Las explicaciones genéticas que Grimm le daba a Anderson aburrían mucho a Roy, al punto de que estuvo a nada de cabecear en dos oportunidades casi seguidas. Las teorías sobre el ADN no le importaban para nada a ese viejo senador, por lo menos no lo hacían hasta que el mismo Grimm pudo llegar al punto de una vez por todas.
- Los resultados obtenidos, en base a la investigación de las células, me da la confianza necesaria para poder dejar de lado la parte teórica y aplicar, de forma efectiva, el lado practico de mi formula en los animales- concluyó con su explicación Grimm
- En pocas palabras Grimm, lo que deseas es tener unos conejillos de indias ¿verdad?- le preguntó Anderson manteniendo el interés en los resultados que veía en la pizarra
- No exactamente señor Anderson, lo que deseo hacer es poner en práctica y funcionamiento la Formula F, si tenemos suerte podremos tener nuestro espía perfecto- le explicaba Grimm señalando los resultados obtenidos en el microscopio
- Esperen un poco que me encuentro muy confundido, por no decir perdido- pidió Roy sintiéndose desorientado- ¿Espía perfecto? ¿Qué tiene que ver todo este bla bla genético con el espionaje?
- ¡Oh, sí! Lo siento Roy, con todo esta emoción que he tenido olvidé explicarte el porqué cité al doctor Grimm y porque ha dado esta aburrida charla genética de casi media hora- sonrió Anderson al ver la confusión inicial de Roy, manteniendo la calma procedió a explicarle- estimado Senador Gundberg, estoy seguro que, al igual que yo, los Nazis le deben ser una pequeña preocupación por sus tan “extremas” formas de actuar. Desconozco las intenciones de Alemania respecto a su posición como perdedores de la Gran Guerra mundial; pero ese Hitler no parece ser la clase de persona que desee respetar tratado alguno como el firmado en Versalles. Si mis suposiciones son correctas, necesitamos un infiltrado en la cancillería Alemana que no levante sospecha alguna y el buen doctor me está dando las respuestas que necesitaba
- ¡Espera un momento!- le pidió Roy sorprendido- ¿de qué suposiciones estás hablando Anderson? ¿Acaso crees que Hitler piensa declararnos la guerra?
- Si- afirmó Anderson, manteniendo todavía su tono tranquilo- los tratados de Versalles fueron un poco injustos con algunas naciones, entre ellas Alemania. Hubo personas que se negaron a firmar dichos tratados y son mal vistos por los vencedores; pero Alemania firmó el tratado casi a la fuerza aceptando condiciones que los llevaron a la miseria. Aquí es donde los oportunistas hacen su aparición y Alemania, últimamente, está un poco enojada con los países vencedores. Manteniendo todavía su armada lista para entrar en acción cuando su Furso, o como le quieran llamar, de la primera orden de ataque.
- No digo que no me preocupe lo que ocurre en Alemania; pero ¿Por qué supones que Hitler romperá el tratado? las tensiones políticas fueron disueltas tras el final de la guerra, por eso fue que decidió armarse en un primer momento, para terminar con todo futuro conflicto bélico- le explicó Roy sintiéndose sorprendido ante las sospechas de Anderson- se supone que, tras dicho conflicto, la humanidad podría, al fin, vivir en paz.
Anderson largó a reír al oír eso, Grimm también rió un poco; pero tras un minuto de carcajadas incomodas, para Roy, Anderson se repuso diciendo:
- Lo siento; pero es que fue tan gracioso. “La guerra para acabar con todas las guerras” ¿De verdad te creíste ese estúpido eslogan que publicamos años atrás? Del tiempo en el que llevo en este negocio, he aprendido a que la guerra es parte de nosotros y ningún conflicto bélico será el definitivo. Lo ocurrido en España debería serte motivo para entenderlo
- Un pequeño conflicto interno en Europa era algo que la sociedad esperaba tras una guerra de esa magnitud; pero lo que estas insinuando da a entender que…- quiso explicar Roy; pero fue interrumpido por Anderson de forma abrupta preguntándole
- ¿Y por qué no? Alemania aun mantiene un ejército fuerte, si los Nazis lo desean ellos podrían dominar toda Europa en cuestión de meses y tendríamos otro gran conflicto bélico antes de lo que imaginamos. La pregunta que debemos hacernos no es si sucederá sino cuándo y Qué es lo que nosotros haremos
- Espiarlos supongo- le respondió Roy sintiéndose muy incomodo ante tal razonamiento
- ¡Exacto!- exclamó Anderson riendo de felicidad- y el único modo de hacerlo sin correr el riesgo de que nuestra nación sea descubierta, por culpa de algún idiota, reside en poner nuestra confianza y nuestro esfuerzo en alguien que no levantará sospecha alguna e incluso podría pasar delante de sus narices extrayendo información sin que los demás se enteren
- ¿Hablas de un hombre invisible o algo así?
- Mucho mejor que eso- sonrió Anderson, un brillo rojizo se reflejo en sus ojos haciéndolo ver más amenazador que nunca- los resultados del doctor Grimm dan a entender que podríamos tener un animal con la inteligencia humana bajo nuestro servicio
- ¡¿Qué?!- exclamó Roy levantándose de la silla, en sus facciones se veía una gran sorpresa debido a lo oído
- Tranquilícese senador- le pidió Anderson con un tono de voz calmo- los resultados de los experimentos del buen doctor Grimm nos demuestran que podemos tener criaturas pensantes bajo nuestro control. Si dichos resultados son exitosos, podremos tener a los perfectos espías de guerra. Ellos entraran en bases enemigas sin que nadie sospeche siquiera y extraeran toda la información posible retirándose después. Un sueño hecho realidad dentro de la competencia política ¿Verdad Roy?
- Su… supongo- le respondió Roy secándose el sudor de su frente- de todos modos, ¿Es eso posible? ¿Puede su formula F modificar la inteligencia de los animales?
- Si- le respondió Grimm sin siquiera dudarlo- pero necesito un permiso gubernamental para poder proceder con ello
- Entiendo- murmuró Roy sobándose el mentón- supongo que esa era la intención de hacerme oír todo esto ¿verdad Anderson?
- Claro que si- le respondió Anderson recostándose sobre su silla, colocando las piernas sobre la mesa- estaba pensando en llamarlo Proyecto A; pero no se qué nombre podría gustarle para esta operación a usted senador
- Proyecto “buen amigo o el mejor amigo” suena mejor- le respondió Roy sentándose en la silla de nuevo- de acuerdo Anderson, tiene mi atención y mi agrado. Veré que puedo hacer para que esto salga adelante
- Así me gusta amigo- rió Anderson desde detrás de su máscara, el rojo de sus visores brilló con fuerza, como si fuese una luz antes que una tela que resguardaba sus ojos
El Proyecto A fue llevado al senado de los Estados Unidos y se aprobó con un setenta a favor sobre un treinta en contra. Nadie, dentro y fuera del senado, sabia de que trataba el Proyecto A. la gran mayoría creyó que se trataba de una agencia de espionaje gubernamental que prevendría a la población de la amenaza comunista. Nadie excepto Roy sabia la verdad de lo que trataba dicho Proyecto.
Comments (0)
See all