Mientras pasaba el tiempo, Arashi dejaba de mirar por la entrada del club. Aunque había convencido a Kyo de leer la carta, seguía esperando a que Shingo atravesara esa puerta. Pero eso nunca ocurrió. Sus encuentros con el castaño eran menos frecuentes, apenas y pasaban de un saludo. Parecía que el joven siempre tenía algo que hacer.
Asumió que Kyo lo entrenaba bastante bien y por eso Shingo se veía tan entusiasmado y había olvidado todo a su alrededor, era entendible, todos se emocionan con algo. Decidió ser maduro y enfocarse en su club, el cual a pesar de tener tantos alumnos seguía siendo muy inferior al resto de los clubes. Tenía que conseguir más gente o la escuela lo iba a cerrar.
Como no conocía muchas personas, sugirió a sus alumnos que buscaran más personas, él se encargaría de preguntarle a la única persona con la que podía hablar al respecto: Shingo, precisamente.
- ¡Arashi-san! ¡Hola! –el castaño llevaba una gran bolsa de papel y parecía tener mucha prisa- ¿Ya te vas a casa?
-No, en realidad quiero hablarte un momento
- ¿Ahora? –Shingo sonrió nervioso- ¿Puede ser más tarde? Es que estoy un poco ocupado…
- ¿Ah? ¿Y eso?
- ¡Estoy entrenando con Kusanagi-san, y es un poco estricto!
-¡Oh! –ladeó el rostro haciendo una mueca de molestia, pero tratando de sonreír de todas maneras- vale, entonces te buscaré más tarde
- ¡Muchas gracias por entender, Arashi-san!
Arashi suspiró con un poco de fastidio, a pesar de que era algo que Shingo quería y lo hacía feliz no lograba entender porque lo hacía sentir tan enojado. ¿Qué tenía ese irresponsable que no tenía él? Lo que menos quería después de aquella pelea era toparse con Kusanagi otra vez, al menos no por ahora, así que decidió volver a casa. Sabía que esa charla con Shingo no iba a ocurrir, era mejor irse y encargarse de sus cosas.
Mientras caminaba, observaba anuncios muy llamativos en los postes. Su sorpresa fue mayor al notar de lo que se trataba: KOF tendría un torneo nuevo, el del año 97. Eso explicaría por qué Shingo estaba más agitado de lo normal: tenía pensado participar.
- ¿Debería…?
Arashi tomó uno de los anuncios, arrancándolo del poste. El torneo tenía una nueva regla, tenía la oportunidad de participar solo. Pensó que podría ser una buena idea para conseguir alumnos, pero dudó mucho al respecto. Si Kusanagi estaría en el torneo sería un fastidio tener que topárselo cada momento. Era eso lo que más le impedía animarse.
Guardó el folleto y se fue a casa, ya pensaría en eso detenidamente otro día.
(…)
-¡Arashi-san!
-¡¡¡
Shingo estaba en la puerta de su casa, con un pastel y un par de bolsas. Arashi no entendía, pero sonrió un poco y lo invito a pasar. Shingo entró y comenzó a acomodar las cosas en la mesa del comedor
- ¿Qué estás haciendo?
- ¿Sabes? Hace unos días fue mi cumpleaños, pero no tuve tiempo de celebrarlo. Así que compré un pastel y quise celebrarlo contigo
-¿EH? –un rubor se dibujó en el rostro de Arashi. Era algo completamente inesperado- ¿Conmigo? ¿Por qué? Es decir… ah...
-Bueno, es que últimamente no hemos hablado mucho, eres mi amigo y en verdad eres importante para mí. Eres la primera persona en la que pensé para celebrar ¡Pero he estado tan ocupado que no había podido ni detenerme a pensar en mi cumpleaños!
