estaba tan avergonzado que podía verlo reflejado en todo su rostro sonrojado, me sentí culpable por haberme salido del hilo pero tenía suerte de que él no se diera cuenta o al menos eso pensé.
-No, no te preocupes, estoy acostumbrado a que me pregunten... esas cosas... ya sabes.
-Veo que también hablas muy bien el japonés, ¿cómo lo haces? -preguntó asombrado, esto ya no parecía ser parte de la entrevista, se veía más como interés personal.
-Bueno, es que mi madre es japonesa. -murmure con cierta incomodidad, hablar de mi familia no era algo que hiciera todos los días, mucho menos con alguien que acababa de conocer.
-Imagino que habrá sido difícil para ti tener que hablar en tres idiomas diferentes. -pude ver empatía en sus ojos, creo que pese a que no le digo más que lo justo puede deducir que mi vida no ha sido muy cómoda o ha notado que me ha incomodado. -Perdón por entrometerme de ese modo, bueno... creo que no hay mucho más para decir, estás contratado.
-¿Qué? ¿En serio Sr. Kim? -Sinceramente no podía creer cómo había obtenido el empleo tan fácilmente después de que casi lo deje colgado a mitad de la entrevista. Desde hace casi tres meses que vengo buscando trabajo y aunque tengo mucha experiencia en varias áreas, y domino bien tres idiomas diferentes no es fácil conseguir trabajo cuando no se domina bien el coreano. Tampoco era una opción para mí pedirle ayuda a mi familia, ni hablar de relacionarse con la familia de mi padre que vaya a saber donde vive.
-Si, de todos modos ya estabas contratado pero esto era solo un protocolo. Ya sabes... A nadie le gusta ver a Sun Hee molesta.
Me costó procesar sus últimas palabras por lo que me quedé callado unos segundos antes de preguntar.
-¿Eres cercano a Sun Hee?
-¡Claro! Somos compañeros de clase, ¿acaso no te lo dijo? -respondió amistosamente mostrándome esa perfecta sonrisa que podría a dejar a cualquier tonto embobado. ¿Qué persona tiene los dientes tan perfectos? ¡Espera! ¿Acaba de decir compañero de clase?
-¿Tu no eres mi sunbae*? -intentaba encontrarle sentido a la situación, él parecía mayor que yo e incluso era encargado, y dueño de Blue Moon. ¿Cómo podría ser menor que yo? Pero si tuviera mi edad no tendría sentido que sea compañero de Sun Hee a no ser que se haya reincorporado después de hacer su servicio militar como todos los coreanos nativos.
-De hecho... Soy menor que Sun Hee noona. ¡Pero solo por un año!
¿Qué demonios? ¡ES MI HOOBAE! ¿Y TIENE SU VIDA ASÍ DE RESULTA?
-Oh niño... entonces qué suerte tienes. ¿Estás estudiando arquitectura con Sun Hee? -cuestione por último abrumado, él se veía avergonzado, y claro, era mucho más joven que yo por casi tres años. Ahora parecía que yo le estaba haciendo una entrevista a él, ¿acaso lo estoy intimidando? No puede ser. -Lo siento, no quise hacerte tantas preguntas.
-Lo sé, lo sé, es que mi madre está muy ocupada con otros negocios en el extranjero entonces prometí hacerme cargo de Blue Moon ya que es "una reliquia familiar". Y si, estudio arquitectura también.
No supe qué más decirle luego de esa respuesta pero trate de ser amable y cortar la conversación para preguntarle cuando iniciaba a trabajar. Él se comportó dulce en todo momento aun cuando yo fríamente no quise seguir socializando, y no es que me cayera mal, de hecho tuve un crush instantáneo con él pero es amigo de Sun Hee, y además es más joven que yo. No tengo buena experiencia con los menores y algo me dice que si Sun Hee no me advirtió de que se trataba de un amigo suyo es porque algo está tramando. De todos modos, no estoy en condiciones de echarme atrás, Soobin fue tan atento que me pidió mis horarios curriculares para acomodarme en un buen horario de trabajo que me permita estudiar y descansar. Inclusive me dijo que iniciará la próxima semana así me regalaba tiempo para que me organice antes de comenzar esta nueva rutina de empleado.
¿Y el trabajo? Pues era bastante variado, un día podría estar en caja, otro día limpiando mesas o simplemente llevando pedidos a los clientes, eso me gustaba. Ahora era cuestión de descansar toda esta semana, y adelantar trabajos antes de que mi tiempo se vea recortado. Pero Sun Hee no se salvará de mis preguntas, la conozco demasiado bien para saber que esto no es una simple coincidencia.
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