Miré a la gerente y pensé que debía decirle que no pertenecía a ningún equipo. Eso no me arruinara el plan ¿verdad?
-¿Qué pasaría si no pertenezco a ningún equipo?- Dije con tono irónico.
-¡Te diría que te vayas! No puedo dejar entrar a cualquier persona- Dijo la gerente con tono firme.
-¡Pero es la lavandería! ¿Que podría hacer?- Pregunte al instante.
-Lo siento son las reglas- Dijo la gerente reafirmando sus palabras
¿Qué le pasa? Le acabo de decir que quiero buscar mi diario y sin embargo, no me quiere dejar buscar. Si así es como quieres jugar, bien pues te diré lo que quieres escuchar.
-Pertenezco al equipo de vóley ball femenino- Dije ideando una mentira rápida.
Espero que con eso no me moleste y me deje entrar sin molestarme.
-Mi mejor amiga pertenece al equipo de vóley ball femenino- Dijo la gerente.
Lo que me faltaba, ahora tengo que fingir que conozco a su amiga. ¿Me estará probando o solo es una coincidencia? Sea como sea, tengo que decir algo.
-¿Enserio? No me lo esperaba- Dije con un tono de sorpresa, mientras me arrepentía de no haber escogido otro equipo.
-Es la capitana. ¿Verdad que es estricta? - Dijo la gerente para cotillear sobre su amiga.
¿Qué voy a saber yo? No la conozco de nada, pero voy a seguirle la corriente.
-Si, pero lo hace por el equipo- Dije tratando de no desvelar mi mentira.
¿Cuándo piensa abrir la puerta? ¿Se cree que yo tengo mucho tiempo libre? ¡Que soy una mujer ocupada!
-Disculpa, ¿Cuándo abrirás la puerta?- Pregunte.
-Oh es verdad, ya abro la puerta- Dijo la gerente.
Hasta que por fin vamos a entrar. No negaré que me costó un poco, pero los esfuerzos van a valer la pena.
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