Para Arashi fue un gesto muy importante. Se sintió tan bien que se le olvidó que estaba molesto. De alguna manera, Shingo empezaba a tener una influencia extraña en su estado de ánimo y no entendía la razón. En un inicio simplemente pensó que era porque el castaño era actualmente su primer y único amigo en tantos años de escuela.
(…)
- ¿Cómo ha estado tu entrenamiento?
-¡Muy bien! ¡Kusanagi-san es genial! –dice mientras come un poco de pastel- ¡He entrenado sin parar por semanas!
-¿Sin parar? ¿También en las noches??
-Es que por la noche me es difícil dormir, así que trato de imitar todos los videos que tengo sobre Kusanagi-san
- ¿Videos? ¿Él no te ha enseñado?
-Uh... sí, pero me entusiasmo demasiado, es difícil de explicar –el castaño tenía una sonrisa enorme, le hacia tan feliz ser entrenado por Kyo que no le importaba tambien hacerlo por su cuenta durante la noche-
Arashi no entendía el extraño método de Kyo, pero Shingo parecía feliz así que lo dejo pasar. Cada maestro tenía un método y no pensaba cuestionarlo, si eso hacía a Shingo aprender, supuso que estaba bien
- ¿Vas a participar en el torneo?
- ¿Uh?
-Vi muchos anuncios esta tarde. –dice sacando el que había arrancado del poste- Puedes entrar solo. Pero si encuentras a alguien más, quiero entrar en equipo contigo
- ¿De verdad?
Arashi era del tipo de persona que no podía hacer las cosas sin compañía. Al menos durante ese periodo de tiempo si lo era. Si quería entrar al torneo, tendría que ser con un equipo sólido y si encontraban un tercer miembro sería perfecto. Solo podría esperar la respuesta del castaño
-¡A mí me gustaría mucho! ¡Sería una experiencia increíble! Pero… no conozco a ninguna otra persona –el joven se rascó la mejilla- ¿Qué me dices tú, Arashi-san?
-Ah… -maldición, el menos indicado para responder eso- yo, sinceramente no conozco a nadie y mis alumnos ahora no tienen el nivel para un torneo…
Ambos se miraron en silencio. La idea parecía perfecta, pero sin un tercer miembro solo se quedaba ahí, al aire. Arashi pensó que quien más ganas tenía de entrar, era el castaño. Así que se limitó simplemente a darle ánimos
-Inténtalo tú, yo lo haré en otra ocasión
- ¿Estás seguro?
-Has entrenado muy duro, sé que harás un buen papel. Yo puedo intentarlo en otro torneo
Y así, Shingo, que también se sentía indeciso al respecto, obtuvo la confianza suficiente para ir a inscribirse al torneo como un peleador solitario, esperando hacer algo bueno en el torneo o conocer a todos esos geniales contrincantes que veía en la televisión.
(…)
Una televisora era el sitio donde se inscribirían para el torneo. Shingo se aventuró a ir al lugar. No había nadie por todavía, parecía haber llegado temprano. Unos minutos después, Arashi había entrado al sitio.
- ¡Cambiaste de opinión!
-Oh. No. Vengo a asegurarme de que tú no cambies de opinión –dijo con una sonrisa ladina, sentándose a esperar mientras Shingo permanecía de pie en la ventanilla-
Las personas que iban ingresando eran de varios sitios de Japón. Arashi no podía reconocer a varios de ellos. Pero quien más llamo su atención era un pelirrojo alto que parecía incomodar a la mayoría de los que estaban presentes. Shingo iba saludando a todos los que podía, eran bastante amables a excepción de ese pelirrojo que solo le miró y lo pasó de largo. Fue una sensación rara, pero por lo menos no lo golpeó. El pelirrojo se sentó a su lado, comenzando a llenar la ficha que le habían dado para el torneo.
Arashi arqueó una ceja, aprovechó para ver el nombre de esa persona: Iori Yagami.
-Si no vas a inscribirte ¿por que estas aquí?
La voz del hombre lo sorprendió un poco pero no dudó mucho en responder
-Sólo vengo a apoyar a alguien. No tengo interés
-Hmph...
El pelirrojo no dijo nada más. Solo llenó su forma y después de entregarla se fue. Antes de hacerlo observó a su alrededor. Kyo no estaba, entonces poco o nada le interesaba seguir en ese sitio. Simplemente se retiró.
Arashi no pensaba irse hasta que Shingo lo hiciera, pero el castaño parecía muy entusiasmado y feliz de saludar a cuanto aspirante se topara, así que se estaba tardando demasiado.
- ¿Oh, está ocupado este lugar?
-No. Adelante
El hombre se sentó a su lado, en el mismo sitio donde Yagami había estado anteriormente. Comenzó a llenar la ficha, estaba llenando dos en ese momento.
-Kyo se ha retrasado, así que voy a empezar a poner datos por él, pondré lo básico y que él se encargue del resto, nos van a dejar fuera por su culpa
- ¿Eh? ¿Kyo? –ahora tenía la atención de Arashi, volteó a mirarle- ¿Kyo Kusanagi?
-¿Uh? Si, así es. –el hombre era alto, rubio. Su cabello era medianamente largo y usaba ropa algo extravagante para su gusto, pero no parecía ser alguien desagradable. - Mi nombre es Benimaru Nikaido, hago equipo con Kyo en el torneo, pero es la primera vez que nos piden llenar datos.
-Muy probablemente se le olvido y está dormido. Gato perezoso
-¡hahahaha! –el rubio se llevó una mano a los labios para reír- Parece que lo conoces muy bien ¿Eres amigo suyo?
-Ugh, no –el moreno negó con la cabeza, haciendo una mueca- vine a apoyar a un amigo que es nuevo, pero ya se tardó demasiado
-¡Oh! ¿Eres amigo de ese escolar tan alegre? Es lindo de tu parte que vengas a acompañarlo, a veces estar solo en sitios así puede ser intimidante –el rubio le miró unos momentos. El chico no parecía ser un estudiante común. Parecía que también podía combatir - ¿Tú no te inscribes?
-Por eso vine precisamente, para que no se sintiera solo aquí, hehe –el menor le miró extrañado, su pregunta fue más una invitación que una cuestión- No estoy interesado, al menos no por ahora.
-Ah, que lastima, hubiera sido bueno enfrentarnos en algún combate
-Benimaru, ¿Por qué hablas con este?
- ¿Cómo?
-Muérete, Kusanagi. No vine aquí a hablarte, es más, no existes –el moreno se cruzó de brazos, haciendo una seña de aversión hacia el castaño-
- ¿Qué te hizo este vago, chico? –el rubio arqueó una ceja, pero al ver tanta tensión mejor decidió alejar a Kyo con la solicitud- Mira, has llegado tarde y de no ser porque soy muy benevolente te hubiera dejado esto solo, ve por ahí y termina de llenarlo
-Ah maldita sea, Benimaru. ¡Unas cosas están mal! –Kyo se alejó para corregir los errores, Benimaru los había escrito mal a propósito para vengarse de su retraso.
-Ah, ya entiendo por qué no quisiste entrar, no querías ver a Kyo ¡haha! Entiendo. A veces puede ser insoportable. ¿Cómo te llamas, por cierto?
-Arashi Fudo. Mucho gusto en conocerte. Y mis condolencias por aguantar a ese mocoso.
-¡Eres muy gracioso! –El rubio ríe y estrecha su mano amistosamente antes de despedirse de el- ¡espero podamos vernos en otra ocasión, Arashi!
El día transcurrió normalmente, Shingo salió del sitio muy tarde debido a que se puso a saludar a todo el mundo.
-¡Arashi-san! ¿Vas a ir a las gradas a apoyarme verdad?
-Por supuesto. Estaré pendiente de todos tus combates, no te preocupes
-¡Perfecto! ¡Este torneo será increíble!
Comments (3)
See all